Parte de los oficios tradicionales de Galicia como afilador o silleiro se están perdiendo porque no hay nadie que tome el relevo de los profesionales que los llevan desarrollando durante décadas y el de zoqueiro no iba a ser una excepción. Actualmente, en la Mariña lucense el gallego Alberto Geada desarrolla esta profesión que heredó de su padre y confiesa que a sus 41 años es "un zoqueiro en perigo de extinción" que pelea por mantener tradiciones como esta que en un futuro lejano le gustaría que sus hijos continuasen o alguien cercano a su familia.

Fuente: CEDIDA

Geada elabora sus piezas en un taller en Alfoz (Lugo) y tiene una colección a nivel mundial de calzado primitivo que a día de hoy está expuesta en la localidad lucense de Mondoñedo, en un antiguo palacio. Para él, su profesión es más un hobby que un trabajo y se ha centrado principalmente en recuperar la técnica tradicional de elaboración de las zocas, ya que su padre en los últimos tiempos optó por una más industrial. Gracias a trabajar con jóvenes diseñadores, parte de sus creaciones han ganado premios en pasarelas de renombre como la 080 Fashion de Barcelona e incluso han llegado hasta el lejano Dubái (Emiratos Árabes).

"Estaba predestinado a relacionarme coas zocas"

Geada admite que no eligió ser zoqueiro, sino que "estaba predestinado a relacionarse coas zocas". "Como meu pai dedicábase a esto intentaba botarlle unha man sempre que podía e acabei sabendo facer a técnica, que a súa era máis ben industrializada", explica, a lo que añade que su padre (ya fallecido) en sus últimos años, "facía zocas á man e exhibicións e recorría as casas elaborando as zocas".

"Estiven traballando sobre todo en recuperar a técnica antigua, porque hai 400 años persoas xa facían zocas e as ferramentas non cambiaron", asegura Geada. El proceso de elaboración de las zocas es muy laborioso, como cuenta el lucense, y detalla que primero hay que desgastar la madera de abedul o ameneiro con una broza, para a continuación tratar el material con una especie de sacho con mango corto y pasar a definir el interior con las denominadas "trades", es decir, taladros primitivos con gubias "máis grandes e robustas que as utilizadas polos carpinteiros".

Con un cuchillo se da el remate final al exterior, todo ello acompañado con fuego de un candil que se aplica alrededor de la zoca junto a una gasa que se coloca sobre la madera mientras se hace presión con un hierro para sacar brillo. De esta manera, el zoqueiro cuenta que se conseguían realizar las zocas pintadas "para ir a eventos elegantes da época fai décadas como as misas". Además, esta técnica la utiliza sobre todo en espectáculos y demostraciones en colegios.

Geada subraya que las zocas "están creadas para protexer o pé de condicións meteorolóxicas adversas como calor, frío ou lama" y para poner de actualidad este elemento en la industria de la moda expone que consiguió que estos elementos estuviesen presentes en desfiles importantes a nivel nacional e internacional además de en teatro y cine. "Comecei colaborando con diseñadores novos como Manuel Bolaño, cunhas zocas de tacón con moita altura cun diseño impactante que gañaron diferentes premios en pasarelas como a 080 Bracelona Fashion e algunhas de París, ademáis de estar presentes algunhas pezas en desfiles de Dubái", dice.

Piezas de zoqueiros de todo el mundo

Geada lleva coleccionando piezas desde 2016 y sobre ellas cuenta que "teñen unhas características técnicas que permiten apreciar como foi o calzado en cada zona durante séculos, sobre todo en Holanda, Francia e a maior parte de Europa", afirma, a la vez que hace hincapié en que los zoqueiros de la provincia de Lugo "crearon a maior variedade de calzado de madeira por kilómetro cadrado e onde hai máis modelos". En este sentido, destaca que Holanda fabrica dos millones de pares al año.

Su colección está integrada por calzado primitivo de madera de elaboración propia y también por réplicas y piezas originales. Sobre estas piezas apunta que "a Cordilleira Cantábrica é moi rica en modelos e variedade". En la comunidad destaca la "zoca" en el norte y el "zoco" en el sur cerca de Ourense, a la vez que en Cantabria es típica la "albarca" y en los Pirineos el "zoco" de los Pirineos.

Sobre la continuidad de su labor, Geada sostiene que "leva pelexando moitos anos coa administración para facilitar o traballo e recibir recursos económicos para manter as tradicións" y sobre las enseñanzas que ha recibido cuenta que algunos zoqueiros mayores le enseñaron sus trucos "case antes de morrer", algo que admite que él también optará por hacer llegado el momento.

Fuente: CEDIDA

Sobre sus futuras acciones, avanza que asistirá a la Feria Internacional de Arte Contemporáneo de Madrid (ARCO) "para comercializar as zocas como arte e meterse no mundo contemporáneo". Sobre el precio, aclara que pueden oscilar entre los 30 o 40 euros "ata o prezo que se queira pagar por elas". "Por determinadas pezas varios museos ofrecéronme cantidades moi importantes e as zocas vanse convertir nun articulo de luxo cultural de gran valor pero para que iso pase teñen que seguir medrando mediáticamente a un ritmo importante", opina Geada, mientras subraya que "o importante non é tanto facer ben a técnica senón saber vender o producto".

Fuente: Facebook Alberto Geada

Asimismo, el zoqueiro para promocionarse opta por representar a personajes mediáticos en distintas temporadas para vender las zocas. El último que ha elegido ha sido el que presenta como "o peregriño zoqueiro", gracias al cual recorrió en bicicleta y zocas diferentes etapas del Camino Inglés buscando historias de peregrinos. Anteriormente, en el castillo lucense de Alfoz ejerció de "príncipe zoqueiro", atuendo con el que llegó a asistir a la Feria Internacional de Turismo (FITUR). A su vez, una de las ideas que se ha prometido a sí mismo desarrollar en el futuro es visitar el Vaticano y entregar unas zocas al mismísimo Papa, un logro que se presenta complicado pero sobre el que advierte que ya está estableciendo contactos.