El 2023 está siendo un año de cambios para el político lucense José Ramón Besteiro, ya que ha vuelto a primera línea de la política. Primero como delegado del Gobierno, puesto que abandonó rápidamente para encabezar la lista del PSOE al Congreso por la provincia de Lugo. En marzo saltaba la noticia de que el socialista sería el nuevo delegado del Gobierno en Galicia tras la marcha de José Miñones al Ministerio de Sanidad, un cargo en el que estuvo apenas dos meses, aunque reivindicó que "con cantidad de cosas hechas en Galicia".
Este cargo lo abandonó dado que su partido decidió que tenía que cumplir deberes en su Lugo natal como candidato socialista al Congreso por esta provincia. Unas semanas intensas con la agenda llena previas a las elecciones generales del 23 de julio, con la mirada puesta con en un futuro como diputado en el Congreso en Madrid. Sus principales premisas en esta nueva etapa son promover el "lucensismo" en la capital de España, llamando la atención del Gobierno de España sobre proyectos lucenses como la autovía da Mariña, Alcoa o la pesca y prioridades gallegas como la reindustrialización, digitalización o transición energética.
Besteiro atiende la llamada de Quincemil durante un viaje del candidato a la Mariña, una conversación en la que ha rememorado los ocho duros años que ha estado apartado del ámbito político por las numerosas causas abiertas contra él por parte de la jueza De Lara en el marco de la Operación Pokémon y que fueron archivadas a finales de 2022, lo que permitió su vuelta de lleno a la política y consecuentemente su vida anterior antes del proceso judicial, cuando era presidente de la Diputación de Lugo.
También ha dado su opinión sobre el futuro del país en función del ganador de las elecciones generales y sobre el Cara a Cara entre los principales candidatos: el socialista Sánchez y el popular Núñez Feijóo.
¿Cómo ha comenzado esta etapa como candidato socialista al Congreso por Lugo? ¿Se visualiza en Madrid?
Me visualizo totalmente, pero sobre todo creo que esta etapa empezó con muchísima ilusión porque estoy muy motivado la verdad. Para mí probablemente lo que más me pesa es haber estado estos casi ocho años en el dique seco como quien dice, pero la motivación política nunca se detuvo. Soy consciente de que es un momento histórico y la verdad es que estas son de esas elecciones que tienen ese contrapunto, como las de 2011 o de 2004. Vivo esto como un proceso histórico y por tanto a mí me motiva más todavía.
Mi día a día es en parte caótico, pero sobre todo yo soy una persona muy sociable. Siempre disfruté del contacto con el ciudadano y de las elecciones y creo que en las campañas electorales hay un momento en el que ese contacto tiene que ser más intenso, pero es tremendamente gratificante, aunque te encuentres con gente que no te vaya a votar. Mi rutina diaria la vivo bien, a mí las campañas me gustan.
¿Cómo ha sido la vuelta a Lugo tras la breve etapa en A Coruña como delegado del Gobierno?
Hay momentos en que las cosas no dependen de ti, es decir, que el Gobierno convoque elecciones, pues no es algo que dependa de ti. Por tanto, toda España está vinculada a ese proceso electoral del 23 de julio y los cambios son normales, sobre todo si quieres protagonizar una candidatura en este momento histórico. El cese la delegación de Gobierno era ineludible, al ser un cargo inelegible y ahora el futuro lo veo dentro de la normalidad de lo que es la convocatoria de un proceso electoral y lo vivo bien, con agilidad y siendo muy positivo.
¿Este cambio de delegado a ahora candidato socialista para el Congreso era un objetivo que estaba marcado en su carrera profesional desde hace tiempo o fue algo dado por las circunstancias y decidió apostar?
Las circunstancias se dieron así, porque se convocaron unas elecciones después de las elecciones locales. La verdad que lo de el perfil de ser candidato no es algo nuevo para mí, aunque haya estado ocho años apartado de la vida pública yo lo vivo con absoluta normalidad. Creo además que las campañas electorales tienen que ser eso, la exaltación de la democracia, y no me lo quería perder.
Apenas ha estado dos meses al frente de la delegación del Gobierno en Galicia.
