La Guardia Civil ha detenido a un vecino de Mesía (A Coruña) acusado de captar inmigrantes para trabajar en clubes de alterne, además de agredir sexualmente a varias empleadas.
La operación se inició tras la denuncia de una menor de edad, que señalaba que había visto una oferta de camarera en internet. Las condiciones parecían "excelentes", según relató, y comenzó a trabajar ese día terminando su jornada a las 3:00 horas.
Tras finalizar su jornada, su jefe la invitó a tomar una copa con otras dos mujeres para celebrar su llegada. Más tarde, tras tomar la segunda copa, se empezó a sentir mal y se despertó desnuda encima de la mesa de billar. El hombre la drogó y la agredió sexualmente.
Por si fuera poco, al día siguiente la joven amaneció en una habitación del establecimiento encerrada con llave. La mujer relató que después de despertarse, su jefe entró y la volvió a agredir sexualmente una vez más
En el transcurso de la investigación, en la que los agentes contaron con la colaboración de la abogada de la OID de SOS Racismo Galicia, los componentes del Equipo Territorial del Policía Judicial descubrieron la existencia de otras 23 posibles víctimas de esta persona.
Anuncios por internet para captar a las víctimas
El hombre ofrecía trabajos de camarera, limpiadora, pintores, albañiles o personal para reformas, entre otros, para captar a las víctimas. Estas eran personas vulnerables, en situación irregular y precaria, tanto económica como legamente.
El hombre les ofrecía buenas condiciones e incluía alojamiento, pero debían abonar una fianza por esto. Las personas tenían incluso que llegar pedir dinero a sus familias o créditos. Para los investigadores, la estafa de esta cantidad inicial era el motivo principal de la captación de personas.
Los locales donde colocaba a estas personas no tenían agua corriente, muchas personas dormían en el suelo y no tenían libertad de entrada ni salida, ya que los amenazaba con denunciarlos a las fuerzas de seguridad por su situación irregular.
Asimismo, la investigación ha destacado que a dos de las mujeres contratadas les ofertó posteriormente trabajar en el club de alterne como prostitutas, quedándose con gran parte o con la totalidad de la cantidad que los clientes habían abonado por sus servicios.
Agresiones sexuales
Como fruto de esta operación, se corroboraron otros dos casos de agresiones sexuales a sus empleadas, realizadas supuestamente bajo sumisión química, detectando también que el club disponía de dos dobles acometidas de suministro eléctrico.
Por estos hechos, la Guardia Civil procedió a la detención de esta persona como supuesto autor de los delitos de explotación, trata de seres humanos, agresión sexual, prostitución, detención ilegal, daños contra la integridad moral, estafa y fraude del fluido eléctrico.