El gallego y el castellano conviven en Galicia influyéndose mutuamente, y el castellano que se habla en Galicia es muy particular. Cuando un gallego pasa del Cebreiro no solo lo reconocen por el acento, también por nuestra particular forma de hablar español: apenas decimos tiempos compuestos, hacemos construcciones que simplemente no existen (“no doy llegado”), y usamos palabras que a veces pensamos que son del español, pero son en realidad de la lengua gallega.
En el resto de España los bebés no se cogen en el colo, ni los bollos se ponen resesos. Todas estas palabras del gallego que sin querer usamos pensando que son del español suelen tener traducción literal, pero hay otras que no. Hay palabras únicas del gallego que difícilmente pueden traducirse a otros idiomas. Palabras sin las que un gallego no puede vivir cuando sale de su tierra, porque son únicas y no tienen sustituto. La más famosa de todas ellas es la morriña (1): estas son otras once y un bonus track.
2. El Xeito
Los británicos tienen su flema, los italianos su catenaccio y los catalanes su seny. Los gallegos tenemos xeito. Xeito tiene traducción literal (manera, modo o forma) pero una cosa es hacer las cosas de un xeito u otro, y otra muy diferente es hacerlas con xeito. El xeito es el saber hacer definitivo, la combinación óptima de maña, estilo y clase a la hora de hacer una tarea manual, intelectual o social. Hay algo peor que hacer una cosa mal: hacerla sin xeito. Y no todo el mundo puede ser guapo, o rico, o buen jugador de fútbol, pero todos podemos ser xeitosos.
3. Trapallada
Y la mayor parte de cosas hechas sin xeito son, en efecto, una trapallada. Una trapallada es técnicamente una chapuza, pero con un componente moral y social añadido. La trapallada no solo está mal hecha, sino que su mala factura suele tener algo de intencionada. Además de ello, suele ser algo que tiene poca importancia, merece poca atención y suele ser irrelevante. Cuando una persona pierde cualquier noción de xeito y se aficiona a hacer trapalladas, acaba convertido en un trapalleiro.
4. Sentidiño
¿Cuántas trapalladas se hubiesen evitado con algo más de sentidiño? El sentidiño es la mano izquierda del xeito, y el camino hacia la ambigüedad que tanto caracteriza a los gallegos. El sentidiño es hacer las cosas con cabeza, no hacer tonterías y sobre todo no adoptar posturas extremas. Se aplica, sobre todo, a la hora de salir por la noche y controlar el consumo de alcohol, la hora de llegada, y los riesgos que uno asume en todas las situaciones que le surjan por el camino. Si tienes sentidiño, sueles ser…
5. Riquiño
"No es guapo, pero es riquiño". Riquiño es un adjetivo sobre todas las facetas de una persona. Es el pulgar hacia arriba. Riquiño es una mezcla entre majo, agradable y aparentemente buena persona. Una persona riquiña puede incluso ser guapa, pero desde luego no es fea. Puede no ser encantadora, pero no es antipática, y puede ser tímida o poco habladora, pero se le percibe como una fuerza del bien. Riquiño tiene pocos sinónimos, pero un antónimo claro…
6. Rabudo
Una persona rabuda no solo es malhumorada o malencarada en el trato con la gente, también es cabezona, testaruda y con mala leche. El rabudo tiene ante todo una actitud ante la vida bastante negativa y, sobre todo, escéptica. No se cree nada hasta que lo ve, y le suele decepcionar. Todos sabemos que si contrarias a un rabudo puede tener una arroutada, o incluso algo peor…
7. Perrencha
Una perrencha es una rabieta, sí, pero extrema e infantil, habitualmente muy pasajera, y con cierto componente aleatorio. Cuando una persona es caprichosa, susceptible, o está de mal humor por algo, las posibilidades de una perrencha se multiplican.
Si es un adulto, la perrencha puede durar minutos, horas, días, meses o incluso años. Si es un niño, en cambio, puede solucionarse en cuestión de segundos, con una recompensa rápida o una golosina, sobre todo si el afectado es…
8. Lambón y todos sus sinónimos
Lambón puede significar goloso, que le gustan los dulces, pero también una persona a la que le gusta comer en general. Todos tenemos un amigo especialmente lambón, con una fama granjeada durante muchas comidas, cenas, comuniones y bodas, y todos los gallegos somos bastante lambones en general.