Lo que percibí en en apenas dos meses que estuve al frente de la delegación del Gobierno fue la potencia de la inversión del Estado en Galicia y sobre todo ese papel del delegado del Gobierno, que no es tanto ser el representante a secas, sino representar al Gobierno de España en Galicia. El puesto también me permitió percibir las cuestiones de Galicia para trasladarlas también al Gobierno de España y fueron dos meses muy fértiles, muy productivos, en los que realmente vi la potencia de inversión del Estado en un momento histórico.
Un momento donde se está hablando de obras que durante años yo las consideré como cuestiones históricas para Galicia, de obras tan diversas como la llegada del tren, la mejora del trazado ferroviario del tren y de la línea ferroviaria entre Ourense y Lugo, la mejora de las autovías, la terminación de las autovías de Santiago o el impulso importante que se le dio obras inversión sin precedentes en los astilleros de Ferrol. Son obras históricas también, como lo era la regeneración de la ría del Burgo, de la que yo llevaba oyendo hablar durante 30 años, además de las bonificaciones de la AP-9. Al final estamos hablando de la titularidad de la AP-9, de quién es, si del Estado o de la Comunidad Autónoma. Pero al final lo que sí percibimos hoy es una bonificación sin precedentes.
Los abonos del transporte, tanto por carretera como por ferrocarril, unido a la subida de las pensiones suponen un momento de muchísima implicación de lo público y del Estado en en la vida de los gallegos.
Hace unos meses se archivaron todas las causas abiertas contra usted por la jueza de Lara y fueron años complicados. ¿Se le pasó por la cabeza dejar la política? ¿Cómo fueron las reacciones de su entorno familiar y allegados?
De mi familia, de mi entorno, en absoluto, todo lo contrario. Fueron los que me mantuvieron más firme y por eso creo que durante estos ocho años pude vivir con una "normalidad" de espíritu. Siempre lo tuve. Cuando uno es inocente y se siente inocente, además, probablemente no tiene nada que temer porque sabe que todo terminará tarde o temprano, aunque sí es verdad que pensé que iba a terminar antes. La lentitud de todo este proceso y al final la paradoja de que quien instruyó todo esto fue la única persona que acabó sancionada. Más allá de un tiempo que efectivamente, pues te ves obligado, forzado, a apartarte de algo que te gusta, yo no tengo rubor en decir que me gusta la política y creo que es evidente.
Considero que es bueno que la gente viva una afición por la política y que le guste la política. Estamos en democracia y yo apelaba siempre a todo el mundo, la semana pasada hablaba con la gente, con las juventudes socialistas y les dije que estaban llamados a ser los defensores de la democracia y eso es vivir la política. Cuando te gusta la política y no tienes miedo a expresarte, yo creo que es lo mejor de la democracia ¿no? Hablamos de tolerancia y así lo vivo yo. Nunca abandoné la política aunque estos años no tuviera presencia pública, me encontraba a compañeros y hablaba con ellos, la política lo llena todo y en mí siempre estuvo presente.
En redes y en intervenciones estos últimos días habla de "lucensismo" en Madrid, centrado en proyectos como Alcoa, la pesca o la Autovía da Mariña. ¿De tener su lugar en el Congreso si el PSOE ganase las elecciones este 23 de julio, cuáles serían los siguientes pasos a seguir? ¿Y a nivel Galicia?
Represento la cabeza de la candidatura por la Diputación de Lugo, pero realmente esto es un poco la imagen dentro de lo que es la situación de Lugo y de Galicia también. Es decir, tengo la sensación en este momento de que si hay un cambio de gobierno, si el presidente es Feijóo, muchos proyectos de Lugo y de Galicia volverán al cajón donde los metió Rajoy durante estos cinco años. Proyectos relacionados con autovías, ferrocarril o pensiones como por ejemplo la conexión ferroviaria Lugo-Ourense.
Todas estas iniciativas estaban abandonadas hasta que el Gobierno las sacó adelante y estamos viendo una inversión de casi 600 millones en esa línea ferroviaria. También asuntos como la autovía de la Mariña ahora en este mandato, cuando se han vuelto a a redactar otra vez los proyectos y se ha vuelto a las exposiciones públicas. Ahora es cuando llega el momento de la contratación, obras como la terminación de los tramos de la autovía Lugo-Santiago y Lugo-Ourense o la aplicación de las inversiones para el Corredor Atlántico, es decir, esa conexión entre Ferrol, Coruña, Lugo y las inversiones que hay que hacer conforme al Corredor Atlántico, que sumarán casi 16 mil millones.
