La historia del Obelisco de A Coruña: un homenaje de inspiración egipcia
El monumento, en homenaje a Linares Rivas, fue inaugurado el 10 de febrero de 1895,
19 mayo, 2019 12:35“¿Y esta columna aquí? ¿De qué se trata?”, se preguntaba uno de los turistas que hace unos días paseaba junto a un grupo por el centro de la ciudad. “Es el Obelisco”, le respondía la guía que encabezaba la excursión. “¿Un obelisco como los de la Antigua Roma?, le repregunta el turista.
Esta es una conversación que se daba hace tan solo unos días ante uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad herculina. Una charla que para aquellos que frecuentan esa zona no les resultará nada extraña.
Toda persona que acuda a visitar A Coruña se fijará en “la columna”, como suelen denominarla los que la ven por primera vez. Y es que el Obelisco guarda en su interior una historia, un relato que toda guía turística cuenta a los visitantes. Pero también es una historia merecedora de ser escuchada por los propios vecinos.
Una idea a la francesa
Narciso Obanza y Ricardo Caruncho fueron los artífices de la construcción del Obelisco. Ellos lo concibieron para dotar a la ciudad de un monumento similar al que en el año 1893 transportaba un barco desde Egipto a Francia, donde se instaló en la tan conocida Plaza de la Concordia.
Movidos por la idea de estos dos artífices, y con el ejemplo de la ciudad francesa, el Ayuntamiento coruñes comenzó la solicitus para que dicha obra pudiese ser arpobada en un de los lugares embalematicos de la ciudad (antes y lo digue siendo hoy en día): la Marina. Sin duda, la iniciativa era muy atractiva para la ciudad, y así fue: contó con el visto bueno en sesión plenaria por el alcalde interino Evaristo Babé.
Con el visto bueno del pleno municipal, era el turno de comenzar a dar forma a esta obra de gran envergadura. Primero fue encargar los planos, de los que se haría cargo el arquitecto Antonio de Mesa en octubre de 1893. Planos de una obra cuya ejecución se haría cargo José Escudero Monteagudoen 1894, y quien llegó a cobrar 1.995 pesetas por la construcción del monumento.
Tres meses después, el 3 de mayo de 1894, se inicia la construcción del Obelisco, que sería inaugurado un año más tarde, el 10 de febrero de 1895. Esa es la fecha oficial de inauguración, aunque el monumento ya había sido finalizado el 12 de diciembre del año anterior. En tan solo 7 meses el constructor erigió el Obelisco en el centro de la ciudad. Todo un hito.
Tal y como se aprecia, la columna, que está hueca por dentro, está presidida por un reloj situado en la parte superior., y a cuyo mecanismo se accede desde la basem rodeada de un pequeño jardín. El busto en bronce de Aureliano Linares Rivas se situa a uno de sus lados. En el resto, grabaciones de datos geograficos y meteorlogicos de la ciudad.
Aumenta su altura
La columna no era tal cual la conocemos en la actualidad, puesto que en 1951 sufre una ligera modificación al aumentar su altura por motivo de la construcción del Banco Hispano Americano.
La altura de este edificio, y de otros muchos que se fueron construyendo con posterioridad en las inmediaciones, obligó al alcalde Alfonso Molina a dar más altura a la estructura para que no quedase más baja que la propia altura del edifico de la entidad bancaria.
La modificación en altura fue el único “retoque” que tuvo este monumento que a día de hoy sigue siendo objeto de comentarios entre turistas y vecinos. Los turistas se refieren a él como columna, mientras que para los coruñeses, además de ser un monumento, es un punto de referencia para sus “quedadas”. Nos vemos en el Obelisco.