La sección segunda de la Audiencia Provincial de A Coruña ha condenado a una banda de ladrones compuesta por cinco hombres. Los acusados actuaban siempre de noche, bien mientras el local permanecía cerrado, o bien con los trabajadores atendiendo de cara al público.
El juicio se saldó con cuatro hombres condenados como coautores de un delito de robo con violencia e intimidación en varios restaurantes y bares. A todos se les aplicó, además, el agravante de empleo de disfraz. A mayores, dos de los juzgados eran reincidentes. Todos ellos cumplirán penas de entre los 4 años y nueve meses de cárcel y los cinco años.
También los condena, junto al quinto acusado, por cometer un delito continuado de robo con fuerza en establecimiento abierto al público fuera de las horas de apertura, y participación en grupo criminal, con la agravante de empleo de disfraz, a penas de entre cinco años y cinco meses y siete años y seis meses de prisión. Por último, todos ellos quedan absueltos por el delito de tentativa de robo con violencia en una gasolinera.
La Audiencia considera probada su culpabilidad porque, entre otras pruebas, existen imágenes captadas por las cámaras de seguridad los locales asaltados. Las declaraciones de los testigos y de los agentes también fueron claves para dictar sentencia.
El modus operandi de los cacos era, en líneas generales, era que cuatro de los acusados asaltasen al objetivo mientras el quinto se quedaba en el coche esperando a que sus compañeros terminasen la faena. Acto seguido, todos ellos huían en un Opel Astra.
En los atracos todos tapaban sus rostros con algún gorro, bufanda o sudadera. Asimismo, iban armados con objetos como mazas metálicas y pistolas de fogueo.
La justicia ha ordenado a los acusados a cumplir penas de cárcel y a indemnizar a trabajadores y propietarios de los locales en concepto de los daños materiales ocasionados, así como lo sustraído.