Meninas de Canido, en Ferrol: Una edición marcada por la sororidad y el trabajo de barrio
A pesar de las dimensiones que está adquiriendo el festival, a nivel nacional e internacional, no ha perdido su esencia inicial y un pequeño grupo se ha encargado de darle forma a esta edición
8 septiembre, 2021 10:17La presente edición del festival de arte urbano ‘Meninas de Canido’, en Ferrol, ha concluido con un balance, realizado en la jornada de ayer, en el estudio de Eduardo Hermida. En esta suerte de cuartel general, los rostros más invisibles del festival han trabajado a contrarreloj para tratar de suplir la labor indispensable del "alma máter" de este proyecto, Pauliña Montopalco, a la que se le ha brindado un homenaje en forma de arte, de su presencia permanente en el ambiente e, incluso, de dedicatoria de canción de ‘La Mala Rodríguez’.
Las ‘Meninas 2021’ tienen nombre de mujer y espíritu de barrio. Soledad, Sabela, Inés, Antía y Helga se han puesto a disposición de Eduardo Hermida para aportar sus conocimientos a la vorágine logística que supone organizar un evento de estas características.
Merece una mención especial su trabajo, que ha permitido que las nuevas paredes alberguen ahora auténticas obras de arte. Trabajo humilde, desde el barrio y para el barrio. Esfuerzo que no se refleja en un cartel con patrocinios o en la macroestructura que se genera y que la gente ve y percibe de manera final.
Mujeres con otros empleos y ocupaciones que han distribuido su tiempo hasta la extenuación, con el único objetivo de que todo marchase correctamente. Con la humanidad del estrés a flor de piel, las decisiones rápidas o la responsabilidad de gestionar algo de tal magnitud.
Ellas se esconden detrás de estas ‘Meninas’ 2021 y, después de valorar, de asumir errores, detectar aciertos y enumerar necesidades, llegaban a la conclusión de lo bonito que resulta hacer esto para el barrio en un movimiento en el que, señalaba Hermida, "el odio se queda fuera".
Porque más allá de los pros y los contras, está ese ambiente familiar que perdura por mucho que este festival adquiera mayores dimensiones. Ha sido, precisamente, el estudio de la calle Riego el que ha generado esta sororidad que ha gestado una amistad que se palpaba en el ambiente a cada paso por el barrio.
Porque ‘Meninas de Canido’ tiene la capacidad de generar momentos tan efímeros y únicos, como el arte urbano, que constituyen un valor diferencial. Una sandía en una rueda de prensa, la bisagra rota de la caja de las llaves del barrio que había que entregar a la directora Xeral de Turismo, las carreras para colocar sillas tras haber cerrado un patrocinio, el bajar una mesa de casa para hacer un set de fotografía improvisado o la camisa más famosa del evento, lucida por el propio Eduardo Hermida, con sello de ‘Longa Vida’. Todo ello suma para generar ese ambiente de ‘Meninas’.
Ese trabajo invisible que ha gestado unos vínculos muy honestos que hacen que Eduardo Hermida se sienta orgulloso de no haber perdido la esencia de cuando en 2008 se decidió a humanizar su barrio, pintando un mural junto a su hija Estrela. Arte y humanidad serán las texturas a utilizar para el lienzo en blanco que son ya las ‘Meninas de 2022’, "convirtiendo lo material, en emociones".