‘Corazón Galaico’, una historia a medio camino entre A Coruña y Francia
Su autor Jacobo Ríos es el único español profesor de derecho en Francia, con 20 años abandonó A Coruña y ahora ha conectado ambos países a través de una novela
6 julio, 2023 05:00Con 20 años Jacobo Ríos abandonó la Facultad de Derecho de A Coruña y partió a Francia. Tras completar su Erasmus -que sorteó sin saber francés- obtuvo una beca de la Fundación Barrié para hacer un máster en el país transpirenaico. Gracias a su experiencia pudo doctorarse en Derecho en la Universidad de La Soborna. Ahora es el único español profesor de Derecho en una universidad francesa, además de Decano de la Facultad de Derecho y de Ciencias Económicas de la Universidad de Perpiñán.
En su búsqueda de nuevos retos y aventuras se propuso escribir una novela. El resultado de sus vivencias y viajes entre A Coruña y Francia ha dado lugar a Corazón Galaico. Un debut como autor que promete transportar al lector por un viaje de aventuras y misterio protagonizado por Xabier, un estudiante Erasmus de A Coruña en París, que se encuentra con Artaï, un profesor de Derecho celta que le propone una misión: volver a Galicia a buscar un libro mítico, el Ciprianillo, libro de tesoros.
@quincemil15000 Con 20 años Jacobo Ríos abandonó la Facultad de Derecho de A Coruña y partió a Francia🧑⚖️🇫🇷. Desde entonces no ha vuelto a vivir en la ciudad. Ahora es el único español profesor de Derecho en una universidad francesa y ha escrito un libro a medio camino entre Francia y Galicia: Corazón Galaico #AcentoCoruñes #ACoruña #CorazonGalaico #literatura
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El autor presenta esta tarde su novela en A Coruña, de la mano de su editorial Hércules Ediciones. Lo hará esta tarde a las 19:30 en el auditorio de la Fundación Rodríguez Iglesias, en la calle de la Cordelería, número 32.
De corazón Galaico es una historia con mucha personalidad a medio camino entre A Coruña y Francia, ¿Cuánto de personal hay en este libro?
Siempre me apeteció escribir una novela de aventura y tenía bastante clara la idea de hacerlo sobre A Coruña. Me interesa bastante la literatura de aventuras con un toque fantástico y al mismo tiempo los mitos de Galicia. Entonces empecé a pensar cómo se podría hacer una historia que estuviera conectada con estas leyendas antiguas, pero que pudiera suceder hoy. Me dije ¿qué puedo aportar yo a esto?, y pensé que podía aportar mi propia experiencia personal. Llevo muchos años viviendo en Francia y dije pues ¿por qué no conectar Francia con Galicia?
Yo viví siete años en París, que sale al principio del libro. Ahora llevo varios años viviendo en Perpiñán -una ciudad fronteriza a 33 kilómetros de la frontera con Cataluña y con Los Pirineos-.Y me di cuenta de que también hay una conexión con mitos gallegos, con la historia de A Coruña, concretamente con el personaje de Hércules. Al final conecté el mito de la creación de los Pirineo y la leyenda de la Torre de Hércules con un trasfondo de mitología celta.
¿Los lectores coruñeses van a reconocer los paisajes del libro?
El libro es como un itinerario, una ruta, un viaje. La mitad del libro más o menos sucede en Galicia, y uno de los puntos centrales de la historia es A Coruña. Uno de los escenarios que sale es la playa del Orzán. Ahí hay un descubrimiento importante para la historia personal del protagonista. También salen las furnas de la Torre de Hércules con la caída de la noche. Sólo digo que la marea está alta, la furna está en el mar y los personajes se adentran en ella. Más allá de la ciudad, en la provincia de A Coruña, también sale el Pico Sacro. Los personajes van en la noche de San Juan, ya de por sí mágica y especial.
La trama está bañada en la historia celta y la gallega, ¿No es así?
Javier es un estudiante Erasmus de A Coruña que vive en Francia y allí se encuentra con un profesor de derecho celta ¿Qué pasaría si un profesor de universidad quisiera recuperar un poco el pasado celta? El profesor le propone una misión a Javier que sabe que cambiará su vida y le conectará con sus orígenes. En el fondo, lo que se ve en la novela es Galicia con los ojos de alguien que no es gallego -el profesor Artaï-, pero también con los ojos de un gallego que se ha ido -Xabier-.
Usted también partió a Francia en su época universitaria y nunca más volvió ¿Cuánto de Jacobo, el autor, hay en el protagonista de Corazón Galaico?
Buena pregunta (risas). Yo creo que cuando uno escribe una novela los personajes hablan por el autor y, lógicamente, las experiencias propias impregnan a los personajes. En el primer capítulo Javier se parece bastante a lo que yo pude vivir en ese momento. A partir de ahí el personaje evoluciona. Pero, quizá tenga toques míos tanto él como el profesor. No te lo voy a negar.
A Coruña marca la historia de Xabier, pero también marcó la suya propia. Con 20 años partió a París y, gracias a una beca de la Fundación Barrié, pudo formar carrera allí…
Primero fui un año de Erasmus a Francia. La segunda etapa clave fue la una beca de la Fundación Barrié para hacer un máster de Derecho Internacional. Fue como una especie de pasaporte al extranjero para ver qué pasa.
¿Todavía mantiene un pie en A Coruña?
Muchísima relación. Yo nací en Santiago, pero crecí en A Coruña. Voy a A Coruña todos los años, tengo un piso en el Orzán y para mí A Coruña es mi casa. Yo creo que cuando uno vive fuera, las raíces o se pierden del todo o se refuerzan. En mi caso se han reforzado. Para mí A Coruña es una maravilla. Este año, por ejemplo, pasé allí la noche de San Juan.
¿Lo que más echa en falta?
Tener la playa en la ciudad, sin duda. Y en cuanto al modo de vida…en A Coruña lo hay todo. Es un paraíso. Es un modo de vida representativo de España y de Galicia, pero a nivel superior. Yo creo que A Coruña es muy recomendable y de hecho muchas veces se la recomiendo a amigos o incluso estudiantes de Francia.
Tiene experiencia en la publicación de libros académicos y jurídicos, pero es tu primera novela. ¿Ha sido muy complejo cambiar el chip?
Quizá al principio de la escritura sí. Pero bueno, hay un momento en que uno pierde esa especie de andamio rígido inicial. Ahí la historia cobra vida sola. Hay un momento de la escritura en el que tu cabeza ve lo que está sucediendo [en la historia] y tú sólo lo plasmas en papel. Es muy agradable porque es sentarse a escribir sabiendo que simplemente uno va a dejarse llevar por la historia.