Un bosque bajo la arena. Así de primeras puede parecer ciencia ficción, pero no. La realidad a veces supera a la ficción. Aunque no se ve, está ahí. Hablamos de un bosque carbonizado que se encuentra bajo el arenal de la playa de Ponzos, en Ferrol. Allí, bajo la arena sobre la que cada verano se tumban ferrolanos y turistas se esconden fósiles de más de 5.000 años. Toda una reliquia de la naturaleza que en Quincemil nos hemos dispuesto a conocer más en profundidad.
Tras descubrir este "secreto" de Ferrol en un programa de la TVG, este medio de comunicación no dudó en investigar sobre este enigmático bosque cuya existencia muchos seguro que desconocen. ¿Cómo apareció? ¿Cuántos años lleva ahí soterrado? ¿Cómo se pudo preservar? Estas son algunas de las preguntas que nos hacíamos antes de ponernos en contacto con José Hermida, presidente de la Sociedad Cultural Columba, quien nos ha ayudado a conocer más y mejor la historia de este bosque submarino.
Se deja ver cada dos o tres años
Antes de adentrarnos en la materia, decirte que este bosque "aparece y desaparece". ¿Qué significa? Pues que nos siempre se puede ver, depende del nivel del mar y de la fuerza de este para retirar parte de la arena de la playa. Así que no hay manera de adelantarse y saber cuándo será visible esta joya de la naturaleza que se puede apreciar "cada dos o tres años", según señala Hermida.
Pero… ¿Cuándo fue la primera vez que se vislumbró esta reliquia marítima? Pues corría el verano del año 2009. El oleaje de un fuerte temporal marítimo movía la arena de esta playa y dejaba al descubierto una auténtica obra de arte de la naturaleza.
Entonces, un profesor de botánica de la Universidad de Santiago se desplazó, junto con su equipo, hasta esta playa ferrolana donde la acción de las mareas había dejado a la vista un antiguo bosque carbonizado. Ese día se recogieron trozos de madera y realizaron dos catas de hasta 3 metros de profundidad para analizar el tipo de especies.
Antes de que estos investigadores llegasen a analizar el terreno, tiempo antes ya había un vecino que aseguraba haber visto "troncos" en la playa, según nos cuenta José Hermida. De aquella no se dio crédito a las palabras de este hombre, sin embargo el tiempo le dio la razón. Sí, había troncos (y muchos, además).
Un bosque con 5.600 años
Los troncos que avistaba este vecino resultaron formar parte de un antiguo bosque con 5.600 años. En aquella época, este terreno estaba ocupado por un bosque, ya que por aquel entonces el nivel del mar se situaba 5 metros por debajo del actual. Lo que hoy es playa, hace siglos era bosque.
El mar destapó este bosque fósil, pero fue la misma acción del mar la que días después volvió a ocultarlo. Sin embargo, antes de que esto ocurriese, los investigadores del campus de Lugo tomaron muestras. Según sus estudios, se trata de un conjunto de troncos de apreciables dimensiones, sobre un sedimento turboso. Fue considerado uno de los mejores vestigios localizados en la península. En otras playas de Galicia, como la de Ares, se encontraron también este tipo de fósiles.
Se desconoce su extensión exacta, pero José se atreve a decir que al menos este bosque ocuparía la mitad de la playa. Es difícil de saber pues todo apunta a que el bosque se esconde en diferentes esquinas de este arenal ferrolano.
¿Cuándo fue la última vez que se pudo ver? Pues hace bien poco, justo el día anterior a que se decretase el estado de alarma. Según aquellos que lo apreciaron es día, el bosque "se veía mejor que nunca". Casualidades de la vida. Ahora habrá que esperar hasta la próxima vez que el mar destape esta joya, que ya atrae las miradas de aquellos que se acercan hasta esta zona de la comarca de Ferrolterra.