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La primera ronda de reuniones para alcanzar el gran pacto por la lengua en Galicia, propuesto en mayo por el conselleiro de Cultura, Lingua e Xuventude, Xosé López Campos, ha tenido lugar este jueves, con un acercamiento de posturas entre la Xunta, el PSdeG y Democracia Ourensana (DO).

Por su parte, el BNG se ha mostrado más crítico, representado por Ana Pontón y exigiendo un "giro de 180 grados" en la política que ejerce la Xunta con el gallego. Para ello requieren una derogación o reforma del decreto del plurilingüismo aprobado en 2010 y que establece las materias que se pueden impartir en gallego, ingles o castellano.

La jornada del conselleiro iniciaba con una reunión con el presidente del Parlamento, Miguel Santalices, pero no era hasta la noche cuando detallaba a los medios las propuestas concluidas en la reunión con los grupos políticos, afirmando que estima alcanzar el pacto en un "plazo razonable" de "en torno a 15 meses", algo que tampoco ha compartido Pontón dada la situación "crítica" del idioma.

Los primeros informes emitidos por el Consejo de Europa y el Instituto Galego de Estatística apuntan a la necesidad de impulsar la lengua propia de Galicia en la enseñanza y a que su uso deje de decaer entre los jóvenes. Por su parte, López Campos ha reconocido que los niños "entran en la escuela" hablando gallego o lo aprenden en ese contexto, pero "socializan en castellano", según declaraciones recogidas por Europa Press.

El documento trasladado a los grupos políticos constaba de 10 páginas con medidas a largo y corto plazo. La propuesta de mayor calado, y que parece suscitar consenso unánime, es la de renovar el Plan Xeral de Normalización da Lingua adoptado por unanimidad en el año 2004, confirmando el conselleiro que se propondrá su actualización conformando siete grupos de trabajo.

Reacciones

La líder del BNG, Ana Pontón, ha sido la más crítica, saliendo a lamentar que no sea Rueda quien realice la ronda de reuniones: "su ausencia delata su falta de compromiso". Ha insistido en que se tumbe el "decreto de la vergüenza" de 2010, porque mantiene al gallego como una "lengua de segunda" en la enseñanza. En lo que sí parece coincidir su partido es en la renovación del Plan Xeral de Normalización, porque sus objetivos "siguen completamente vigentes".

Por otro lado, el PSdeG ha afirmado, en palabras de Silvia Longueira, que "ni ponen líneas rojas ni dejan de ponerlas". "Lo que queremos es ver el plan de trabajo y cómo ese plan modifica esta situación. Lo que queremos es que esos datos de las encuestas tengan una reversión, tanto con medidas conscientes como con una planificación y una norma a largo plazo. De lo otro, ya hablaremos y ya veremos qué propuestas tiene el partido que está gobernando". 

El diputado de DO, Armando Ojea, expresaba que "no vamos a hacer causa de guerra de eso. Pensamos que la defensa del gallego puede hacerse de muchas maneras y esa puede ser una de ellas, pero también habrá que estudiarla y habrá que valorarla", ha explicado, aunque deslizando que "habrá que hacerle algo de caso en algunos aspectos al BNG".

Por su parte, el portavoz del Partido Popular ha incidido en la importancia de la lengua gallega no sea "un problema", sino un "puente". "Algo que nos une y que no nos separa. No podemos utilizarla como arma arrojadiza desde ningún ámbito".