Alepo se reconstruye desde Galicia: así es el proyecto en el que participa Tejas Verea

“El ladrillo más caro del mundo” vale 500 euros y está elaborado con cascotes de edificios de Alepo, un lugar donde la guerra se instaló en la rutina diaria de sus habitantes hace casi diez años. Esta es la base del proyecto Alepoh, impulsado por la ONG Rescate y financiado con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, en el que recientemente se ha involucrado la empresa gallega Tejas Verea.

El objetivo principal es recaudar fondos para reconstruir una pieza clave en la ciudad siria como es su fábrica de ladrillos (renombrada como Fábrica de la Esperanza para esta iniciativa) y así poder volver a poner en pie casas, hospitales y colegios. La idea se hizo eco desde Siria hasta la parroquia coruñesa de Mesía (A Coruña), donde se encuentran las instalaciones de Verea, gracias a la Asociación Española de Fabricantes de Ladrillos y Tejas de Arcilla Cocida (Hispalyt).

“Nos propusieron a todos los socios hacer una compra conjunta de los ladrillos solidarios y aceptamos. Es una forma de ayudar que está a nuestro alcance y nos permite cerciorarnos de que el dinero donado será destinado íntegramente a este proyecto”, explica la responsable de marketing de Verea, Lucía Verea. La joven se muestra orgullosa de que desde la empresa familiar fundada hace ya más de 50 años por su abuelo, Luis Verea, aporten su grano de arena para este tipo de causas y asegura que “ojalá la ONG venda la edición limitada de 200 ladrillos que ha sacado al mercado”. Estos elementos de construcción presentan un estilo muy distinto al habitual, ya que son totalmente blancos como símbolo de paz y de esperanza y llevan grabada la inscripción “Made in Spain for Alepo”.

La meta actual es el millón de euros de recaudación, un dinero que según Rescate serviría para fabricar casi millón y medio de ladrillos, rehabilitar 400 viviendas en el este de Alepo (una de las zonas más castigadas) y reconstruir íntegramente dos hospitales y entre 10 y 15 escuelas. Un logro ambicioso pero no imposible, ya que desde la ONG aseguran que actualmente 15.000 personas han podido ser atendidas. Además, se han elaborado 31.000 ladrillos con más de 10.000 toneladas de escombros gracias a la colaboración de 136 mujeres y hombres sirios que, a pesar de la destrucción que les rodea, no pierden la esperanza de que su ciudad vuelva algún día a ser la que era.