Vivimos tiempos de paz desde hace décadas, pero hace cien años Galicia y en concreto el Golfo Ártabro donde están A Coruña y Ferrol estaba preparado para la guerra, y sus costas, desde Arteixo hasta Valdoviño, estaban bien guarecidas por una gran cantidad de baterías militares para defenderse de flotas enemigas.
Instaladas en su mayoría como parte del Plan de Defensa Costera de Primo de Rivera que pretendía renovar las instalaciones obsoletas del siglo XIX, las ya desartilladas baterías ártabras figuran entre las más sofisticadas de la historia de España. Dotadas de grandes cañones Vickers de calibre 381/45 mm y otros de apoyo de 152/40 mm, desde estos acuartelamientos era posible abatir embarcaciones situadas a 35 kilómetros del litoral o aviones a 7.000 metros de altura, mediante el lanzamiento de proyectiles de hasta una tonelada de peso.
Valdoviño
La ubicación de este ayuntamiento marítimo resulta ideal para el avistamiento de todo tipo de buques que naveguen entre la costa de San Andrés de Teixido y el prominente cabo Prior. Los asentamientos militares desplegados en esta zona norte formaban parte de una estrategia de defensa preventiva sobre la cercana ría de Ferrol.
Tres baterías: Campelo Alto, Faro da Frouxeira y Monte Campelo
Ferrol
El área de Ferrol se trata de la principal zona acuartelada provista de cañones de gran calibre. Desde esta posición se facilitaba el contraataque debido al tránsito por su costa de los barcos procedentes de cualquier punto de la brújula, así como por su proximidad geográfica y logística a la ciudad departamental. Actualmente hay un plan de recuperación de las baterías puesto en marcha por la Diputación provincial.
Cuatro baterías: Cabo Prior, Doniños, Lobateiras-O Pieiro y Prioriño
Ares-Mugardos
Situadas en las faldas de Montefaro, la función de las baterías de Ares y Mugardes era proporcionar apoyo estratégico desde la orilla meridional de la boca de la ría de Ferrol. Su emplazamiento también permitía abortar posibles invasiones de las rías de Ares y Betanzos, así como detectar amenazas procedentes del suroeste (A Marola).
Seis baterías: Bailadora, Faro, Fonte Seca, Salgueira, Segaño y Sudova
A Coruña
La situación geográfica privilegiada de la capital herculina propició la construcción durante el periodo de entreguerras de las dos baterías mejor conservadas del golfo Ártabro. Con cañones de 17 metros de largo, actualmente estas instalaciones son visitadas a diario por centenares de personas que se acercan al parque del Monte de San Pedro a disfrutar de sus cuidados jardines y a contemplar la amplísima panorámica que desde ellos se aprecia: desde las islas Sisargas hasta el cabo Prior, pasando por la Torre de Hércules como guinda.
Arteixo
Finalmente, el municipio de Arteixo también dispone de vestigios de artillería en el rehabilitado parque del Monticaño. La misión preventiva del occidente ártabro se encomendaba a estas baterías que, ubicadas al oeste de A Coruña, vigilaban con ahínco este punto cardinal. Actualmente, el espacio en el que se encuentran los búnkers está perfectamente equipado con las instalaciones propias de un parque de recreo vecinal en el que cada día decenas de familias acuden a pasar una agradable tarde de relax.