El conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, asegura que la Xunta apoyará la recomendación que hagan los técnicos sanitarios sobre la posible retirada del uso obligatorio de mascarillas en farmacias y centros sanitarios. Es un tema que precisamente debatirá el Gobierno Central con las comunidades autónomas en el Consejo Interritorial del Sistema Nacional de Salud de este viernes.

"Cualquier decisión basada en criterios técnicos" tendrá el beneplácito del gobierno gallego, ha reiterado Comesaña. Ha detallado que un posible escenario de actuación sería retirar las mascarillas en farmacias y hospitales, si bien obligando a su uso en aquellas zonas habitadas por pacientes de riesgo como, por ejemplo, pacientes inmunodeprimidos.

El ministro de Sanidad y ex delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, abría la semana pasada la puerta a esta retirada, siempre que lo estimasen oportuno los técnicos del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias. Desde el pasado 8 de febrero el uso de la mascarilla solo es obligatorio "en los centros y servicios sanitarios, en las oficinas de farmacia y en botiquines" tanto para los trabajadores como para los visitantes. En el caso de los pacientes también es obligatorio "con excepción de las personas ingresadas cuando permanezcan en su habitación", según lo dispuesto en la Ley.

Los hospitales gallegos se preparan para el verano

La consellería de Sanidade junto al Sergas comienzan a efectuar cálculos para determinar cuántas camas se cerrarán durante el verano en cada área y centro sanitario de Galicia. Julio García Comesaña ha defendido esta estrategia en A Coruña. Ha explicado que es un procedimiento que "se fai cada ano" y que permite, según cuenta, "compaginar dos situaciones que se producen en la época estival"; la bajada de la demanda de atención sanitaria -urgencias, consultas y citas- con la vacaciones del personal sanitario.

No ha aclarado cuántas camas se cerrarán en los hospitales coruñeses. Si bien, ha especificado que se determinarán en función de los datos históricos de ocupación de cada hospital en el último año. "Si la media está en 85%, se deja en 90", además ha apuntado que, en caso de errores en los cálculos, las camas pueden reabrirse en cualquier momento.