El caso Samuel Luiz, el asesinato a golpes del joven coruñés en la noche del 3 de julio de 2021 en el Paseo Marítimo, ya tiene sentencia y la ciudad puede comenzar a pasar página de uno de sus episodios más negros.

En total, son 74 los años de prisión que tendrán que cumplir los principales acusados: Diego Montaña (24 años), Alejandro Freire (20 años), Kaio Amaral (20,5 años) y Alejandro Míguez (10 años). 

En sede judicial se sentó también en el banquillo de los acusados, Katy Silva (en el momento de los hechos novia de Montaña y presente aquella noche) pero el jurado popular decidió su absolución.

Por su parte, la asociación ALAS de A Coruña se personó en el caso como acusación popular alegando que se tuviese en cuenta el agravante de discriminación por motivos de orientación sexual en este caso, al producirse la agresión mortal al grito de "maricón de mierda" por parte de uno de los principales acusados y quien inició la agresión.

Ana García, presidenta de ALAS, ha tenido acceso a la sentencia hecha pública este miércoles por la magistrada del caso, la que tras horas de lectura, describe como "minuciosa". "El objetivo era el reconocimiento de los hechos en sede judicial, que se reconozca que te asesinen al grito de "maricón de mierda" es homofobia y no un insulto cualquiera, porque evidentemente es vejatorio y LGTBIfobia", dice.

Como organización, subraya que "la meta no es celebrar las penas impuestas, sino que ese tipo de violencia no quede impune", algo que concreta que "queda claro" en esta sentencia. A su vez, reconoce el esfuerzo del jurado popular y de la magistrada por esclarecer los hechos en la sentencia "de manera tan minuciosa y garantizar que los responsables de estos actos afronten las consecuencias".

Sostiene que "la magisrada fundamenta muy bien el por qué de las penas que impone" y apunta que "que los acusados pasen 5, 20 o 50 años en la cárcel no va a devolverle la vida a Samuel". Además, concreta que el proceso "no tiene sentido si no hay una correcta reinserción". "Las penas son una manera de afrontar la responsabilidad que tienen por haber cometido determinados actos y la sentencia repara solo un poquito el daño hecho, porque es prácticamente irreparable", reconoce.

"Esta sentencia demuestra que este tipo de actos no tienen cabida en una sociedad democrática, esperamos que sirva para crear conciencia y seguir trabajando en políticas de prevención, educación y erradicación de la violencia", enumera, a la vez que determina que "esta violencia no solo afecta al colectivo LGTBI, sino al conjunto de la sociedad".

"Que te griten "maricón de mierda" es homofobia en cualquier contexto y quien lo puso en duda que lea la sentencia cuando sea pública y se retracte de sus palabras porque hubo mucho debate en redes y en las televisiones", recuerda.

Sobre el caso, expone que "no tiene que ver con que Samuel fuera o no fuera gay", algo que califica de "totalmente irrelevante", sino que afirma que está relacionado con el hecho de que "fue muy duro ver cómo en sede judicial se estaba debatiendo si lo es o no".

"Hubo lectura social de su cuerpo, de su expresión de género... y se vio como una persona con pluma y maricón de mierda y se le atacó por ello", explica tajante la presidenta de ALAS.

"Repara tantos años de violencia sin sentido"

La sentencia, consideraba "ejemplarizante" por la mayoría de la opinión pública (el principal acusado ha sido sentenciado a casi la pena máxima posible de 25 años para este caso), bajo su punto de vista "repara tantos años de violencia sin sentido".

A su juicio, "la LGBIfobia no termina con esta sentencia". "No son nombres concretos, hay que seguir creando conciencia", desea, mientras subraya que este proceso judicial "es un paso más adelante para que nuestra comunidad alcance la igualdad real".

"Esperemos que esto no vuelva a ocurrir, pero si pasa, que la persona agredida pueda utilizar esta sentencia como jurispurdencia para su caso", valora. Sobre el sistema penal de España, lo considera "garantista" y aboga por un sistema penitenciario que trabaje con la población reclusa "para alcalzar esa reinserción".