El 2024 no ha comenzado con buen pie como centenares de jóvenes lucenses esperaban, debido a que la fiesta de Nochevieja para la que compraron entradas en la discoteca Zouk, de las más multitudinarias de la ciudad, fue para algunos una pesadilla. Miles de asistentes denuncian "falta de seguridad" y van a interponer una demanda colectiva contra los promotores del evento y los responsables de la sala alegando "incumplimiento del contrato de la prestación de servicios".
Así lo ha confirmado a Europa Press el abogado José Piroscia, encargado de representar a los más de 875 asistentes que han manifestado su deseo de acometer acciones legales contra los organizadores de la fiesta celebrada en este popular local de ocio nocturno situado en el polígono industrial de As Gándaras. La macrofiesta incluía barra libre y servicio de traslado en autobús al lugar del evento para todos los asistentes.
A esta fiesta multitudinaria acudieron el 31 de diciembre de 2023 más de 1.800 personas de entre 20 y 25 años y las principales quejas se centran en la mala gestión del aforo, el funcionamiento de la discoteca y la seguridad. Muchos sufrieron largas esperas para poder entrar con una cola interminable en la que llegaron a permanecer hasta dos horas, según algunos afectados, algo incomprensible habiendo pagado entradas que rondaban precios entre los 45 y 50 euros.
"Yo llegué allí sobre las dos de la mañana y había un montón de cola, todo el mundo intentaba colarse o entrar como podía porque estaba desesperada", contó a Europa Press una joven, la misma que revela que en el interior de la discoteca había más gente de la permitida. "Si llega a pasar algo, un incendio, si alguien se desmaya o a alguien le pasa algo, yo creo que nos morimos allí la mitad", denuncia Lucía Piroscia.
La afectada ha sido la encargada de movilizar por medio de un formulario compartido en sus redes sociales el descontento de otros asistentes y poder emprender así acciones legales de manera conjunta, al mismo tiempo que denuncia la ausencia de personal suficiente para dar respuesta a la multitud congregada en la discoteca. "Solo había una barra abierta y cuatro o cinco camareros atendiendo a mil y pico personas, toda la gente estaba apelotonada, casi no se podía ni respirar", apunta.
"Nos ha tocado la lotería porque no pasó nada"
"Hoy somos todos muy afortunados, nos ha tocado la lotería porque no pasó nada y no hemos tenido que lamentar una desgracia", ha dicho el padre de la joven y abogado que presentará la demanda colectiva, que ha recalcado a su vez que son unos "hechos muy graves con los que como padre se me ponen los pelos de punta".
"Se habían vendido 1.800 entradas e incluso se esperaba vender más cuando el aforo era de 967 personas", precisa el abogado, que avanza que está realizando averiguaciones para determinar quienes son los principales responsables de lo sucedido y así pedir responsabilidades.
Asimismo, la demanda será formulada en base a un "incumplimiento del contrato de prestación de servicios" por parte de los organizadores, así como por la "falta de medidas de seguridad" en la instalación, y será presentada de manera inminente. "Cerraremos en un par de días las listas e iniciaremos los trámites para reclamar en nombre de todos ellos, lo que queremos es que no vuelvan a repetirse hechos como este", apostilla el letrado.