Agentes del equipo Roca de Santiago de Compostela, en colaboración con varias unidades de la Guardia Civil, detuvieron a diez personas por 13 delitos de robo, uno de estragos y pertenencia a un grupo criminal en el marco de la operación Copperberry, que actuó en varios municipios de la provincia de A Coruña.
La operación se inició a raíz del robo de cable del tendido telefónico en la localidad coruñesa de Noia el pasado mes de enero. En el marco de la investigación, los agentes a averiguaron que los presuntos autores formaban un grupo criminal itinerante especializado en la sustracción del cableado del tendido telefónico en zonas rurales de toda la geografía española.
Según explica la Guardia Civil en un comunicado, el grupo "se encontraba perfectamente estructurado y jerarquizado" y se dividía en células para realizar estas actividades ilícitas. Los vehículos utilizados en sus desplazamientos pertenecían a empresas de alquiler, con lo que pretendían entorpecer la labor investigadora y su localización.
Modus operandi
El modus operandi consistía en el estudio de la zona y de las posibles vía sde escape. Una vez planificado, al anochecer, se desplazaban al lugar seleccionado en una furgoneta, a la cual precedía un turismo que actuaba como lanzadera para informar de posibles controles policiales.
Una vez en el punto, cortaban los cables del tendido en trozos de 1,60 metros y los introducían en los vehículos, abandonando el lugar para trasladarse a localidades alejadas, en donde sus integrantes quemaban el material sustraído en una zona aislada para retirar el recubrimiento y quedarse con la parte metálica.
Gracias a la colaboración ciudadana, los investigadores pudieron localizar en Arzúa una línea telefónica saboteada y hallar las herramientas utilizadas para el corte del tendido y varias pilas de cable ya cortado, apilado a lo largo del camino adyacente.
Tras el hallazgo, la Guardia Civil estableció un dispositivo de vigilancia en la zona, que dio sus frutos al sorprender cuatro de los integrantes cuando se disponían a recoger parte del cable preparado para su transporte. Una vez detenidos, se localizaron en su turismo secciones de cable, herramientas, guantes e indumentaria para la comisión de los robos. Los agentes lograron recuperar 5.200 kilos de cable. Estiman que el valor total de los daños ascendía a los 350.000 euros.
Los agentes lograron identificar a todos los componentes del grupo criminal, la mayor parte de ellos conocidos de las fuerzas de seguridad por diversidad de ilícitos, así como localizar varios de los puntos utilizados para la quema del cable, sorprendiendo en uno de estos campamentos itinerantes a otros cuatro miembros del grupo en plena actividad de quemado, procediendo a su detención.
Una vez conocida la identidad de los presuntos integrantes del grupo, la Guardia Civil procedió a la detención de los dos miembros del grupo que permanecían en libertad.
A estas diez personas se las considera presuntos autores de 13 delitos de robo, un delito de estragos, un delito de pertenencia a grupo criminal y un delito de apropiación indebida por no devolver uno de los vehículos de alquiler en el plazo establecido.
Así, se esclarecieron delitos de robo de tendido telefónico realizados en las localidades de Noia, Ames, Rois, Negreira, Boimorto, Arzúa, Frades, Val do Dubra, Trazo y Muros.
Una vez detenidos los presuntos autores, la Guardia Civil centró sus esfuerzos en la localización de los puntos de venta del material sustraído. Y gracias a la colaboración del Centro de Cooperación Aduanera (CCPA) de Tui, pudieron acreditar la venta del mismo en chatarrerías de Portugal.
La Guardia Civil mantiene la operación abierta, de manera que no descarta la posible implicación de los detenidos en ilícitos de la misma índole cometidos en otras provincias gallegas.