El presidente del Ejecutivo regional, Alfonso Rueda, anunció esta semana que la Xunta movilizará el año que viene más de 35 millones de euros para la planificación y puesta en marcha de actuaciones frente a los riesgos de inundación dentro del ámbito de la cuenca hidrográfica Galicia-Costa. El objetivo es que la comunidad "esté preparada para actuar" ante los eventos adversos de la meteorología.
La estrategia de Aguas de Galicia para el próximo año 2025 incluye un parque de actuaciones que abarcan medidas preventivas para evitar o minimizar los desbordamientos, acciones destinadas a proteger las áreas más sensibles a las inundaciones y trabajos de restauración ecológica y conservación tanto en los canales como en los contornos fluviales con el mismo fin. Como novedad, se propone también la creación de corredores fluviales verdes con el fin de emplear la vegetación de ribera para reducir el riesgo potencial de inundación en zonas sensibles.
¿Existe un riesgo real de inundaciones en Galicia?
Desde hace unas semanas en España solo se habla de una cosa: la DANA que azotó al sureste de la Península Ibérica, en especial a la Comunitat Valenciana y a Castilla-La Mancha. La desgracia tomó por sorpresa al país y el miedo se instaló en todo el territorio, pero en Galicia, según el delegado de la Aemet en la región, Francisco Infante, es "muy improbable" que azote una gota fría de estas características debido a tres factores: la temperatura del agua, la calidez del aire y la propia orografía.
El talón de Aquiles del noroeste español, sin embargo, son los temporales asociados a las borrascas atlánticas. Son escenarios habituales que "pueden traer consigo precipitaciones intensas, vientos importantes y un estado del mar muy complicado, produciendo así daños muy importantes". El cambio climático es un elemento clave porque "actúa como un amplificador de los fenómenos meteorológicos severos".
Por su parte, el investigador Ramón y Cajal CICA-UDC, Armand Hernández Hernández, apunta a este medio que "no quiero ser alarmista y no creo que la situación de Galicia sea comparable con la que se vive en el Levante", pero el riesgo de inundaciones "siempre está". "Siempre hablamos de probabilidades y sí que las hay en nuestra comunidad. Hay ciertos puntos donde pueden ser probables esas inundaciones sin tener un nivel de riesgo como en el Levante español porque las características del territorio son muy distintas".
"El nivel del mar con el cambio climático puede llegar a producir inundaciones cuando haya eventos extremos. No me extrañaría ver en un futuro cercano ver como esos temporales que se dan en zonas tropicales pasen a zonas extratropicales. Y una de las zonas de influencias puede ser Galicia"
El científico de la Universidade da Coruña indica que los mares y océanos "están cada vez más calientes" debido al cambio climático. "Eso lo que produce es que haya una mayor energía y esta se tiene que liberar de alguna manera, en ocasiones de forma violenta con lluvias torrenciales", dice. "En el Mediterráneo tienen DANAS que producen lluvias en poco tiempo y además, la orografía de la zona favorece esos cauces que se desbordan y no son capaces de asumir".
Los datos y estudios confirman que en Galicia se está produciendo una "mediterraneanización". Esto quiere decir que el clima cada vez tiene, salvando las distancias, un patrón más similar al de sureste de la Península Ibérica. Esto no quiere decir que esté lloviendo menos que en años anteriores, pero "las precipitaciones se concentran en determinados periodos", lo que puede llegar a producir inundaciones porque el suelo está más seco y absorbe menos aguas. Además, "cada vez hay más zonas urbanizadas y deforestadas que no permiten absorber ese agua".
El problema que tenemos que la región, según Armand Hernández, es que tenemos dos tipos de zonas inundables: las de tipo fluvial y las de tipo costero. "El nivel del mar con el cambio climático puede llegar a producir inundaciones cuando haya eventos extremos. No me extrañaría ver en un futuro cercano ver como esos temporales que se dan en zonas tropicales pasen a zonas extratropicales. Y una de las zonas de influencias puede ser Galicia".
Zonas de Galicia con mayor riesgo de inundación
La empresa DOTGIS, dedicada al análisis geoespacial, publicó en 2021 un informe en el que calculaba los municipios españoles con mayor población en riesgo de sufrir una inundación. Cuatro de ellos estaban en la Comunitat Valenciana (Massalfassar, Quartell, Benavites y Alfara de Patriarca), dos en Tarragona (Deltebre y Sant Jaume d'Enveja), otros tantos en Salamanca (Castraz y La Maya), uno en Zaragoza (Calatayud) y uno en Galicia: Betanzos.
"Es uno de los concellos gallegos donde existe un peligro importante de inundaciones. Tiene una orografía muy particular y además, es un núcleo de población importante. Ya ha vivido inundaciones importantes. Evidentemente, no han tenido la magnitud de las recientemente vividas en el Levante, que son prácticamente sin precedentes, pero sí, Betanzos es una de las zonas más sensibles de Galicia", afirma el investigador Ramón y Cajal CICA-UDC.