Un partido que votó en contra de la subida de las pensiones a mí no me inspira confianza, un partido que estaba en contra de la subida del salario mínimo interprofesional, casi un 47%, a mí no me inspira confianza, un partido que se asocia con otro que por sus mantras supone el fin de las autonomías y niegan la violencia machista. Eso a mí me asusta y es justo en ese momento cuando se está cuestionando todo lo que representa derechos y libertades y sobre todo lo más importante, la tolerancia y el machismo. Esto a la vez que asustarme me motiva para seguir en la línea de que el socialismo siga triunfando para no retroceder, porque o seguimos avanzando o vamos para atrás, así de sencillo.
En esta línea de avance, ¿Cuáles serían los proyectos que tendrían que ser prioritarios para el Gobierno de España en cuanto a Galicia a partir del 23 de julio gobierne quien gobierne?
Los fondos que se negociaron en Europa marcan un poco la senda para el futuro. La agenda que a Galicia le beneficia especialmente es la de la reindustrialización. España está pensando en que tenemos que volver otra vez a rearmarnos industrialmente y eso para Galicia es fundamental. Estamos hablando de empresas, las grandes consumidoras de energía eléctrica, como son Alcoa, todo lo que son actividades empresariales electrointensivas que generan puestos de trabajo, pero sobre todo puestos de trabajo de calidad.
La reindustrialización de Galicia va a venir de la mano de esos fondos porque es lo que quiere Europa y lo que quiere el Gobierno de España y uno de los grandes beneficiados va a ser Galicia. La Galicia digitalizada, es decir, la Galicia moderna que es capaz de llevar todo lo que es la digitalización hasta el último rincón de su territorio y la Galicia medioambientalmente responsable, también capaz de generar energía. Es el momento de generar las energías alternativas hacia un mundo distinto. Estos tres puntos de transición energética, digitalización y reindustrialización con la apuesta del futuro y sobre todo es una apuesta que comparte 100% el Gobierno socialista y que la va a poner en agenda. Ya la está poniendo, pero la va a seguir potenciando en los próximos años en Galicia.
Si ganase Pedro Sánchez este 23 de julio, centrándonos en Galicia ¿cree que esto provocaría un adelanto de la fecha de las elecciones autonómicas por parte de Alfonso Rueda?
Cuando Pedro Sánchez convocó a los españoles a votación el 23 de julio, Rueda convocó una especie de rueda de prensa para decir no, yo no convoco nada. No sé por qué, pero bueno lo hizo. Una rueda de prensa en la que no se dijo nada nuevo, digamos, simplemente que no iba a convocar. En los últimos años dependemos más del País Vasco, ya se sabe que a los gallegos en vez de llamarnos nuestro presidente a las urnas, lo que se hacía cuando estaba Feijóo era que nos llamaba el lendakari.
Esta es una potestad que tiene el presidente de la Xunta de Galicia y, por tanto, lo que no depende directamente de nosotros los socialistas, ni nos ocupa ni nos preocupa. Por tanto, nosotros no estamos pensando en eso. Estamos trabajando ahora centrados en el 23 de julio y pensando en que efectivamente es el momento. Es tan histórico y tan importante no solo para España, sino para Galicia, que no queremos despistar ni perder la atención en eso. En nuestro objetivo el 23 de julio cabe revalidar un gobierno que siga avanzando y no una marcha atrás más que evidente, por lo que ya representa no una amenaza posible, sino una amenaza de el PP y Vox, que ya son lo mismo.
En Galicia ha quedado demostrado que el voto progresista es superior al voto conservador y en voto total yo me quedo con esa cifra, la del voto progresista. Hay más progresistas, gallegos que gallegos conservadores.
Las encuestas varian según avanza la campaña y fluctúan cada día. ¿Cómo lo ve usted?
En España tengo una esperanza fundada de que efectivamente los resultados vayan a ir bien. Yo veo cada vez más una actitud por parte de la gente progresista y la gente que no lo es tanto, pero que es tolerante en este país, que yo confío en que es la mayoría, una gran parte de ciudadanos que van a comprometerse con que el avance siga siendo la divisa de España y Galicia frente al retroceso. Yo tengo la confianza y lo estoy viendo día a día que hay cada vez más personas que ya están comprometidas, que se están convenciendo.
