El Museo de Automoción e Historia (MAHI) calienta motores y se prepara para abrir al público el próximo sábado 16 de diciembre. La Fundación Jorge Jove es la entidad responsable de este espacio de 15.000 metros cuadrados situados en el polígono de Sabón, en Arteixo (A Coruña), que acoge 300 vehículos de distintas épocas y centenares de piezas de valor histórico.
Este jueves ha inaugurado el espacio Ángel Jove González, presidente de la Fundación y fundador del MAHI, que ha estado acompañado por el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda. Allí ha valorado el "trabajo de décadas" que permite ahora abrir al público este museo que además de exponer vehículos pretende cumplir con una "labor divulgadora". "Este sitio se concibe para despertar inquietudes. Es un proyecto de ocio cultural y familiar, con un gran componente pedagógico", ha señalado.
Además, ha detallado que todos los vehículos expuestos están "en perfecto estado", por lo que se trata de un "patrimonio industrial tremendo" que ha sido organizado por décadas y por temáticas en un total de 12 salas, que cuentan con QR informativos que permiten conocer toda la historia que se esconde detrás de cada pieza.
El museo estará abierto de miércoles a domingo de 10:00 a 19:00 horas y la entrada general tiene un coste de 10 euros. Para los/as niños de entre 5 y 10 años la entrada es a 3 euros y los menores de 5 años entrarán de forma gratuita. Además hay opciones de entrada reducida a 6 euros para estudiantes, mayores de 65 años y grupos. Asimismo, el museo organizará visitas guiadas y ofrecerá distintos talleres y actividades que podrán consultarse en su web.
Modelo más antiguo y tranvía de A Coruña
El ejemplar más antiguo que se encuentra en las instalaciones es una réplica del primer vehículo que utilizó un motor de combustión interna: el Triciclo de Benz, de 1886, que fue inventado por el alemán Carl Benz. No obstante, la primera en conducir este carruaje fue su esposa, Bertha Benz, que se hizo famosa a ser la primera mujer en conducir un vehículo de estas características. Sin embargo, la propia Bertha fue una pionera de la automoción y fue suya la creación de las pastillas de freno.
A partir de este punto, la exposición ofrece un recorrido por la historia y evolución de este sector que ha caminado de la mano de la propia evolución del ser humando en la última década, al tiempo que se producían avances tecnológicos en diversos campos. De hecho, el museo no se limita a la automoción y en las diversas salas se puede contemplar también la evolución de otros sectores, como la moda, la música, o el cine.
Además, en la entrada de museo se encuentra el tranvía de A Coruña de color amarillo que realizaba el trayecto entre Puerta Real y Riazor. Y en el interior del edificio hay varios camiones que dieron servicio en el cuerpo de bomberos coruñés, algunos de los cuales ayudaron a apagar históricas llamas de la ciudad.
Doce salas con diferentes temáticas
La dos primeras salas de museo son las más industriales y están dedicadas a las empresas Hispano Suiza y Pegaso. En ellas se puede ver desde la evolución de los motores de la Hispano Suiza hasta sus últimos motores de aviación; el prototipo que inició la serie de los BMR o una locomotora; así como varios modelos que son piezas únicas de la historia y evolución de Pegaso.
La tercera sala es la primera temática y está dedicada a la música, mostrando la evolución de los reproductores. En cuanto a la automoción, se exploran las primeras décadas y cambios significativos, desde el nacimiento del automóvil y motores monocilíndricos hasta la búsqueda de la mejor disposición del motor, asientos, ruedas y dirección.
"En aquellas primeras décadas del siglo XX, los automóviles presentaban carrocerías abiertas sin ventanas. Fue en los años 20 cuando se consolidaron las carrocerías cerradas con ventanillas, construidas con chapa metálica, pero con armazón de madera", detallan desde el MAHI.
En esta sala se encuentra un vehículo sirvió de taxi en el Concello de Curtis (A Coruña), y que se expone con el estado de deterioro en el que se encontró.
La sala cuatro, por su parte, muestra la evolución del campo y los diferentes pasos para su mecanización. Y la sala cinco está dedicada a la literatura, con recortes de noticias destacadas de la historia en relación a la automoción, que se exhiben junto a los automóviles y motores de los años 30 y 40, cuando se popularizan los frenos hidráulicos y las carrocerías cerradas de acero estampado en prensa, así como una evolución más aerodinámica en la estética.
El museo también homenaje a los servicios de bomberos. La sala seis acoge varios modelos, entre los que se incluye otro cedido por el Ayuntamiento de A Coruña. Además se puede ver cómo eran los primeros modelos que estaban tirados por personas y por caballos antes de su mecanización. En la misma línea, la sala siete incluye vehículos de otros cuerpos de servicio, entre los que se encuentran vehículos militares, de los cuerpos de seguridad (Guardia Civil y Policía) o sanitarios.
Así, la exposición llega hasta los años 50, cuando "nace un nuevo concepto de habitáculo, el monovolumen". De entonces datan los vehículos Fiat 600 múltiple, el Seat 1400 y el 600, que "pondrán a España sobre cuatro ruedas", apunta el MAHI. Estos ejemplares se encuentran en la sala ocho, dedicada además a la fotografía, con imágenes antiguas de las principales ciudades de Galicia, que contrastan con la evolución de los vehículos americanos en la segunda mitad del siglo XX.
El museo cuenta además con la colaboración de la Fundación María José Jove en su sala nueve, en la que se hace un recorrido por la pintura y escultura; también se muestra la evolución de los medios de comunicación a través del teléfono. Respecto a la automoción, la sala acoge la revolución del Mini en los años 60 y la popularización de los cinco puertas.
De la comunicación se pasa al cine, y la sala 10 realiza recorrido por la historia del séptimo arte mostrando proyectores y cámaras a nivel doméstico e industrial. Junto a ellos se encuentran vehículos de los años 70 y 80, cuando la electrónica se impone como elemento de gestión de la mecánica y se consolida la inquietud por la seguridad. Es en este momento cuando Japón se impone como potencia automovilística.
La sala 11 está dedicada a la marca Mercedes y su evolución a lo largo del siglo XX, partiendo del primer vehículo con motor de explosión interna (el Triciclo de Benz) hasta vehículos de los años 90, haciendo un guiño a otra gran marca alemana: Porsche. Además se realiza un recorrido por los hitos económicos más representativos del siglo XX, con una colección de monedas españolas, o la evolución de los métodos para contar, desde el ábaco a la calculadora.
Finalmente, la última sala está dedicada al deporte y al os vehículos de competición. En ese sentido, la Fundación Jorge Jove quería "mostrar nuestro reconocimiento y admiración a los gallegos que han sobresalido en el mundo del motor", algo que personalizan en la figura de Luis Moya. Por ello, en el espacio se muestra una reproducción del Toyota Celica con el que ganó con Carlos Sainz el Campeonato del Mundo de Ralis, así como varios objetos y trofeos de Luis Moya.