Una tormenta tropical formada en el Atlántico puso ayer en alerta a la población gallega, ya que todo apuntaba a que en los próximos días, entre el martes y miércoles de la semana que viene, un huracán, con fuertes rachas de viento de hasta 119 km/h, podría alcanzar la Península Ibérica, si bien ahora las previsiones del Centro Nacional de Huracanes de la NOAA apuntan a una trayectoria diferente.

"Isaac ya ha alcanzado la categoría 1 de huracán en medio del Atlántico. Durante las próximas horas seguirá fortaleciéndose algo, pero no se espera que suba de categoría. No obstante, estos sistemas siempre presentan incertidumbre en su predicción", informa el portal meteorológico ElTiempo.es.

Según las previsiones Isaac ya no llegaría a España, y por tanto, a Galicia, si bien aún existe incertidumbre en la evolución del sistema. "El consenso actual de las previsiones empujan el sistema hacia el norte. Esto se debería a una menor velocidad de desplazamiento hacia el este, lo que permitiría que Isaac fuese capturado por una vaguada desde Canadá, empujándolo hacia el norte".

Por tanto, según ElTiempo.es, es poco probable que los restos de Isaac lleguen a la Península Ibérica. En su lugar vamos a tener lluvias atlánticas la próxima semana, que entrarán por Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco y norte de Castilla y León.

"Para el miércoles la incertidumbre es aún más elevada, pero podrían llegar más lluvias desde el Atlántico. Este día podrían afectar sobre todo al oeste peninsular: Galicia, Castilla y León, y Extremadura. A día de hoy no se descarta que llegasen lluvias al centro". 

La inestabilidad será la gran protagonista de las primeras jornadas del otoño astronómico, pero las previsiones de precipitaciones, con un frente recorriendo el norte, podrían llegar a partir del martes, 1 de octubre, siendo la incertidumbre más elevada para el día siguiente, el miércoles 2.

En cuanto a las temperaturas, el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en España, Rubén del Campo, avisó a El Español de una bajada generalizada de las temperaturas. Todo apunta a que este año no tendrá lugar el conocido como veranillo de San Miguel, ya que se espera que las temperaturas bajen entre cinco y diez grados.

Los vientos del noroeste y del norte arrastrarán una masa de aire frío, que ya se ha comenzando a notar en Galicia, donde las mínimas bajarán hasta los 4 y 7 grados en ciudades, como Lugo y Ourense, respectivamente. En A Coruña las mínimas serán de 11 grados y en Pontevedra de 9 grados.