Iago García, actor ferrolano: "El mundo tiene que darse una pausa, no sabémos hacia dónde va"
El Teatro Jofre de Ferrol acoge mañana viernes, a las 20:30 horas, la obra escrita y producida por él mismo ‘La gripe del canario’, una distopía futurista que narra cómo en el 2061 se acaban los sueños de libertad de un matemático
9 noviembre, 2023 10:44Este viernes, a las 20:30 horas, el actor ferrolano Iago García (Ferrol, 1979) va a cumplir uno de sus sueños: subir al escenario del Teatro Jofre, en su ciudad natal, para representar una obra escrita y producida por él mismo, ‘La gripe del canario‘.
Tras darse a conocer por sus interpretaciones en varias series de televisión —Amar en tiempos revueltos, Acacias 38, Aida, Siete Vidas, El Secreto de Puente Viejo, ….—, y conquistar escenarios de teatros con numerosas obras, ahora es un texto de su puño y letra el que aterrizará en el Jofre acompañado por un "equipazo muy potente", asegura. Juntos crearán un espectáculo "muy divertido" que tras estrenarse en Ferrol pretende recorrer otros escenarios de Galicia y de todo el territorio español.
Para "poner tablas", como él mismo explica, a su preciada obra fundó la compañía teatral Producciones Espartanas. En cuanto al proceso de elaboración del texto, explica, "escribí varias versiones que fui enseñando a personas de mi confianza. Así fui afinando la obra".
Mañana viernes podremos ver en el Jofre una "distopía futurista", una comedia que narra cómo se van acabando los sueños de libertad de Leopoldo, el protagonista, "un matemático que en el año 2061 trata de buscarse la vida en un futuro incierto hasta el punto de llegar a enfermar". Sufre narcolepsia y padece insomnio, y con esa peculiar mochila trata de salir adelante.
A través de Leopoldo Iago García ha querido tratar asuntos como "la invasión digital, la suplantación de puestos de trabajo o cómo los contestadores ganan terreno". Se considera "crítico", no pesimista, "con la deriva que estamos tomando en el siglo XXI". En algunos casos "es una auténtica locura", cuenta a Quincemil horas antes del estreno de su obra.
"El mundo tiene que darse una pausa, cada vez es más digital e individualista. Cambia muy rápido y desconocemos si todo el mundo puede seguir este ritmo. Vivimos en un mundo que no sabemos hacia dónde va".
Lo dice por empatía, especialmente con la gente mayor, y por experiencia propia: "Si yo he tenido problemas con la firma electrónica me puedo imaginar lo que padece alguien de más edad que se tiene que pelear con la tecnología o con un contestador para cualquier trámite".
La obra está dirigida por Julián Franco Lorenzana y cuenta con un "reparto de lujo": el propio Iago García interpretando a Leopoldo; la popular Carolina Bona interpretando a 198 minutos; Jesús Gago como Garibaldi; y Thomas King en su debut teatral.
Iago regresa así pletórico a su ciudad natal, de la que partió por primera vez a los 18 años al terminar el instituto. Viajó a Londres y allí decidió que lo suyo era el teatro, así que puso rumbo a Madrid para ingresar en la Escuela de Arte Dramático.
"Cuando dije a mi entorno en Ferrol que quería ser actor recibí muchas miradas de asombro, de sorpresa, como si estuviera loco". Pero lo tenía claro y lo peleó. "Es bueno sentir que quieres y puedes romper moldes para lograr un sueño en ese momento poco común", recuerda. "Es importante saber que mucha gente lo consigue, Javier Gutiérrez (también ferrolano) es un ejemplo". Es cuestión "de la percepción que tenga cada uno".
Ferrol, un rincón en el que "descansar de verdad"
Se crió en Ferrol y con unos padres que regentaban un conocido negocio de ropa en la calle Real. Aquí es donde regresa cuando quiere descansar de verdad, es decir, rodearse de su gente —compartir un rato con familiares y amigos es lo que más echa de menos—, comer de lujo y empaparse de tranquilidad. Desde Madrid, recuerda con cariño los "veranos dulces" que pasó de niño en Doniños y sus tardes de adolescente con la pandilla en la de Meirás.
Ahora, de adulto, cada vez que puede escapar a Ferrol va directo al agua del arenal de Ponzos. "Veo la ciudad mucho mejor que hace una década, especialmente en verano. Tenemos un turismo que no intoxica, estamos en un punto muy bueno".