Otras zonas sensibles son aquellas cercanas a la desembocadura del río Ulla. "El peligro es cuando tienes una cuenca grande con un cauce más bien estrecho", apunta Armand Hernández Hernández, quien insiste en que "si hay que dedicar esfuerzos, se deberían centrar Betanzos". "Quizás también en Ponteceso, en la zona del río Anllóns. Son las zonas más delicadas de Galicia".
El Plan Especial de Protección Civil ante el Riesgo de Inundaciones en Galicia (Inungal), cuya última versión se publicó el paso 28 de octubre en el Diario Oficial de Galicia (DOG), clasifica los municipios con mayor probabilidad de sufrir inundaciones. Este plan cuenta con los estudios de riesgos por inundaciones costeras, fluviales y pluviales, incluyendo también los elaborados por los organismos de cuenca.
A Coruña
- Riesgo alto: Dodro, Padrón y Rianxo
- Riego medio: A Coruña, Cabana, Cambre, Camariñas, Culleredo, Ponteceso, Laxe, Oleiros, Vimianzo y Zas
- Riesgo bajo: Ames, Arteixo, Bergondo, Betanzos, Brión, Carballo, Cariño, Carral, Cedeira, Cee, Cerdido, Coirós, Coristanco, Fene, Ferrol, Fisterra, Malpica, Narón, Neda, Negreira, Noia, Ordes, Oroso, Outes, Paderne, Pontedeume, Porto do Son, Rois, Ribeira, Sada, Santiago de Compostela, Teo, Tordoia, Valdoviño y Vilaboa.
- Riesgo muy bajo: Boqueixón, Mazaricos, Miño, Touro, Val do Dubra y Vedra
Pontevedra
- Riego alto: Catoira, Pontecesures y Valga
- Riesgo medio: Baiona, Caldas de Rei, Cambados, Gondomar, Nigrán, Portas, Ribadumia, Vigo y Vilanova de Arousa
- Riesgo bajo: A Estrada, A Guarda, Bueu, Cangas, Cuntis, Moaña, Ponte Caldelas, Ponteareas, Pontevedra, Quiroga, Redondela, Ribadumia, Sanxenxo, Tomiño y Vilagarcía de Arousa
- Riesgo muy bajo: Marín, Meaño, Meis, Mondariz Balneario, O Rosal, Pazos de Borbén, Salvaterra do Miño y Vila de Cruces
Lugo
- Riesgo medio: Lugo, Sarria, A Pontenova, As Nogais, Cervo, Riotorto, Viveiro, Xove y Navia de Suarna
- Riesgo bajo: Alfoz, Begonte, Burela, Castro de Rei, Lourenzá, Meira, Mondoñedo, Monforte de Lemos, Muras, Pol, Ribadeo y Samos
- Riesgo muy bajo: A Pobra de Brollón, Chantada, Guitiriz, Láncara, O Páramo y Vilalba
Ourense
- Riesgo medio: A Rúa, Barbadás, Beade, Carballeda de Avia, Cenlle, Leiro, Monterrei, O Barco de Valdeorras, Ourense, Ribadavia, Verín, Vilamartín de Valdeorras y Xinzo de Limia
- Riesgo bajo: Allariz, Baños de Molgas, Maceda, Lobios, Maside, Porqueira, Rairiz de Veiga, Vilar de Santos y Vilar de Barrio
- Riesgo muy bajo: A Bola, O Carballiño, Oímbra, Rubiá, Sandiás, Trasmirás y Taboadela
Más urbanismo, más velocidad del agua
Cualquier obra afecta al terreno y a cómo fluye en agua en casos extremos. "Desvía el curso y genera un cambio de situación", indica a EL ESPAÑOL la presidenta del Colegio Oficial de Geólogos, Nieves Sánchez. Sin embargo, si esa agua tiene que pasar por una zona urbanizada, el espacio de flujo puede verse reducido en un 80% o más. "El resultado es que el calado aumenta y, sobre todo, la velocidad a la que corre", dice el profesor de Geología en la Universidad Complutense de Madrid (UCM), David Uribelarrea.
Si comparásemos una fotografía aérea de Galicia de los años 60 y otra del 2024 serían completamente distintas. "Los usos del suelo han cambiado. Si se preservaran los bosques de ribera, tendríamos una mayor protección en caso de producirse inundaciones. Cuando menos zonas de absorción tengamos, más nos exponemos, aunque entiendo que tenemos que vivir y necesitamos espacios donde desarrollar actividades económicas. Se trata de buscar un equilibrio", sentencia el investigador Ramón y Caja CICA-UDC, Armand Hernández Hernández.