La mayoría de grupos de la Cámara gallega —PP, BNG, PSdeG— han defendido la subida salarial del 7,6% para los diputados autonómicos. La medida fue acordada en la Mesa del Parlamento el pasado mes de agosto. Los grupos han definido como "comedido" y "ajustado a la realidad" el movimiento dada la inflación registrada y la actualización del sueldo del funcionariado.
Los salarios de los parlamentarios acumulaban varios años congelados, a excepción de un leve incremento en 2023. De esta forma, los sueldos brutos de los diputados con dedicación exclusiva rondarán los 5.370 euros al mes. La subida será de 380 euros mensuales, aproximadamente.
Pazos Couñago (PP) ha defendido que realmente "no se puede considerar una subida" dado que en las últimas décadas los parlamentarios han tenido "pérdidas muy importantes" en su poder adquisitivo. Ha llegado a cifrar estas en "un 30%", señala Europa Press.
El viceportavoz del BNG, Luís Bará, también ha asegurado que su grupo entiende que es una subida "comedida" y "ajustada a la realidad". Por último, la socialista Elena Espinosa ha explicado que la subida es "muchísimo menor porcentaje" que el "34%" del IPC y el "16%" de los funcionarios desde 2009.
La Mesa también abordó durante el verano la eliminación de la norma que instaba al Parlamento autonómico a remitir sus cuentas al Consello de Contas. Los grupos con más representación —PP, BNG, PSdeG— han expuesto que esta última medida se tomó para corregir una "disonancia" formal que fue "mal interpretada" y que no situaba al Legislativo gallego en un nivel igual que el de otras cámaras autonómicas.
En palabras de Pazos Couñago, el Parlamento "nunca" en su historia fue auditado por Contas porque "no es su ámbito de fiscalización". Espinosa explicó que en otros parlamentos "la situación es casi idéntica" y Luis Bará apostilló que "no hay nada que ocultar" porque el Parlamento es "absolutamente transparenta".