La Catedral de Santiago de Compostela ha vuelto a sufrir un nueva vandalización con la aparición de una pintada en la fachada del Obradoiro. El grafiti apareció el sábado por la mañana en una esquina cerca del famoso Arco de Palacio.

Las autoridades locales creen que la pintada pudo ser hecha en la madrugada del viernes al sábado, una noche en la que hubo varias intervenciones de la Policía Local y que, en medio de las fiestas de la Ascensión, concentró a mucha gente en el casco histórico. En concreto los vándalos utilizaron un spray de color negro para dibujar un pene sobre la piedra del templo.

Ahora mismo la pintada está tapada con una lona de la Catedral de Santiago hasta poder analizar cómo retirar la pintura sin dañar al edificio. Ahora mismo, la Policía Local trabaja para identificar a los posibles autores.

Esta mañana, en una presentación del informe de Cáritas parroquiales, el arzobispo emérito, Julián Barrio, ha lamentado lo ocurrido y ha destacado que "el patrimonio cultural hay que cuidarlo muchísimo y esto es responsabilidad de todos".

"La administración tiene su parte, pero esta es una realidad de la que todos debemos sentirnos responsables. Tenemos que tratar de ir formando culturalmente a las personas para evitar estos hechos", explicó el religioso.

Esta no es la primera vez que el punto cero del Camino de Santiago se ve atacado por grafiteros. Todavía se recuerda cuando una de las estatuas de la entrada de la plaza de Platerías amaneció con los icónicos bigotes y ojos de gato de del grupo KISS. También en la fachada del Obradoiro, en 2019, los técnicos tuvieron que retirar pintadas con consignas contra la Iglesia o el grupo político VOX.