El brote de gripe aviar detectado el pasado mes de octubre en una granja de visones de Carral (A Coruña) fue el primer salto del virus de aves a mamíferos en España. Un virus que comenzó con una mortalidad más elevada (0,7%) de lo esperado (0,2-0,3%) y que llegó a alcanzar el 4,3%.
El informe publicado describe un brote de gripe aviar altamente patógena (IAAP) A(H5N1) detectado en visones de cría intensiva en Carral. Una situación que generó las quejas de la Fundación Franz Weber, que denunció "la absoluta opacidad" con la que actuó la Consellería de Medio Rural.
La entidad también alertó el pasado año sobre la posibilidad de que aves con gripe aviar accediesen a las granjas peleteras gallegas. Precisamente, el documento apunta a que la teoría más plausible es que las aves silvestres hayan desempeñado un papel fundamental en la introducción del virus en la granja.
El estudio indica que la tasa de mortalidad aumentó semanalmente hasta alcanzar un pico en la semana del 17 al 23 de octubre (4,3%), comenzando al principio en los graneros cercanos a la instalación de almacenamiento de estiércol y extendiéndose posteriormente a otras zonas hasta afectar a todo el local. Los signos clínicos de infección en visones incluyeron pérdida de apetito, hipersalivación, depresión, hocico sangriento y manifestaciones neurológicas como ataxia y temblores.
Los científicos destacan en el texto que, en las semanas previas a la identificación del brote, se notificaron varios casos de gripe aviar altamente patógena H5N1 en aves silvestres enfermas o muertas: 25 alcatraces comunes y dos gaviotas en la costa de A Coruña y Lugo. El estudio concluye que es preciso fortalecer la bioseguridad en las granjas y promover programas de vigilancia de virus.
Los animales, sacrificados
Los más de 50.000 animales de la granja fueron sacrificados en grupos de 150-200 ejemplares. El estudio concreta que el 17 de noviembre los cadáveres ya habían sido destruidos.
La granja, por otro lado, contaba con 12 trabajadores, de los que 11 habían tenido contacto con los visones. Todos dieron negativo en los test realizados a mediados de octubre y comenzaron un régimen de semicuarentena. El estudio concreta que los empleados usaban mascarilla, monos desechables y protectores faciales.
La evidencia, según el documento, indica que los visiones son susceptibles a los virus de la gripe aviar y A. Esto, según los científicos, lleva a la teoría de que esta especie podría servir como un posible recipiente de mezcla para la transmisión entre especies entre aves, mamíferos y humanos, lo que hace todavía más importante la prevención del contagio de visiones.