La Televisión de Galicia lo ha vuelto a hacer: descubrir los secretos de una zona de la geografía galaica enigmática desde su nombre, la Costa da Morte, hasta las profundidades de sus aguas donde se esconden decenas de barcos naufragados.
El programa de ayer comenzó por desvelar de dónde viene el nombre de Costa da Morte. Hay una respuesta geográfica: los fuertes vientos y corrientes y lo escarpado de la costa la convierten en altamente peligrosa. Esas rocas que despuntan sobre el mar "hacen pensar que el mar no siempre estuvo en la misma posición en la que ahora lo vemos y lo que tenemos que relacionar con esos bajos rocosos" que la caracterizan.
Pero también el nombre de Costa da Morte tiene una explicación más lírica. "La costa asesina y trágica" que describió un poema de Pondal en la misma época en la que ocurrió la tragedia del naufragio inglés del Serpent. "Solo se salvaron tres tripulantes, todos ellos con chalecos salvavidas. Los cadáveres que fueron llegando a la costa, en total unos 150 y se enterraron en el Cementerio de los ingleses".
Una tragedia que sirvió para mejorar la seguridad marítima: tras el Serpent surgió la obligación de vestir chaleco en la Royal Navy y se presionó desde Reino Unido para mejorar la señalización del faro de Cabo Vilán, que se convertiría en el faro más moderno de la España de la época. "Fue el primer faro eléctrico de la Costa da Morte", explicaron al pie del acantilado presidido por el nuevo faro, que pasó de alumbrar 10 millas a 30.
En la TVG jugaron a cambiarle el nombre: "Costa da vida", ya que fue uno de los lugares donde existieron asentamientos. La construcción del Dolmen de Dombate ,cuya losa superior pesa más de 8.000 kilos, es una muestra única, que se califica como el "primer enterramiento en Europa y la primera manifestación de transformación del paisaje en el área atlántica" .
Una auténtica obra de ingeniería en la que la comunidad se implicaba construyendo una coraza protectora con piedras para que no se moviese la tierra, demostrando también que se utilizaban animales de tiro, ya hace 5.700 años.
De Dombate pasaron al Castro de Borneiro, el primero del que se obtuvo una datación por Carbono-14, casas de cinco metros de diámetro en las que vivían 5 o 6 personas. Destacaron que no quedaron signos de destrucción, por lo que se piensa que fue abandonado sin que mediase una lucha. El porqué, es todavía un secreto que ni "Desmontando la Costa da Morte" pudo desvelar.
El programa hizo parada también en el Castillo de Vimianzo, testigo de un confrontado siglo XV entre Los Moscoso y el Arzobispado Santiago reivindicando la noble propiedad y protagonista de las Revueltas Inmardiñas que prácticamente acaban con la construcción con el objetivo de destruir el poder opresor del señor feudal. De hecho, el castillo que vemos hoy en Vimianzo, y en el que se representa el asalto al castillo cada año es una reconstrucción tras el ataque de 1467.
Un lugar, que además de especial es único en el mundo, es la cascada del Ézaro. "Si el río Xallas hubiera tenido más fuerza, hoy hablaríamos de la ría del Xallas", pero al no tener la potencia para erosionar las montañas, su desembocadura quedó en caída libre.
Un último secreto que se trató en la nueva entrega del programa fue el de la activa participación de Galicia en la Segunda Guerra Mundial: nuestra Comunidad poseía el 70% de wolframio de España, un tesoro en tiempos de guerra que generó "una auténtica fiebre". Los ingleses, según contaron, llegaban a comprarlo solo para desestabilizar al adversario, pero no sabían cómo usarlo, y hasta lo tiraban al mar.
"Con una bolsa de wolframio comprabas una vaca", indicaron en el programa para dar una idea de la red de contrabando en torno al preciado mineral. Un punto estratégico para las rutas del Wolframio estaba en Fisterra, donde había una estación Marconi, atendida, curiosamente, por el médico y el cura, que trabajaban para los alemanes.
Para terminar, un secreto inquietante: la seria advertencia de Estados Unidos en 1943 de que iban a minar las rías gallegas, como castigo por dar cobijo y suministro a los submarinos alemanes. "Un apartado negro" de nuestra historia, que hoy continúa bajo el mar de esta Costa da Morte, donde una vez los romanos pensaron que se acababa el mundo.