Galicia destaca por ser una tierra de contrastes entre la costa y el interior, con un litoral kilométrico y serpenteante que se funde antes los grandes sistemas montañosos que alzan su figura en el corazón de la región. La verdad es que la orografía de Galicia sepresenta al mundo como un pintoresco lienzo adornado con grandes picos y elevaciones, la mayoría de ellos convertidos hoy día en increíbles miradores naturales desde los que poder contemplar algunos de los paisajes más bonitos de la comunidad.
Pero, ¿dónde se sitúa exactamente el lugar más visible de toda Galicia? Es decir, ese rincón desde el cual se puede observar una mayor superficie de terreno gallego. Si bien muchos podrían pensar que este punto se localiza en alguna de las imponentes cumbres de montañas como Pena Trevinca ―cuyo techo se enmarca a unos 2.127 metros de altitud en la frontera con Zamora―, lo cierto es que es la cima del Monte Faro la verdadera joya gallega para disfrutar de un recorrido visual de lo más completo a través de las cuatro provincias gallegas. Este pico estratégico forma parte de la Sierra del Faro y se enmarca entre las provincias de Lugo y Pontevedra, a unos 1.187 metros sobre el nivel del mar.
Así es el balcón natural de Galicia
Superando el techo de los 1.100 metros de altitud, la Sierra del Faro conforma uno de los mejores miradores naturales del interior de Galicia a su vez que uno de los grandes picos de la Dorsal Gallega. Este sistema montañoso actúa de frontera natural entre las provincias de Pontevedra y Lugo, pues sus límites territoriales abarcan los municipios lucenses de Carballedo y Chantada así como el pontevedrés de Rodeiro. Se trata además de un espacio natural integrado dentro de la Red Natura 200 y declarado Zona Especial de Conservación (ZEC). De hecho, el grueso de este territorio presenta masas forestales autóctonas de gran riqueza y valor ecológico como los bosques de robles que se extienden entre los grandes terrenos de cultivo de la zona.
Pero más allá del patrimonio natural y paisajístico que envuelve al entorno, lo más curioso de la cima del Monte Faro es que se trata del lugar más visible de toda Galicia ―remitido únicamente al terreno y no a las condiciones que puedan impedir o reducir su visibilidad, como pueden ser la nubosidad o la vegetación. Hace sólo unos años, los cálculos realizados por el arqueólogo y científico del Incipit-CSIC, César Parcero, confirmaban este interesante dato sobre esta cumbre del interior de Galicia. Al parecer, lo más alto del Monte Faro se puede observar desde una superficie mayor del territorio e incluso se pueden llegar a divisar las cuatro provincias gallegas desde allí. Para corroborar esta teoría, durante el estudio en cuestión se llegaron a analizar más de 740.000 puntos diferentes, uno cada 200 metros, a lo largo y ancho de toda la geografía. La conclusión final terminó por dar como resultado y vencedor al Monte Faro, seguido muy de cerca de otras cimas como las de Pena Trevinca, Manzaneda, Os Ancares y O Courel.
El Camino de Invierno y la Romería del Monte Faro
La divisoria natural que separa la provincia de Lugo y Pontevedra forma parte a su vez de una de las etapas del Camino de Invierno hacia Santiago de Compostela. La jornada desde Chantada a Rodeiro está marcada por el ascenso al Monte Faro, coronado en su cima por un singular cruceiro con la escena de la crucifixión de Cristo, un altar al aire libre y una ermita dedicada a la Virgen de Nosa Señora do Faro. Este templo religioso hunde sus raíces en una antigua construcción de origen erigida ya en el siglo XVII, aunque es cierto que desde entonces ha sufrido numerosas reformas que con toda probabilidad han modificado su aspecto primitivo. En la actualidad, la capilla presenta una planta de cruz latina, cubierta de madera y muros de mampostería y sillería de pizarra y granito.
Cabe destacar que cada 8 de septiembre, la cima del Monte Faro se viste de gala para celebrar una espectacular y multitudinaria romería en honor a la Virxe do Faro. En esta jornada se lleva a cabo una procesión de cuatro kilómetros para transportar a la Virgen, conocida de forma popular como "A Filla", desde el templo de Santiago de Requeixo hasta el Santuario del Monte Faro. Para poder alcanzar la cumbre de esta sierra se recorre también un Via Crucis (Camino de la Virgen) de unos 300 metros plagado de cruces de granito y varias fuentes milagrosas, como la de los Meniños. Además, siempre que el tiempo lo permite, las misas se realizan al aire libre puesto que existe un altar exterior dispuesto para ello.