Zhienia Maisak, escritora bielorrusa en Galicia: Es un placer cuando los niños me leen

Zhienia Maisak, escritora bielorrusa en Galicia: "Es un placer cuando los niños me leen" Cedida

Cultura

Zhienia Maisak, escritora bielorrusa en Galicia: "Es un placer cuando los niños me leen"

La escritora bielorrusa afincada en A Coruña desde hace casi 20 años acaba de publicar ‘Gogobán y la pulsera misteriosa’, una novela basada en las historias que inventaba para su hijo

4 septiembre, 2021 06:00

Zhienia Maisak es una mujer bielorrusa, que lleva 20 años viviendo en Galicia. Llegó como filóloga hispánica, graduada tanto en la Universidad Lingüistica de Minsk como en la Universidade de Santiago de Compostela y acaba de la publicar ‘Gogobán y la pulsera misteriosa‘. Maisak. Su pasión desde pequeña era crear historias y también dibujarlas. Así se enamoró de la literatura y en este 2021 acaba de publicar una novela infantil de aventuras y ciencia ficción que engancha a los pequeños y recibe críticas muy positivas en sus puntos de venta. En Bielorrusia ya le piden una versión en ruso, aunque en su visita veraniega no llevó ningún ejemplar con ella. En medio de su viaje de vuelta por tierras eslavas, atiende a este medio de comunicación.

¿Cómo una mujer de Bielorrusia llega a España, a Galicia, y se queda durante casi 20 años?

Yo estudié español desde el colegio y entré en la universidad linguística, estudié Filología Hispánica. Al terminar teníamos prácticas en España, ya había visitado Madrid, y trabajé unos meses. Después conocí a un chico gallego, empezamos a vernos y él mandó mi curriculum a Inditex. Me hicieron una entrevista y un contrato, así vine y estuve trabajando allí dos o tres años. Al final nos casamos y ya tuvimos un hijo en común. Básicamente todo surgió porque, al estudiar Filología, la vida me dirigió a conocer España y querer saber más sobre la cultura y los lugares.

Al estudiar Filología, ¿ya tenías un amor por las letras y la literatura?

Sí, me encantaba el realismo mágico y sobre todo los autores de América Latina como Borges. Recuerdo que, cuando era pequeña, mi madre me preguntó qué sería de mayor y yo respondí que escritora. En esa época yo escribía libros que mis padres aún deben tener guardados aquí en Bielorrusia. Pero me parecía que tenía que ganar bastante experiencia vital para poder transmitir algo. La idea era escribir libros cuando me jubilase, pero me adelanté un poquito por mi hijo. A él le encantaban las historias que le contaba y al final estábamos inventando una tras otra e incluso inventamos un personaje, Gogoban (el protagonista de la novela) basado en él. A raíz de eso empecé a tomar notas de lo que se nos ocurría y así salió el libro.

¿Cuándo empezaste a tomar esas notas?

Esto empezó hace siete u ocho años, lo que pasa que después tuve cambios personales y laborales en mi vida y no le prestamos tanta atención. En la pandemia, como tenía tiempo, comencé a escribir esos apuntes. Tenía como tres cuadernos de notas, y me puse a escribir. Además también pasaron cosas que me empujaron a sacarlo adelante. De la nada, apareció una ilustradora, después otra persona que llevó la novela a la editorial. La librería me ofreció venderlo sin yo decirles nada… Así pasó de un ser pasatiempo a convertirse en algo más serio.

El libro está en español. ¿Te resultó un reto escribirlo en este idioma?

A veces me salían frases en ruso, les buscaba equivalentes en español y no siempre la encontraba. Aún así me encantó la experiencia y seguiré escribiendo en castellano.

¿En Bielorrusia se habla más ruso o bielorruso?

Hay más ruso que bielorruso. Quizá vas a zonas rurales y hablan bielorruso, pero si vas en la capital al centro más cultural la gente también intenta hablar más bielorruso, pero porque se esforzaron por aprenderlo y usarlo a diario. Luego, en las escuelas y colegios es todo ruso.

¿Habrá versión de "Gogoban y la pulsera misteriosa" en ruso?

Aún no, pero aquí me están pidiendo que lo haga. De momento he traducido un par de capítulos, pero ahora estoy más volcada con la segunda parte.

"En el colegio odiaba el español"

¿Es cierto que a la gente de países eslavos les resulta más sencillo aprender español?

Tengo que confesar que en el colegio odiaba el español, no se me daba nada bien y el profesor me aprobaba porque sacaba buenas notas en el resto de asignaturas. Hasta que me di cuenta de que para entrar en la universidad tenía que hacer examen de español y me puse a estudiarlo seriamente. Fue una pasada porque, estudiando yo sola y después con un poco de ayuda del profesor, en un año gané la olimpiada del colegio, después la de la ciudad, la regional, la del país… así casi entré sin exámenes en la universidad. Yo pasé por la etapa de que el español es muy difícil y muy duro y, por otra, conseguí aprenderlo en un año. Ahora tengo alumnos a los que doy clase de español y gente de aquí a la que doy clase de ruso, y confieso que el español es mucho más fácil que el ruso para la gente de aquí.

Metiéndonos ya en el libro en sí, el protagonista del libro está basado en tu hijo.

Sí. Mi hijo en el colegio tenía el apodo de Fénix después de que le contase sobre el ave fénix. Así inventamos un personaje con ese nombre y también creamos los otros personajes en base a sus amigos, Irene y Nico. Aunque los nombres no coinciden de todo, sí que algunas anécdotas de su vida las he tomado para el libro.

¿Cómo han sido las críticas que has recibido?

Por ahora son críticas muy positivas. Para mi es un placer cuando los niños me leen y lo disfrutan como lo hice yo al escribirlo. Sobre todo me emocionan las críticas de gente que no conozco de nada. En Internet encontré comentarios de madres y también niños que lo están leyendo y dicen que están enganchados. El primero fue un niño de nueve años de Mallorca. A través de su abuelo hicimos la prueba de que lo leyese sin dibujos. Yo le enviaba los capítulos en Word al abuelo, los padres lo imprimían y el niño leía así. Le enganchó tanto que cada vez le pedía más capítulos a su abuelo y, cuando acabó la historia, quiso volver a leerla de lo mucho que le había gustado.

El libro es una introducción a la ciencia ficción con aventuras que puede recordar por momentos a historias tipo Gerónimo Stilton o El Diario de Greg. ¿Es un libro ideal para enganchar a niños no habituados a leer?

Sí, de hecho fue el caso con este niño de Mallorca. Me comentaron que era un niño que nunca podía estar quieto, pero que el libro le dio paz y le hizo quedarse sentado, tranquilo y metido en la historia. Vinieron este verano a Galicia y les mandé a él y a su hermano unas pulseras como las del libro. También se las regalé a los amigos de mi hijo.

Comentaste antes que ya estabas trabajando en la segunda parte. ¿Irá para largo o quizás tarde menos en salir?

En el proceso de un libro, lo más corto es escribirlo. En mi caso me lo revisaron seis personas porque, al no ser mi idioma natal, quería estar segura de que no metía la pata. Las revisiones, las ilustraciones, maquetarlo, llevarlo a la editorial, que además tarda unos meses… y luego llevarlo a las librerías. Yo todavía estoy en esa fase con el primer libro, con el segundo estoy en la fase bonita de crear e imaginar. Estoy pensando en introducir temas de la cultura y la mitología celta para que los niños tomen conciencia de ella. Y, además, casi cualquier personaje celta tiene un prototipo idéntico en la mitología eslava.