"Todos los que estamos aquí nos debemos al interés general y, con independencia de los credos políticos, deberíamos tenerlo muy presente". En esta idea, que ya había lanzado durante la Ofrenda al Apóstol en la Catedral, ha incidido el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, en la recepción civil posterior al acto eclesiástico, que tuvo lugar en el Pazo de Raxoi, sede del Ayuntamiento.

En esta recepción han vuelto a reunirse todas las autoridades puesto que la alcaldesa de la capital gallega, Goretti Sanmartín, no ha participado en la parte eclesiástica de la celebración. En Raxoi, Sanmartín sí se ha encargado de saludar a las autoridades y al resto de asistentes en una casa consistorial que, ha dicho, "es la casa de todo el pueblo compostelano" e incluso de toda Galicia en tanto a que Santiago es también la capital del país.

También ha reivindicado el carácter monumental y ‘verde’ de Compostela, y ha proclamado el "orgullo" de poder "pisar las piedras" que antes pisaron Rosalía de Castro o Ánxel Casal. En esta jornada Rueda ha aprovechado para reivindicar el "entendimiento" por encima de las diferencias en base a servir al interés general. "Lo dejé plasmado en el Libro de Honor. Dejé por escrito mi deseo de que por encima de las diferencias que podamos tener, hay cosas que deberían unirnos a todos y que deberíamos ser capaces de acordar por el bien de Galicia y España", ha recalcado.

Rueda ha hecho un juego de palabras en relación a los caminos de Santiago, por los que cada año discurre "más gente" y ha apelado a escuchar "los consejos de quienes hicieron antes estos caminos" porque "siempre van a tener" algo para aconsejar. Y en un momento que ha considerado "crucial", ha considerado que es "más importante que nunca" ejercer la representación pública desde la lealtad institucional. "Todos los que estamos aquí nos debemos al interés general y, con independencia de credos políticos, deberíamos tenerlo muy presente", ha zanjado.

Feijóo, entre gritos de "presidente" en Santiago: "Al Apóstol no se le viene a pedir nada, se viene a dar las gracias"

Foto: César Arxina – Europa Press

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha regresado a Galicia con motivo del Día de Galicia y la festividad de Santiago, donde ha acaparado protagonismo tras una victoria amarga el 23 de julio, puesto que fue el ganador y subió hasta los 136 escaños, pero sin obtener una mayoría suficiente que le garantice gobernar.

"Sería un inmenso error que gobernasen los independentistas", ha proclamado, en unas declaraciones a los medios en las que estuvo acompañado del presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, y en las que ha apelado también al sentido de Estado, con el foco en el PSOE.

Pero a la espera de lo que suceda en el contexto político estatal, Feijóo ha recibido, además de los afectuosos saludos del que fue su sucesor en Galicia, Alfonso Rueda, y de algunos de los que antes fueron sus conselleiros, entre otras autoridades ligadas al PP, gritos de "¡presidente, presidente!" en cuanto abandonó la Catedral, donde participó en la Ofrenda al Apóstol en calidad de jefe de la oposición en el Estado.

Feijóo ni siquiera esperó a salir de la recepción oficial en el Pazo de Raxoi posterior a la Ofrenda, y ya antes, en el ‘paseo’ que lleva de la Catedral al edificio de enfrente, donde tenía lugar el acto civil, se desplazó en varias ocasiones hasta los ciudadanos que estaban a ambos lados del cordón con el que la policía garantizó el paso de las autoridades para recibir numerosos saludos. Ante la insistencia de los periodistas por sus reducidas opciones de ser investido presidente pese a haber sido el más votado el 23 de julio, ha replicado: "Al Apóstol no se le viene a pedir nada, al Apóstol se le viene a dar las gracias".