Exterior de un local de ocio nocturno.

Exterior de un local de ocio nocturno. César Arxina

Provincia de A Coruña

El precio de la fiesta en Santiago se dispara: 14 euros y dos horas de espera para entrar

Los estudiantes denuncian que se ven obligados a comprar las entradas a discotecas con hasta cinco días de antelación

12 octubre, 2022 06:00

Colas en cafeterías compostelanas los lunes por la mañana, entradas a pasos de Ecuador agotadas en horas, y unos precios que continúan subiendo sin precedente. La noche universitaria compostelana se ha transformado por completo desde el final de las restricciones por la pandemia.

Esta explosión de demanda es una consecuencia directa de la pandemia, al ser el primer año desde 2019 en el que se puede estar sin mascarillas en recintos cerrados. Ya no existen los límites de aforo, ni tampoco las restricciones horarias, pero eso no significa que esta vuelta a la fiesta sea como en años anteriores.

En apenas unos tres años, muchas discotecas han pasado de vender su precio de entrada de cinco a doce o catorce euros. Este aumento de precios, son muchos los que los vinculan al impacto que la pandemia ha tenido en especial con estos locales. "Mi sensación es que todos los empresarios lo que quieren hacer es ahora recuperar todas las pérdidas del covid y generar beneficios suficientes para poder guardarlos. Si además, ve que la gente responde y le sigue comprando a esos precios los mantendrá", explica un universitario. "En cuarentena, Facultad y Ruta costaban cinco euros. Si ellas suben sus precios suben todas y si además pueden apoyarse en los pasos de Ecuador para conseguir gente, pues normal".

Este estudiante señala que esta alza de precios no se ha dado únicamente en Santiago. "Hay que tener en cuenta que aquí la Universidad recibe a gente de todos lados, a veces de toda Galicia en facultades como Medicina, que solo hay una. Estas personas a lo mejor vienen de otros sitios, como A Coruña o Vigo, y están acostumbrados a pagar 15 y 17 euros por una entrada. Mientras haya gente así y el resto no se quejen, no habrá cambio de los precios", explica.

A algunos estudiantes de primer año, ya bien sea de universidades o de ciclos, les sorprende esta circunstancia. Maise Domínguez, de A Pobra do Caramiñal, está estudiando un ciclo de guía de información y asistencia turística en la ciudad y dice que la situación no es sencilla. "Agora as entradas están a catorce euros e tes que collelas ao mellor con un mínimo de cinco días de antelación. As colas soen ser bastente largas, e a xente é de esperar ó mellor dúas horas para conseguir unha entradas, se o consiguen", señala Maise.

La pobrense se une a las quejas por los incrementos del precio, pero también señala que no todo es por los pasos universitarios. "Catorce son bastante caros, sean de paso ou non, porque agora aínda que as collas por reserva na propia discoteca, incluso por enchufe, cobranche igual, así a compraras por un paso ou non". Para ella es su primer año en la ciudad universitaria y de los precios antes de la pandemia sabe por lo que le cuentan. "Pre covid estaban a sete dixéronme, e Ruta estaba de cinco".

Los promotores

Son muchos los que culpan a dos personajes centrales en esta batalla: los organizadores de pasos de Ecuador y las cuentas promotoras de Instagram. Son comunes los comentarios sobre cómo las fiestas organizadas arruinan la noche compostelana, y que ahora es casi imposible salir de manera espontánea las noches del jueves y viernes, donde el aforo está completo en alguno de los establecimientos más populares.

Estos organizadores desmienten las acusaciones. Argumentan que son las discotecas, y no ellos, los que ponen el precio a las entradas que promocionan. Uno de estos promotores indica que el proceso se inicia porque las discotecas tienen unos plazos para organizar fiestas, y como prefieren que se realicen pasos de Ecuador, que traen a más personas al local, contactan directamente con ellos. "Les ofrecen las entradas a 12 o 14 euros con un margen de uno o dos euros para los organizadores, que reciben la comisión por los trámites de vender entradas y diseñar el cartel", señala el moderador de uno de los perfiles.

Este promotor sin embargo, se muestra contrario a estos precios. "Yo también considero que es demasiado, pero no depende de mí. Yo intento ahora, igual que otros compañeros, buscar y organizar otros sitios que cobren a lo mejor solo seis euros por la entrada por ejemplo. Yo ya no haré fiestas con esos precios", explica. El moderador indica que son muchas las voces las que les señalan a título personal porque ellos son las caras visibles de la situación, los que tienen un mayor número de seguidores y por tanto un mayor alcance al público, pero que son afirmaciones que distan de la realidad y les hacen daño, no solo a sus marcas sino personalmente.

Los locales les contactan por una razón sencilla, de esta manera no tienen que ir buscando ellos la clientela u organizando ellos la publicidad sino que traspasan la responsabilidad a cuentas de Instagram con miles de seguidores universitarios. Todo ello deriva en una situación muy concreta: los que quieran entrar deben tener antes reserva previa, algo que tiene sus pros y sus contras. "Si lo haces a través de reservas no generas las colas de antes a las puertas de la discoteca, con lo cual molestas menos a los vecinos, pero por otra parte la gente tiene que pillar las entradas mucho antes", señala el promotor.

¿Puede seguir así la situación? ¿Con una inflación al alza y un público que en su mayoría no cuenta con ingresos estables? Estos organizadores creen que no y ya ven señales de una ralentización en la oferta. "Pienso que va a bajar el tema, de hecho ya lo ha hecho. Exceptuando el jueves, ya hay muchos días que los locales venden a seis o siete euros las entradas con una consumición. En Ruta en particular ahora están haciendo días con entrada gratis. Se está regularizando la situación".

La demanda, de todas formas, no cree que baje el ritmo. "La gente tiene muchas ganas de fiesta. Hay que tener en cuenta que apenas salimos de septiembre, estos son meses donde hay mucha demanda. Ahora está todo vendido".