De lo que nos gusta comer en Galicia dan fe la enorme cantidad de palabras que significan lo mismo, según la Real Academia Galega: larpeiro es la más famosa, pero también podemos usar láparo, lapón, larpán, preeiro, lambereteiro, lambeteiro, lambisqueiro, lambuzas, chapón, comellón, gorxón, lapadoiras, papón, cumia, enchedoiro, tripeiro, chapón, alarbe, cheas y galdrumeiro.
Todas estas palabras son sinónimos, es decir…
9. Cuspidiñas
El adjetivo cuspido, habitualmente usado en diminutivo, quiere decir que son muy parecidos, generalmente aplicado a hermanos, padres, abuelos y parientes en general. La palabra cuspidiños es simplemente adorable. Al igual que con lambón, es cierto que esta palabra también puede tener en "clavaditos" una traducción literal al español, y que esto ya empieza a…
10. Cheirar
Cheirar es oler, pero lo que cheira suele oler mal. En gallego hay dos verbos para oler: ulir y cheirar. El primero tiene un significado neutro, y el segundo puede usarse para muchas más cosas: cheirar algo es presentirlo, lo que cheira suele u oler mal o ser un fraude, y si algo te cheira sueles desconfiar de ello.
Llevamos ya diez, pero aun nos quedan algunas palabras más. Pero no te preocupes, que el artículo va a terminar antes de que te quedes…
11. Chosco
Chosco puede significar muchas cosas, todas relacionadas con la mala visión. Chosco puede significar, según la Real Academia Galega, no ver de un ojo, que te falte un ojo (estar tuerto), ver mal de uno o de los dos ojos o, aplicado a un objeto o persona, que no tiene visión. A todos los gallegos alguna vez un abuelo les ha advertido que, si ven la televisión desde muy cerca, van a acabar quedándose choscos. Hoy en día, los abuelos advierten sobre los riesgos de mirar demasiado el móvil, un aparato mucho menos…
12. Enxebre
No hay nada más enxebre que la palabra enxebre. Enxebre es algo puro, que no se ha mezclado con nada, y que es completamente auténtico y genuino. Lo enxebre permanece inmaculado y sin influencias exteriores. Enxebres son los hórreos, las garrafas de licor café destiladas en casa, los furanchos de las Rías Baixas donde se cantan canciones y la mayor parte de las estrofas del Miudiño. Nada nos gusta más a los gallegos que algo enxebre.
Bonus track: Todas las variantes de Carallo
Y, por supuesto, carallo y todos sus usos y variantes. Carallo es en realidad una forma de referirse al órgano sexual masculino, existe en español e incluso en catalán, pero solo los gallegos lo hemos usado como base para decenas de palabras y expresiones de diferentes significados.
- Arre carallo: Sorpresa o exabrupto.
- A ver, carallo: Expresar prisa o premura.
- Carallada (nombre): Cosa sin importancia o valor.
- Carallada (salir de): Salir de juerga.
- Carallán: Bromista o juerguista. No relacionado con el famoso director de orquesta Herbert von Karajan.
- Carallazo: Golpe fuerte.
- Caralludo (adjetivo): Algo magnífico, cojonudo.
- De carallo: Cuando algo tiene mucha cantidad o calidad (el examen me salió de carallo, hace un sol de carallo).
- Escarallar (verbo): Estropear algo.
- Escarallarse: Partirse de risa.
- Estar escarallado/a: Estar muy cansado, agotado.
- Manda carallo: Hartazgo o sorpresa.
- ¡No, carallo!: Acentuar la negación.
- O Carallo 29: Incertidumbre.
- ¿Qué carallo?: Extrañeza o sorpresa.
- Quinto carallo: Gran distancia.
¿Nos falta alguna? ¿Hay alguna que merecería haber estado? Esperamos que te haya gustado esta recopilación y que, si estás lejos de esta tierra, te haya despertado la morriña.