SANTIAGO DE COMPOSTELA, 28 Nov. (EUROPA PRESS) –

Valentina es una niña que sueña con ser trapecista pero cree que no podrá conseguirlo por tener síndrome de Down. Y es que, en palabras de la directora de la película de animación que cuenta la historia en la que Valentina es protagonista, la ferrolana Chelo Loureiro, "mientras a otros niños les dan alas, a estos se las cortan". Y los niños con síndrome de Down "tienen las mismas ilusiones que cualquier otro".

Loureiro es directora, productora y guionista de ‘Valentina’, la primera película de animación con una protagonista con síndrome de Down, que se estrena en cines el 10 de diciembre.

El film cuenta la historia de la niña y su sueño, para el que su abuela siempre le anima a perseverar con un mensaje: "Si las orugas consiguen convertirse en mariposas, nada es imposible". Un día, sin despedirse de su nieta, la abuela se va de viaje y Valentina decide ir en su búsqueda acompañada de su amigo Chiqui y las figuras del tablero de ajedrez.

Pero con esta película, en palabras de Chelo Loureiro, en una entrevista concedida a Europa Press, no "pretendía contar la historia de uno de estos niños", sino que su pretensión era "normalizar la mirada hacia estos niños y cualquier adulto".

"Yo lo que quería era contar la historia de una niña con una discapacidad, pero normalizada; que la historia no fuera sobre la discapacidad, sino sobre la historia de esa niña, en este caso Valentina, que tiene las mismas ilusiones que cualquier otro niño", explica.

Infancia "igual" a cualquier otro niño

Loureiro considera que quien vive con cualquier persona con esta discapacidad lo ve "como algo cotidiano", para sí misma y para su familia. "Lo que pasa es que muchas veces el resto las ve como personas diferentes, pero ellos no lo son. Son como son", añade la directora.

"Valentina vive su infancia igual que cualquier otro niño, pero muchas veces mientras a los otros niños les dan alas, a estos se las cortan. Creo que es eso sobre lo que deberíamos reflexionar y ayudarles a que sus sueños se cumplan también", ha indicado.

En esta línea de crear una película que ayudase a "normalizar" la mirada, Loureiro contactó con diferentes asociaciones a nivel autonómico y nacional para crear al personaje. Varias niñas con síndrome de Down que dieron vida a Valentina y las dobladoras, tanto en gallego como en castellano, tienen síndrome de Down.

"Yo tenía claro que no quería poner una actriz de doblaje imitándola. No solo porque es muy difícil imitar sus voces, ya que son muy características, sino que si estamos hablando de integración no tenía sentido crear una farsa", ha relatado.

Al preguntarle por cómo fue percibida la iniciativa por parte de las distintas asociaciones, ha afirmado que "en todos los centros Down acogieron el proyecto con mucha ilusión porque ellos lo que quieren es que se les visibilice y respete". Así, "están entusiasmados y muy contentos".

Público infantil

Aunque ‘Valentina’ es la primera película como directora de Chelo Loureiro, no lo es como productora. De hecho, al igual que ‘Valentina’ es la primera película de animación con un protagonista síndrome de Down, en 2010 hizo la primera película de animación 3D para la primera infancia con ‘La tropa de trapo en el país donde siempre brilla el sol’.

Sin embargo, indica que generalmente "las películas van dirigidas a un target de a partir de siete años, porque es la edad a la que puedes montar una historia con buenos y malos". Según la directora, los niños de menos de siete años "lo de la maldad lo llevan fatal, así como también se dice que no van al cine y que no aguantan una película, pero sí un capítulo de una serie".

Es por eso que su primera película está pensada para un público ‘preeschool’, "porque el contenido que veo enfocado a este mundo no me acaba de encantar". Dice que ve que "muchas veces" se crean y ponen contenidos a los niños "demasiado mercantilistas y con poca carga de profundidad".

"En esta edad es cuando se consolidan de verdad los valores, en la infancia más tierna. Muchos psicólogos infantiles dicen que hasta los seis años es cuando se asientan los valores y que a partir de ahí las estructuras de personalidad están muy asentadas", ha explicado, la directora, quien ha insistido en que "hay que dirigirse a este público".

Pero, además de como una forma de asentar valores, la directora también cree que "el cine es una forma de entretenimiento, pero también de educación". A esa edad los niños "lo que ven lo reproducen, por eso es tan importante cuidarlos".

De hecho, ante la pregunta si tiene previsto hacer más películas sobre este tema, admite que no se lo ha planteado. "En todo caso tengo en mente hacer una serie, ‘Súper Valentina’, porque creemos que el personaje da", ha puntualizado.

Diseño de autor

Al igual que en trabajos anteriores, en esta película la directora sigue una línea de animación de autor alejada de la estética de Disney y Pixar, "que a fin de cuentas es lo que vende".

A lo largo de su trayectoria la directora ha trabajado con talento gallego porque cree "que hay que apostar por los talentos de aquí, que son muchos, tanto en España como en Galicia", y le gusta "darle una oportunidad".

Es consciente de que la película es para un "público mucho más reducido" que "evidentemente no se ve correspondido con el público de masas en las salas", pero que es "algo muy importante" para ella y lo que de verdad le hace sentir bien.

Para ilustrar la película, contaron con el artista David Pintor, ganador de varios premios internacionales y autor de multitud de cuentos infantiles. Para poder adaptarse al estilo del ilustrador utilizaron una mezcla de 3D y 2D precisamente para acercarse "lo máximo posible" al estilo de David Pintor, que ve "un magnífico y enorme ilustrador infantil, cargado de premios" y que admira.

Galicia e internacional

‘Valentina’ está producida en Galicia, la versión original es en gallego, y a lo largo del viaje de la protagonista aparecen diferentes lugares de la geografía gallega como puede ser Santiago de Compostela, con la Plaza de Platerías y el parque de Bonaval, o Ourense.

"A mí me interesa mucho que Galicia esté presente, que la historia esté en un sitio del que parte, a mí mi país me encanta venderlo y que sea reconocible", ha señalado, antes de explicar que, por ello, buscó "localizaciones que sean reconocibles para cualquiera, ya esté en otro país como en la propia Galicia".

Uno de los objetos clave de la película es el juego del ajedrez, tanto las figuras, que representan distintos personajes: "Por ejemplo, en el viaje el rey y la reina hacen de alter ego de mamá y papá, y los otros son tan atolondrados como pueden ser los niños, con una personalidad infantil", como por ser el juego que le enseña su abuela.

"El ajedrez me parece un juego antiquísimo, al que puede jugar todo el mundo. Cuando planificas una historia tienes que pensar que se va a ver en todo el mundo. Nunca planifico una historia solo para mi entorno, para mi país, pienso en hacerla internacional", ha señalado.

Una película no solo para niños

"Lo que me gustaría es que ‘Valentina’ les gustase y divirtiera. Pero además, como los niños no van al cine solos, que les pueda servir de tema de conversación y reflexión. Porque si no tienen en su casa a alguien con estas características probablemente nunca se haya parado a pensar", ha trasladado.

Además, uno de los temas que toca la película es la muerte y cómo enfrentarse a ello. Chelo espera que ‘Valentina’ ayude a afrontar ese tema "sobre todo a los padres y que les sirva como una herramienta. Porque hay muchos padres que no saben cómo enfocar este tema".