Ya se puede decir que en Galicia "llueve sobre mojado". La comunidad cumple este sábado 1 mes entero de lluvia. 30 largos días en los que el sol ha "brillado por su ausencia" y la alerta por viento y lluvia ha sido una constante. Este domingo los temporales podrían dar una tregua con el "veranillo de San Martín" pero a la noche llegará un nuevo frente que traerá de nuevo inestabilidad.
Algunos ya vaticinaron a mediados de octubre que este otoño sería "como los de antes", es decir, lluvioso. Por el momento la predicción se cumple, y Galicia ya lleva sobre sus espaldas un mes entero de constantes precipitaciones y borrascas atlánticas. Igualmente estos días había quienes recordaban en redes sociales inviernos pasados en los que no dejó de llover en meses, y otros que subrayaban que si Galicia es verde, es por algo.
La AEMET confirma por su parte que el mes de octubre ha sido el más lluvioso de la serie histórica por detrás del mismo mes de 1987, y de media ha llovido algo más del doble del valor normal del mes. Un dato reseñable además dado que no empezó a llover hasta el 13 de octubre.
Asimismo, en los cinco primeros días de noviembre en algunas zonas del interior de Galicia llovió la cantidad esperable para todo el mes, especialmente tras las precipitaciones que dejó la borrasca Domingos el pasado fin de semana, y que provocaron numerosas incidencias por todo el territorio, con cortes de luz, árboles caídos y vuelos cancelados.
Tren de borrascas atlánticas
Y es que Galicia ha experimentado un "tren de borrascas atlánticas" desde mediados de octubre que no han dejado descanso. La primera fue Babet, y tras ella llegaron seguidas Aline, Bernard, Celine, Ciarán y Domingos, que además sufrieron procesos de ciclogénesis explosivas. Todas activaron las alertas por fuertes rachas de viento y lluvia y dejaron imágenes de incidencias variadas por toda la comunidad.
Este fin de semana le toca el turno a Elisa, que ha vuelto a poner en alerta a la comunidad desde este viernes y hasta la noche de este sábado. Este domingo, en cambio, habrá un respiro, aunque durará poco ya que por la noche se espera la entrada de un nuevo frente.
No obstante, todas estas borrascas han convivido con temperaturas más elevadas de lo habitual, y el mes de octubre también fue extremadamente cálido, alcanzando los niveles de 2017, con una anomalía media de más de 2,7 ºC "debido a las altas temperaturas registradas en la primera mitad del mes", apunta la AEMET.
De hecho, aquellos primeros días de octubre antes de la llegada de las lluvias dejaron valores cercanos a los 30 grados, y retrasaron la llegada de un otoño que ha acabado imponiéndose con fuerza