La ONG Ecos do Sur lanza ha hecho público un informe por el Día Mundial Contra la Trata de Personas que se celebra este 30 de julio alertando sobre el aumento de hombres jóvenes que recurren a la prostitución en Galicia. En el texto subrayan el aumento de las conductas violentas y el consumo de drogas en este grupo, así como la normalización de la prostitución como una actividad más de ocio.

"Son cada vez más jóvenes, más violentos y normalizan la prostitución como una actividad de ocio más, sin ser conscientes del sufrimiento que hay detrás", destaca la organización. La ONG lamenta que Galicia carece de datos oficiales sobre prostitución, a diferencia de otras comunidades autónomas, por lo que para elaborar su informe se han basado en los estudios realizados en otros puntos de España y en entrevistas directas realizadas a mujeres en situación de prostitución en la comunidad.

Cada vez más jóvenes

Entre sus conclusiones destacan el descenso de la edad de los hombres al acceso a la prostitución, que a menudo lo hacen "empujados por amigos o incluso familiares, como parte de un 'regalo' o 'rito de paso'". La ONG detalla que tener la primera experiencia sexual con una mujer prostituída sigue siendo "un fenómeno en vigor en Galicia", y está relacionada con "la presión del grupo o familiar, que empuja a los jóvenes a iniciarse aún con dudas y pasando una experiencia de temor y nervios".

"Hay padres que los llevan porque el niño no trae novia a la casa, y quieren llevarlos para ver si eso está bien, funciona o no funciona", dice una de las mujeres entrevistadas. "Tuve un chico que estaba para hacer los dieciocho años y su padre lo llevó. Para mi fue difícil, porque pensaba en mi hijo. Fue traumático. A día de hoy no iría con un chico así, que nunca haya probado", declara otra.

Ecos do Sur alerta que esta primera toma de contacto es crucial en el "enganche" y el cliente joven "suele repetir y adquiere un hábito que mantendrá el resto de su vida". Algunas mujeres declaran incluso haberse encontrado a menores de edad.

Alta exigencia, agresividad y drogas

Asimismo, la ONG destaca la relación entre jóvenes que acuden a la prostitución y violencia, que "viene siendo constatada en los últimos años por muchas de las organizaciones que trabajan en este ámbito".

Así, las mujeres entrevistadas manifiestan cierto rechazo a los jóvenes, dadas las experiencias vividas con algunos de ellos, en las que la alta exigencia y la agresividad son la nota común: "Los chicos jóvenes siempre vienen borrachos, en grupo, con amigos, en fin de semana, y piden mucho. Algunos son agresivos", explica una de ellas. "Algunos son muy agresivos, chavales que andan con la droga, que llegan ya un poco violentos, sienten que somos un objeto", añade otra de las entrevistadas.

La exigencia es otra de las características del comportamiento de los jóvenes: "Los jóvenes, madre mía, hasta el último momento aprovechan todo, hasta el último minuto. Algunos son muy agresivos, no es que te peguen, es la forma de hablar, la manera en que te cogen, las cosas que quieren hacer", señala otra entrevistada.

Estos jóvenes "a menudo acuden a los clubes y pisos tras haber consumido grandes cantidades de drogas y alcohol, lo que incrementa la agresividad", apuntan. Una de las entrevistadas asegura que "comparado con hace diez años, ahora viene peor, más borracho, más agresivo. Son más agresivos porque beben y se drogan".

Normalización y 'pornificación' de la realidad

Uno de los problemas que sugiere la relación entre los jóvenes gallegos y la prostitución según Ecos do Sur es que "la entienden como cualquier otro producto de consumo, dentro de una ética hedonista enfocada al disfrute y al ocio. Esto les lleva a bloquear completamente la empatía hacia las mujeres en situación de prostitución y a pasar por alto la situación de explotación que viven".

Finalmente, los expertos y las víctimas de trata entrevistadas achacan a la pornografía la violencia de los jóvenes en el trato hacia ellas. Según el estudio La percepción de la pornografía entre los jóvenes adolescentes en Galicia (García Marín, Gómez Vázquez, Curros Espiño y Soto Casás, USC, 2023), el 48% de los menores gallegos comienzan a ver pornografía antes de los 12 años.

"La exposición a contenidos extremos y el consumo compulsivo de pornografía desde edades tempranas están directamente relacionados con la exigencia agresiva y el consumo de prostitución, pues al carecer muchos millennials de una base en educación sexual, las webs de porno se convierten en sus referentes. Se produce entonces una pornificación de la realidad", alerta Ecos do Sur.