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¿Será rehabilitada la Fábrica de la Luz de Betanzos? Esta pregunta flota sin contestación desde hace mucho tiempo sobre el conjunto industrial de esta localidad de A Coruña que desde 2018 está catalogado como monumento por Patrimonio Cultural de la Xunta de Galicia. Ni siquiera se vislumbra una respuesta después de que su propietaria, Naturgy, iniciase este verano y rematase ya las obras para estabilizar el edificio. Su recuperación y sus usos futuros siguen siendo una incógnita.

"Todos los trabajos de consolidación previstos están ejecutados", aseguran fuentes de Naturgy, que, a preguntas de Quincemil, no facilitan información sobre "lo que se va a hacer con el edificio". El Concello de Betanzos, también consultado, confirma la culminación de las obras y remite a la compañía eléctrica para conocer futuros planes.

"Avanzado estado de deterioro y derrumbe de las construcciones, especialmente de la estructura de madera de la cubierta de la nave. El edificio administrativo también está abandonado y sufre un importante deterioro". Así describe la entrada en la página web de Hispania Nostra correspondiente a la Fábrica de la Luz el estado en que se encuentra.

Esta es una asociación nacional no lucrativa de utilidad pública que en 2007 incluyó el complejo industrial sobre el río Mendo en su Lista Roja, formada por bienes considerados como patrimonio cultural y natural que están "en riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores".

Enfrentamiento antes de las obras

General de Edificios y Solares, propiedad de Naturgy y titular de la también conocida como Casa de la Luz, obtuvo licencia a finales de julio pasado para llevar a cabo los trabajos de estabilización y aseguramiento en el inmueble. Esta autorización partía de una orden de ejecución dictada por el Ayuntamiento de Betanzos en 2020 que fue objeto de sucesivos aplazamientos por alegaciones y recursos de la empresa propietaria, que se oponía a consolidar el edificio, intentó derribarlo y venderlo en 2017, sin éxito, y apeló contra los requerimientos municipales por vía judicial.

Parte trasera del edificio principal de la Fábrica de la Luz, también con cubierta nueva. Quincemil

El Gobierno local detalló en una resolución los trabajos, valorados en algo más de 135.000 euros. Debían empezar en seis meses y durar un máximo de 36. Según el Concello y Naturgy, están acabados. Entre otras obras, se consolidaría la estructura de la cubierta y los cerramientos del edificio principal, se desmontaría el alero en vuelo cercano al volumen al noroeste y se retirarían los revestimientos interiores como falsos techos y escombros acumulados.

Durante el desmontaje se evaluarían de forma individual los restos de la edificación, se revisaría la estructura principal del aserradero para garantizar su estabilidad y seguridad y posteriormente se mantendría limpia y sin biomasa vegetal la parcela que ocupa la Fábrica de la Luz, que se cerraría para evitar la entrada de personas ajenas a la instalación. La Policía Local ha acudido a menudo, avisada por vecinos, para evitar la presencia de individuos que se dedican al trapicheo de drogas.

Industrias Núñez a comienzos de siglo XX

Según las fuentes del Gobierno de Betanzos, el futuro de la Fábrica de la Luz está en manos de Naturgy, y la empresa, tras las obras que ha realizado, no garantiza que el antiguo complejo industrial continúe abandonado. Las dos partes han llegado a plantear soluciones, como una posible cesión de la construcción para ser dedicada a usos culturales o museísticos, según llegó a apuntar el Concello a finales de 2023. Pero ni se han concretado avances más allá de las obras de estabilización recientes ni las distintas fuentes parecen mostrar interés por despejar las tinieblas.

Parte del complejo industrial de la Fábrica de la Luz con sujeciones para estabilizar la estructura. Quincemil

La fábrica eléctrica, aunque ahora revestida en alguna de sus partes, agoniza en la entrada a Betanzos por la avenida de A Coruña en A Ponte Nova. El complejo está compuesto por cuatro edificaciones: la fábrica de luz con dos volúmenes colindantes, el aserradero, un depósito y un pequeño edificio, además de construcciones auxiliares y un embarcadero en el límite de la parcela con el río Mendo.

La construcción del inmueble inicial comenzó en 1895 con el diseño del ingeniero José López-Cortón en 1895 y el segundo se fecha en 1910, a cargo de Rafael González Villar, arquitecto, entre otros, del Kiosco Alfonso y el antiguo cine Avenida en A Coruña. A comienzos del siglo XX fue sede de Núñez y Compañía, una de las industrias más representativas de la provincia de A Coruña, grupo empresarial dedicado a actividades bancarias y establecimientos comerciales que a orillas del Mendo tenía una fábrica de electricidad, una serrería, molinos harineros y carpintería mecánica.

El complejo brigantino es "testimonio significativo de la introducción de la electricidad en Galicia" y "obra representativa de la primera arquitectura industrial gallega", describe la Dirección Xeral de Patrimonio.