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Fachada del TSXG en A Coruña.
Condenado un hombre por agredir a otro al que reprochó tener suelto al perro en Narón (A Coruña)
El TSXG considera probado que, durante la disputa que mantuvieron, el acusado le arrebató al perjudicado una hoz con la que previamente éste le había golpeado en una mano
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El TSXG ha confirmado la condena de nueve meses impuesta a un acusado de agredir a un hombre que le reprochó que dejara suelto a un perro.
Concretamente, el condenado le propinó un puñetazo en la boca a la persona que le reprochó el hecho de que dejara suelto en un terreno un perro de raza bóxer. La Sala ha rechazado el recurso presentado por el procesado.
Al igual que en la sentencia de primera instancia, el TSXG considera probado que, durante la disputa que mantuvieron, el acusado le arrebató al perjudicado una hoz con la que previamente éste le había golpeado en una mano.
El forcejeo, según la sentencia, "terminó cuando el encausado dio desde su posición superior un cabezazo en la boca al afectado, inmovilizándolo en el suelo y abandonando posteriormente el lugar". Como consecuencia de la agresión, la víctima sufrió la pérdida de una pieza dental.
Los magistrados del alto tribunal gallego destacan, en contra de lo alegado por el condenado, que "no hay ausencia de prueba, ni tampoco interpretación absurda o ilógica de la desplegada y ponderada".
Lesiones "incuestionables"
Así, subrayan que es "incuestionable" la realidad de las lesiones sufridas por el perjudicado, así como que el propio acusado "reconoció haberse puesto encima de él, propinándole en aquel momento, con el agredido en plano inferior, un cabezazo en el rostro".
En cuanto a la justificación de la legítima defensa, el TSXG señala que coincide con los razonamientos de la sentencia apelada, pues el ataque inicial de la víctima ya había finalizado.
El procesado, según explica la Sala, "ya no trata de repeler una pretendida agresión, sino que su propósito o bien es inmovilizar o bien una suerte de venganza ante lo que previamente había ocurrido".