• Mañana arranca el juicio por el asesinato a manos de su tío del niño de 3 años en Santiago

Este martes por la mañana ha comenzado el juicio por el asesinato del menor de 3 años en Santiago de Compostela presuntamente a manos de su tío. La primera jornada en la sección sexta de la Audiencia Provincial ha estado centrada en la selección del jurado popular y en dictaminar que el procedimiento será, finalmente, a puerta cerrada, rechazando la petición de la acusación particular.

La Fundación Amigos de Galicia había pedido a la magistrada encargada del cargo en que el juico fuera público para así dar una "versión imparcial" de los hechos. Tanto la Fiscalía como la defensa se oponían a esta medida, que infringía no solo en la privacidad de la familia y aumentaba su dolor, sino que también suponía una invasión de privacidad del menor.

La magistrada presidenta del TJ 21-22 finalmente ha dictado que sea a puerta cerrada, amparada por la votación del jurado popular, formado por 5 mujeres y 4 hombres, que también se ha mostrado favorable a la medida. Entre las razones principales está la protección de la intimidad de la familia de la víctima, ya que la madre del menor también había pedido que fuese una vista cerrada.

La lectura del veredicto, con el acusado presente, sí será pública.

Una tragedia familiar

Los hechos juzgados se remontan a septiembre de 2020, cuando el menor se encontraba en casa de abuela con su hermana y su tío. De acuerdo con el escrito de acusación de Fiscalía, el acusado acompañó al niño al baño, donde cerró la puerta y le asfixió tapándole la boca y la nariz, "con ánimo de acabar con la vida" del pequeño.

Tanto el Ministerio Público como la acusación particular ejercida por Fundación Amigos de Galicia piden para el acusado la prisión permanente revisable, amparándose en el informe del Imelga que alega que era consciente de lo que estaba haciendo.

Por su parte, la defensa pide la absolución del presunto autor del crimen, al que argumenten le dio un "brote psicótico". El acusado tuvo que estar ingresado en la unidad de psiquiatría del hospital compostelano durante un mes tras el incidente y tiene, según su letrado, condiciones médicas previas.