La sección segunda de la Audiencia Provincial de Lugo ha condenado a un hombre a cuatro años de prisión como autor de un delito contra la salud pública por traficar con cocaína en un bar que regentaba. El varón también tendrá que hacer frente a una multa de más de 15.600 euros.
El tribunal considera probado que el hombre trapicheaba con drogas, concretamente con cocaína. El auto recoge que realizaba las entregas en el interior del local, hechos que se ven probados gracias a las pesquisas de la policía, que vigiló el lugar ante las sospechas de que pudiese tratarse de un punto de venta de drogas. Los agentes "pudieron comprobar habituales contactos del acusado con consumidores que acudían para proveerse de cocaína", según recoge la sentencia.
Los trapicheos datan de 2021, aunque los agentes no registraron el local hasta enero de 2022. El día 27 de enero "se realizó, con la autorización del acusado, la entrada y registro en el local, incautándose 5 envoltorios de cocaína que estaban en el interior de una bolsa de plástico transparente en una nevera". A estos se sumaron otros tantos en una cazuela y material que habitualmente está relacionado con la venta de estupefacientes. Es el caso de una báscula de precisión y varios teléfonos móviles. En el local de hostelería también llegó a encontrarse un patinete eléctrico que, según el auto, se habría adquirido con las ganancias de la venta de drogas.
Al registro en el local se sumó uno en el domicilio del varón. En la vivienda se encontraron más dosis de cocaína, más teléfonos móviles y tijeras con restos de cocaína. Asimismo, el hombre llevaba 50 euros y otros dos móviles en sus bolsillos. "Según un informe relativo al valor de dicha droga en el mercado ilícito, y teniendo en cuenta el precio de la cocaína en el mercado ilícito en aquel momento, con las sustancias intervenidas se podrían obtener unos beneficios de 4.001,32 euros", señala la sentencia.
Durante las declaraciones testificales, el detenido aseguró que no tenía relación con el bar donde se realizaban los trapicheos, más allá de que pertenecía a su anterior pareja. El hombre tenía a su cargo a tres niños y cobraba una prestación de 1.451 euros y defendía que no trabajaba para no perder la ayuda. Asimismo, negó ante los policías que vendiese cocaína y justificó la cantidad incautada con que era para consumo propio de él, pero también de su pareja. El tribunal no tomó como verídica la versión del acusado. No obstante, cabe recurso, pues la sentencia no es firme.