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Por las filas del Deportivo han pasado dos jugadores que tienen en su palmarés un balón de oro. Curiosamente, ninguno de ellos vestía de blanquiazul en el momento de recibirlo. El primero fue Luis Suárez Miramontes en 1960, al que siguió Rivaldo 39 años después, en el 1999.

El brasileño tan solo disputó una temporada en el Dépor, la 1996/1997, pero dejó huella en el club y en la ciudad por diversos motivos. El propio Augusto César Lendoiro reconocía que era su "ilusión" ver de blanquiazul a lo que denominó como el "rombo mágico del Palmeiras", que conformaban el propio Rivaldo, Luizao, Flavio Conceiçao y Djalminha.

El sueño de Lendoiro no se hizo realidad por pocos días. Rivaldo y Conceiçao llegaban a A Coruña en el verano de 1996. Mientras que Luizao y Djalminha se harían esperar un año más. Con todos en la plantilla, el ex presidente deportivista se las prometía muy felices con su rombo de brasileños, pero alguien se cruzó en su camino: el Fútbol Club Barcelona.

El club blaugrana aguó las ilusiones del Dépor pagando la cláusula de rescisión del contrato de Rivaldo a mediados del mes de agosto de 1997, por lo que tuvo que pagar 4.000.000.000 de pesetas, lo que ahora mismo se correspondería con unos 24.000.000 de euros.

Ha salido a la luz un documento con el que el propio futbolista brasileño autorizaba al club catalán a realizar este movimiento. En esta carta publicada en redes sociales por Jesús Suárez se puede leer lo siguiente: "Sr. D. José María Minguella, por el presente documento te doy autorización y poder para que en las condiciones que tú y yo conocemos, firmes con el Club de Fútbol Barcelona el contrato como jugador profesional de esa institución".

Este documento se remitía el 14 de agosto de 1997, y en él, Rivaldo se comprometía a "viajar a esa ciudad de Barcelona para cumplimentar todos los trámites que fuesen necesarios" al día siguiente.