La palabra muiñeira, que se traduce al castellano como “molinera” aunque suele decirse muñeira, proviene del término molino (muíño, en gallego). El origen de este género evoca a la labor de molido que se realizaba en los muíños para obtener harina del trigo y del maíz recogido durante la labranza. Este proceso era muy intenso y a veces se alargaba durante horas, puesto que había que esperar a que el proceso de molienda pusiese los cereales a punto. Por eso los trabajadores de los molinos, que en su mayoría eran mujeres, cantaban y bailaban para hacer más llevadera esa espera.

Fotografía antigua de los y las componentes de una actuación de muiñeira. Fuente: @rosanogar

El origen de este baile está envuelto en un halo de misterio. Se cree que procede de los celtas pero no existen referencias documentales de esta danza hasta el siglo XIX. Lo único que está claro es que esta danza tradicional gallega se ha ido transmitiendo de generación en generación desde tiempos inmemoriales hasta la actualidad

Pequeños bailarines danzando una muiñeira. Fuente: Carlota Casal.

Tipos de muiñeira

Aunque la base es la misma, dependiendo de la zona de Galicia y la forma en la que se baila, podemos encontrar distintos tipos de muiñeira. Diferenciamos cinco grandes variantes: golpe, redonda, contrapaso, ribeirana y carballesa.

Pareja de baile de la muiñeira. Fuente: Candela Vilas Somozas

La muiñeira golpe, aunque su nombre pueda evocar lo contrario, es la que tiene el ritmo más pausado. Cada pareja realiza sus propios pasos pero a su vez forma parte de un colectivo, dando lugar a figuras grupales con las demás parejas.

En la muiñeira redonda los bailarines forman un círculo alrededor de los músicos y bailan a su alrededor.

La muiñeira contrapaso es la más multitudinaria, pues intervienen hasta 30 parejas. Su nombre se refiere a que el paso que se da, atiende a la parte contraria del cuerpo del paso anterior.

Pareja bailando una muiñeira. Fuente: Xacarandaina.

La muiñeira ribeirana, es la variante que se extiende por el litoral, especialmente por la Costa da Morte. Sus figuras son las más complicadas y van acompañadas de música y canto.

La muiñeira carballesa tiene un ritmo rápido y vivo, tiene su auge en el interior de Galicia. En ella, el varón actúa como si se tratase de un cortejo al rendir homenaje a la mujer, que se mueve de manera más delicada.

¿Cómo se aprende a bailarla?

Aunque la muiñeira tenga su origen en Galicia se ha expandido hacia las comunidades autónomas limítrofes de la comunidad, como Castilla y León o Asturias. Debido a la histórica inmigración gallega, también es frecuente encontrar centros de formación de baile gallego en muchas zonas de Europa, como Suiza, y de Sudamérica, como Venezuela o Argentina.

Niños y niñas bailando muiñeira en A Coruña. Fuente: Xacarandaina.

Lo primero que se enseña a una persona que empieza de cero a formarse en esta danza son los pasos básicos que la componen: treintaytrés o paso de vasco; delante-detrás; punta-tacón; picado…  Aprendidas y dominadas esas nociones básicas, la corrección de la postura y del movimiento de los brazos es crucial para otorgar al baile su gracia característica.

El siguiente paso son las principales figuras (como los saltos, los embotados o los picados) y los puntos, que marcan el paso y son realizados, generalmente, por un hombre denominado ‘bailarín-guía’ que indica qué paso se va a realizar para que los demás lo repitan. 

Cabe destacar que muchos bailarines también aprenden a cantar o a tocar instrumentos para acompañar estas animadas muiñeiras.

La música que acompaña al baile

Lo más habitual en las romerías es encontrarnos con un grupo de baile y un grupo musical que dota los movimientos de los danzantes de ritmo gracias a instrumentos como la pandereta, el tambor, la gaita, el bombo, el pandero, el charrasco e incluso las conchas de las deliciosas vieiras. La muiñeira que tan solo tiene acompañamiento instrumental se denomina “nova”, mientras que la que también es cantada se conoce como “bella”.

Músicos tocando los instrumentos típicos de la muiñeira. Fuente: Xacarandaina.

La música que completa dicho baile se estructura en dos partes conocidas como la copa y la vuelta. Está compuesta con un compás rápido y dinámico, habitualmente de 6/8.

El traje tradicional

Las y los bailarines que forman los grupos de folclore gallego, acostumbran a vestir el traje típico de la comunidad cuando actúan en las fiestas y romarías.

Mujer vestida con el traje típico de la muiñeira. Fuente: Xacarandaina.

El traje femenino se compone, empezando por la parte superior, de una camisa blanca y un dengue, que es una especie de capa que cubre los hombros y se cruza en el pecho. Sobre las piernas, se dispone una falda con mucho vuelo adornada con un mandilón de terciopelo negro atado a la cintura. Bajo dicha falda, se visten unas calzas, llamadas pololos, una enagua, medias blancas y unos zapatos o zocos de madera. Las mujeres llevan el pelo recogido con una trenza o un moño bajo, pudiendo también lucir un sombrero.

El traje masculino es algo más sencillo. Una camisa cubierta con un chaleco, una faja y unas polainas, que es un pantalón con corte bajo las rodillas. En los pies suelen calzar unas zocas y, al igual que las mujeres, pueden cubrirse la cabeza con un sombrero.