Publicada

Los días cada vez son más cortos y eso solo puede significar una cosa: estamos a punto de regresar al horario de invierno. Este ajuste, que ocurre cada año, se implementó inicialmente para aprovechar al máximo las horas de luz natural y reducir el consumo eléctrico, si bien muchas personas se siguen preguntando si realmente es necesario. 

Mientras tanto, el próximo cambio de hora en España y, por tanto, en Galicia, se realizará en la madrugada del sábado 26 al domingo 27 de octubre, cuando los relojes se deberán retrasar una hora. A las 03:00 horas, los relojes volverán a marcar las 02:00 horas, por lo que podremos disfrutar de una hora extra de sueño (o de fiesta).

A partir de esa fecha amanecerá una hora antes, pero también se hará de noche más pronto. Los teléfonos móviles y los ordenadores cambiarán de hora de forma automática gracias al protocolo de red Network Time Protocol (NTP), si bien las agujas de los relojes analógicos se deberán mover de forma manual hacia atrás.

El cambio de hora se instauró durante la Primera Guerra Mundial, aunque esta práctica no empezó a generalizarse hasta 1974, coincidiendo con la primera crisis del petróleo. "Su objetivo hora claro: aprovechar al máximo las horas de luz natural para reducir el consumo eléctrico", explica el portal Eltiempo.es. 

En la actualidad, la Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDEA) estima que los ahorros son mínimos, apenas un 5% en iluminación, por lo que desde hace años se cuestiona si el cambio de horario continúa siendo relevante.

Este está regulado bajo la Directiva 2000/84/CE y en España, el Boletín Oficial del Estado (BOE) ha establecido que esta práctica se mantendrá al menos hasta 2026, fecha en la que se procederá a revisar de nuevo la normativa.

"El próximo 27 de octubre de 2024, el cambio de hora será el penúltimo de la década, antes de que las autoridades decidan si se mantendrá o no esta tradición en el futuro". 

¿Cómo nos afecta el cambio de hora?

El hecho de cambio de un día para otro el tiempo en el que vemos los primeros rayos de luz, explica el psiquiatra Juan Carlos Día del Valle, "altera la secreción de melatonina", una substancia que disminuye cuando nos exponemos a menos luz solar. "Si cambiamos esta secreción podemos tener problemas de alteración del sueño".

Es un proceso adaptativo que dura dos o tres días y cuyas consecuencias son las mismas tanto en niños como en adultos, si bien los más pequeños de la casa podrían experimentar más cansancio que los adultos al necesitar más horas de sueño.

Acostarse y levantarse siempre a la misma hora, evitar estímulos lumínicos o de sonido en la habitación, y no hacer ejercicio físico unas horas antes de acostarse son algunos de los consejos que ofrece Juan Carlos Día del Valle para adaptarse de la mejor forma al nuevo horario.