Una de las noticias de la semana en Galicia ha sido la encuesta preelectoral del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas), el único sondeo hasta la fecha que dibuja un escenario en el que Alfonso Rueda puede perder la mayoría absoluta en la Xunta de Galicia. El estudio del estado ha sido recibido con alegría por las fuerzas de la izquierda y con escepticismo por las de la derecha. Aunque solo se trata de una encuesta, la noticia no ha hecho sino animar el agitado clima preelectoral en Galicia a solo una semana del inicio oficial de la campaña.

El CIS considera que el PP puede revalidar la absoluta, pero no la da como segura, y le otorga entre 36 y 38 escaños (la mayoría absoluta está en 38), mientras que al BNG le da entre 20 y 23, al PSOE entre 15 y 17, a Sumar de 0 a 2 y a Democracia Ourensana la posibilidad de sacar 1.

En los últimos años el CIS se ha equivocado varias veces sobredimensionando el voto al PSOE y a las fuerzas de izquierda, lo que le ha hecho ganarse el apodo de "CIS de Tezanos" por parte de numerosos medios, en referencia a José Félix Tezanos, su actual presidente. Sin embargo, en las pasadas elecciones generales del 23 de julio fue uno de los pocos estudios demoscópicos que se acercaron al resultado final del PP y PSOE en el conjunto de España. No fue así en Galicia, donde el CIS subestimó el apoyo a Feijóo, e incluso llegó a errar por al menos 20,5 puntos en la provincia de Lugo (le daba la victoria al PSOE y el PP ganó por esa diferencia). Pero en sondeos de anteriores comicios el organismo público ha estado más certero. En 2020 se acercó bastante al resultado de las elecciones autonómicas, si bien errando con la distribución de voto entre BNG, Marea Galeguista y Sumar. Ana Pontón obtuvo 7 puntos más de los que le daba el estudio y el Bloque salió de las elecciones como segunda fuerza política.

Obviando los sondeos de las últimas municipales, donde solamente una ciudad gallega, Vigo, tuvo estimación, en este artículo analizamos los anteriores pronósticos del CIS para elecciones autonómicas y generales en Galicia. Ninguna encuesta acierta al 100% y siempre se equivocan en algo, ya sea mucho o poco. Teniendo en cuenta los dos últimos precedentes, si el CIS se equivoca al estilo de las pasadas generales, la balanza se inclinará a favor de Rueda. Pero si el CIS lo hace como en las anteriores autonómicas, será buena noticia para Pontón.

23-J: El PP pasó por encima del CIS en Galicia

En el estudio preelectoral del CIS publicado el 5 de julio no se dieron datos de apoyo por porcentaje, sino una horquilla de escaños. En esta ocasión el organismo presidido por Tezanos cometió uno de los mayores errores de su historia, al sobreestimar claramente el apoyo a las fuerzas de izquierda. Al PP le daba una horquilla de entre 8 y 12 escaños, y Feijóo obtuvo 13, más que el máximo que le otorgaba el sondeo. Al PSOE le daba un mínimo de 7 y un máximo de 10, y obtuvo solo 7. El pronóstico de Sumar fue certero y logró los 2 escaños que le atribuían, pero el error a favor del BNG fue garrafal: le daban entre 2 y 3 escaños y los nacionalistas solo consiguieron 1.

El mayor error del CIS fue en la provincia de Lugo, cuyo cabeza de lista era precisamente Besteiro, donde el estudio decía que el PSOE sería primera fuerza con 2 escaños, y perdió por 20,5 puntos frente al PP, al que le daban entre 1 y 2. Finalmente los socialistas sacaron 1 y los populares, con Francisco Conde como cabeza de lista, consiguieron 3.

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Autonómicas 2020: El CIS subestimó al BNG por mucho, y por poco al PP

En las autonómicas de 2020 el CIS estuvo más cerca del resultado final, pero aquí cometió un error diferente: subestimó por mucho el apoyo al BNG y consideró que Galicia en Común obtendría casi el doble de los votos que finalmente obtuvo, y que de hecho le condenaron a quedarse fuera del parlamento. El organismo público también le restó 2 puntos porcentuales de apoyo al Partido Popular de Feijóo, que sacó el máximo de escaños que le daba la horquilla y con bastante más votos en Lugo y Ourense que lo que la estimación pronosticaba.

Curiosamente, el estudio "clavó" el dato de apoyo al PSOE, fallando solo por una décima, pero no así el número de escaños que obtendría. Caballero pasó a ser tercera fuerza de Galicia, con el porcentaje de votos que el CIS le estimaba, pero con dos escaños menos. Lo que el CIS no tuvo en cuenta es que Galicia en Común se desinflaría y que buena parte de sus votantes optarían por el BNG. También le otorgaba un 2,9% de apoyo a Marea Galeguista, que en las urnas fue solo un 0,2%. Es fácil imaginar que ese 2,7% de diferencia fue también a parar a Ana Pontón. Esta redistribución del voto a la izquierda del PSOE no cambió el resultado de las elecciones, pero sí convirtió al BNG en la segunda fuerza política del Parlamento Galego.

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