Hablar de los productos gallegos suele ser sinónimo de calidad, de mimo y constancia a la hora de elaborar productos únicos tanto para el disfrute de nuestros sentidos, como para el enriquecimiento de nuestra gastronomía o la cultura de nuestras tierras. Las Bodegas Vía Romana no solo crea esos productos que transmiten la calidad del sello de Galicia, sino que detrás de esta marca hay toda una experiencia ávida por ser disfrutada.
Adegas e Viñedos Vía Romana se encuentra en un impresionante paraje en la zona de Chantada, bañadas por el Río Miño, en pleno corazón de Galicia. Esta bodega, emplazada en una casa solariega fechada en el S. XVIII, se alza como un mirador con impresionantes vistas, mostrando todo el esplendor de la Ribeira Sacra, considerada uno de los tesoros escondidos del interior de Galicia. Esta bodega nace en el año 1997, de la mano de la familia Méndez Rojo con experiencia y tradición familiar desde 1940. Después de décadas en el oficio han construido mucho más que un producto alrededor de una marca, convirtiéndolo en un homenaje a la tradición, a la Ribeira Sacra y a la cultura vinícola elaborando un producto de lo que sentirse orgullosos.
Experiencia y turismo enológico
En los últimos años el turismo enológico ha ido ganando fuerza en Galicia, creciendo año tras año en cifras. En Galicia, con hasta cinco denominaciones de origen, cada vez es más habitual encontrarnos con nuevas paradas y bodegas donde poder disfrutar de estas experiencias.
La Ribeira Sacra cuenta con hasta 1550 hectáreas de viñedos, divididos en cinco subzonas de especialización vinícola. En este enclave tan especial, las Bodegas Vía Romana llevan su filosofía de vida hasta el último rincón de sus viñedos: El slow life, hacer las cosas sin prisas, disfrutando de cada momento.
Esta bodega apuesta fuerte no solo por la elaboración de un buen producto, sino que lo rodea con una completa experiencia apta para toda la familia. De esta forma, el enoturismo se incluye como parte de la actividad de las bodegas con la finalidad de difundir la cultura vinícola de la zona. Varias son las propuestas que nos podemos encontrar a lo largo del año, desde cata de vinos, visita por las bodegas, o incluso conciertos enmarcados dentro de la Ribeira Sacra Festival. Dicho evento aúna música, gastronomía, vino y naturaleza a lo largo de varios escenarios dentro de la comarca.
Vinos con denominación de origen
A pesar de que la Denominación de Origen de la Ribeira Sacra se formalizó en 1996, el cultivo de la vid en esta zona tiene más de 2000 años de historia. A lo largo del tiempo, los monjes fueron perfeccionando las técnicas de cultivo que eran propiciadas por el espacio natural de la zona. De hecho, la Ribeira Sacra no solo adquiere su nombre por el gran número de construcciones religiosas, sino por su emplazamiento entre ríos, de esta forma era inevitable el nacimiento de la especialidad vinícola de la región. Adegas e viñedos Vía Romana también rinden homenaje al adoptar su nombre de la vía romana por la cual los peregrinos recorren el camino de Santiago.
La denominación de origen de la Ribeira Sacra se caracteriza por la orografía de la zona y su microclima, que propician la uva perfecta para elaborar, sobre todo, vinos tintos de gran excelencia. Aunque en su producción predomine este tipo de vinos, también se elaboran vinos blancos de alta calidad.
Bodegas Vía Romana cuenta con una variedad de vinos que van desde los Mencías, con notas afrutadas, tonos rojizos y buen cuerpo repartida entre varias añadas y procesos de maduración, hasta un Godello y un Rosado. En su carta encontramos el Vía Romana Añada (siendo el primer vino vegano certificado), Vía Romana Selección de Añada y VR Barrica, Vía Romana Godello y Vía Romana Rosado. Todos ellos con distinciones y premios que destacan la calidad de un trabajo minucioso y elaborado a la hora de producir cada uno de sus vinos.
Elaboración artesanal para crear un producto de calidad
En las Bodegas Vía Romanas creen firmemente en la constancia y la meticulosidad de una buena elaboración para obtener el producto de la mejor calidad. El entorno provee de las mejores condiciones para que las manos de un experto le saquen el mejor partido posible al cultivo de la vid.
La disposición del terreno caracterizado por cerrados valles y pendientes, en ocasiones, extremas, influye en las condiciones medioambientales que puede variar en las diferentes áreas de la Ribeira Sacra: veranos calurosos e inviernos fríos, sin abundantes precipitaciones, crean la mejor atmósfera medioambiental para la maduración de la uva. Con esta buena base, los profesionales de las bodegas despliegan su buen hacer y sus conocimientos para aplicar las mejores técnicas que favorezcan la producción y el cuidado de los viñedos.
La producción se basa en un trabajo totalmente manual, desde el cuidado del terreno, las plantas o la vendimia, todo es tratado de forma individual para crear un equilibrio entre todos los elementos del ecosistema vitícola con la finalidad de obtener el producto óptimo.
El proceso comienza con la preparación de la cepa, al realizar la poda al comienzo de cada ciclo se cuida los tiempos, los ciclos lunares, las precipitaciones y hasta la mínima incisión en la vid, para preservarlas en las mejores condiciones y no obtener un exceso de producción que afecte a la calidad.
Para realizar la vendimia, en la Ribeira Sacra los viticultores y bodegueros practican la denominada viticultura heroica, basada en el acceso a los bancales desde senderos o incluso el río para sortear los altos desniveles del terreno. De esta forma, la materia prima es recogida a mano por los operarios velando por la preservación en las mejores condiciones de la uva. Este cuidado prosigue en la cadena de elaboración al seleccionar manualmente los racimos y utilizar la entrada por gravedad en los depósitos para minimizar los daños en la uva.
Finalmente, los procesos tecnológicos se aplican en la última etapa con la maduración en barricas elegidas específicamente en función de cada producto, en las cuales se eligen los mejores parámetros de temperatura y tiempo en búsqueda de la mejor fermentación para acentuar las notas de cada vino.
Este compendio entre tradición e innovación en la fabricación de un excelente producto, que se puede degustar rodeado de un paisaje impresionante, hacen de las Bodegas Vía Romana la mejor representación de la calidad de Galicia.