Galicia está llena de eucaliptos. Los expertos calculan que hay más de 500.000 hectáreas de superficie cubiertas por esta especie, pero hay otra de similares características que gana cada vez más terreno: la acacia mimosa. Este árbol comenzó a plantarse en el sector de la vid para hacer estacas, pero poco a poco fue extendiéndose y ya "no hay quien la pare".
"Ahora tenemos un problema gravísimo con la mimosa precisamente en la provincia que menos problema tenía con el eucalipto, que es Ourense", explica el presidente de la Asociación Galicia Ambiental, Benito García Carril. Esta especie, al igual que ocurre con el eucalipto, es pirófita y tiene un crecimiento "súper rápido" en los primeros los primeros años. La acacia mimosa también es capaz de consolidar masas de su misma especie desalojando a todas las demás. "El eucalipto tiene un comportamiento similar, pero no tan agresivo", indica García.
Ourense es la provincia que más afectada está por la expansión de la especie, donde es el "cultivo clarísimamente dominante": "Las masas de acacia mimosa son brutales en todas las riveras del río Miño desde Os Peares hasta la desenvocadura, a varios kilómetros y en ambos márgenes", detalla el representante de la Asociación Galicia Ambiental. Su presencia, sin embargo, ya se hace notar en buena parte de A Coruña, en una zona importante de Lugo y en todo el este de Pontevedra.
El desmimosado
Las mimosas generan numerosos problemas en el monte gallego, según los expertos. Así, no solo reducen la cantidad de luz que reciben especies de menor tamaño, sino que necesitan mucha agua y acidifican y alteran los nutrientes del suelo donde hechan raíces, entre otros inconvenientes. A pesar de que la Lei de Montes prohibe plantarla y de que está considerada una espece exótica invasora, la mimosa aumenta su presencia en Galicia y en el norte de Portugal gracias al clima similar al de Australia, a las características de los bosques gallegos y a que apenas se ha hecho nada para detener su expansión.
Varias asociaciones medioamientales y ecologistas trabajan en la eliminación de los eucaliptos y las acacias mimosas en lo que se ha pasado a denominar como deseucaliptización y desmimosado. Estas acciones consisten en el arranque de plantas alóctonas convertidas en cultivo para la posterior recuperación de la biodiversidad gallega con la plantación de especies autóctonas.
La red Cousa de Raices, por ejemplo, realizó varias deseucaliptizaciones y desmimosados colectivos en los últimos años. Esta iniciativa establece una fecha para que voluntarios de diferentes municipios gallegos desarrollen esta actividad al mismo tiempo, de forma que las acacias mimosas y los eucaliptos sean arrancados y sustituidos por otras especies no dañinas para el monte.