Lavado de cara para la capilla de San Amaro. Este templo ubicado en la puerta del cementerio coruñés del que roba su nombre presenta ya una imagen renovada.
Hace justamente un año el Consejo Territorial de Patrimonio de Galicia daba el visto bueno a la intervención en la capilla y en el muro del cementerio de San Amaro en A Coruña, después de que el Gobierno Local modificara un proyecto de 2017 siguiendo las indicaciones de Patrimonio. Un año después, la capilla y su entorno ya lucen una imagen renovada.
Las obras consistieron en la limpieza, mantenimiento, limpieza de piedras y recuperación del enfoscado. Unos trabajos que se realizaron con un gran cuidado y que consiguieron que esta joya del neoclasicismo en Galicia luzca como antaño.
La capilla de San Amaro está catalogada como el máximo exponente del neoclasicismo en Galicia. Construida en 1834, veintidos años después de la construcción del cementerio, el templo funerario destaca por su planta de cruz griega coronada por cúpula rebajada y flanqueada por dos torres
La construcción de esta capilla está llena de misterios, uno de ellos se esconce debajo de los cimiento del templo que fue construido dos décadas más tarde que el cementerio porque, al parecer, duplicaba el gasto previsto. Una de las teorías apunta a que bajo el edificio existen fosas comunes de las personas que fallecieron víctimas de la pandemia de cólera que se extendió por la ciudad en aquella época.
Entrega de diplomas
Coincidiendo con el fin de las obras de rehabilitación de la capilla de San Amaro, esta misma semana el Concello de A Coruña hacía entrega de los diplomas del taller de empleo "capilla de San Amaro" a los 20 desempleados que durante nueve meses se formaron en las especialidades de instalación y mantenimiento de jardines y zonas verdes, así como de pintura industrial en construcción.
Estos participantes demostraron la capacidad para poner a punto la zona exterior y la propia construcción, además de aprender a trabajar en equipo y sensibilizarse con el medio ambiente.