¿Cuál es su opinión del debate entre Sánchez y Feijóo?
Vi el debate y para mí no es una sorpresa lo que pasa con Alberto Núñez Feijóo, que es capaz de embarrar todo lo que considere oportuno y miente con una facilidad pasmosa. No se ruboriza cuando miente. Bueno, que voy a decir, ya que el Partido Popular votó a favor de revalorizar las pensiones y eso ya es el colmo, lo dijo y no se puso colorado. Para mí la suya es una forma de hacer política absolutamente despreciable y puede llegar a confundir a alguno. Los gallegos lo conocemos y sabemos que es capaz de decir una cosa por la mañana y justo la contraria por la tarde y por tanto, ya sabemos cómo se las gasta.
Pero bueno, habrá gente que irá descubriendo cosas como estas en un debate y donde lo único que interesaba es embarrar, hablar de ETA. Mire usted lo que le afecta a los ciudadanos. Hoy ETA hace 12 años que se terminó de matar gracias a un gobierno socialista también. Pero bueno, cada uno hace la política como considera oportuno. Para mí esa forma de hacer política es despreciable y el mentir yo creo que nos sitúa ante un perfil político al que le da igual decir una cosa que otra. Decir una cosa por la mañana y justamente la contraria por la tarde. Y no ponerse colorado, claro, porque yo me pondría colorado.
De cara a las elecciones también interviene Yolanda Díaz, también gallega, con su partido Sumar. ¿Cuál crees que será el papel de de ella en estas elecciones en medio del enfrentamiento PP-PSOE?
Yo creo que tendrá su público. Es verdad que en algunas provincias, como la de Lugo, y en la votación general de Galicia también hay dos opciones. La gente progresista gallega y a la de Lugo que es mi circunscripción, esa gente nacionalista, que vota galeguismo, que es progresista en definitiva, que siente cuáles son los retos de Galicia y de Lugo como propios, solamente van a tener una opción para hacer frente al bloque del PP y de Vox, que son lo mismo ahora ya y en la práctica lo vienen a ser.
La única opción es la candidatura del Partido Socialista y que efectivamente la presidencia del Gobierno la asuma Pedro Sánchez, porque solamente va a haber dos opciones o Pedro Sánchez es el presidente del Gobierno o lo va a ser Alberto Núñez Feijóo. Para no perder, para no tirar a la basura determinados votos, hay que concentrarlo y hay que concentrar una fuerza política que está en disposición de poder obtener los mejores resultados y eso yo creo que nadie tiene la duda de que frente a esa derecha, la única fuerza que concentra voto y que tiene potencia para frenarla es la lista del Partido Socialista.
En el debate de Atresmedia Feijóo ofreció a Sánchez un pacto, consistente en que si no ganaba el PP, él se abstendría para facilitar un gobierno socialista y le preguntó a Sánchez sobre esta misma posibilidad si fuese la situación al revés. ¿Qué opinión le merece esta iniciativa?
El problema de todo esto es la credibilidad, que ofrezca un pacto cuando el día anterior en Extremadura lo vulnera claramente, para mí no tiene credibilidad. ¿Qué credibilidad tiene quien se negó durante cinco años a cumplir la Constitución en cuanto a la renovación del Poder Judicial? A un acuerdo se llega porque hay credibilidad por ambas partes y cuando uno lo que ofrece es un acuerdo pero no ofrece credibilidad todo lo que está ofreciendo es papel mojado.
Es la antesala de un papel y estaba obsesionado con el papel para escenificar. Nosotros le conocemos y sabemos que hace eso pero a lo mejor hay otra gente que no lo conoce. La credibilidad previa a llegar a firmar un documento no la tiene, pero no la tiene no de hace dos años ni de tres, sino del último mes o del último día, cuando en circunstancias idénticas lo que fuerzan es un gobierno entre PP y Vox en Extremadura, siendo la fuerza más votada el PSOE en Extremadura. Pero eso también ha pasado en muchísimos ayuntamientos. Por tanto, no está en disposición de poder ofrecer nada porque carece de credibilidad.
¿Cómo se dibuja el futuro de José Ramón Besteiro en la política?
El tiempo futuro depende de mi propia existencia, que espero que sea longeva y en segundo lugar de lo que disponga mi partido. En ese sentido soy una persona absolutamente disciplinada, comprometido con mis ideas y motivado con ellas.