Kiko da Silva (Vigo, 1979), historietista e ilustrador, empezó a trabajar a los diecisiete años con Xerais y, a partir de una entrevista para La Voz de Galicia, lo ficharon del propio periódico para el que trabajaría diecisiete años seguidos.

Se mudó a Pontevedra para estudiar Bellas Artes, especializándose en pintura. Recibió el 1º Premio de Cómic de Ourense, en 2001 fundó con Cano Paz la revista "BD Banda”, en 2002 creó la serie Fiz nos biosbardos en “Golfiño”, entre 2004 y 2005 publicó series juveniles en la revista Mister K y en 2007 recibió el Premio Xoán Manuel Pintos y fundó la editorial Retranca que le valió el premio del público a la Mejor Revista en el Saló del Còmic de Barcelona. Ya en 2013, pasó a ser director artístico de la revista infantil Oink! y al año siguiente le fue otorgado el Premio Castelao de Banda Deseñada por O inferno do debuxante. Tras otras publicaciones y entre otros méritos, representó el cómic gallego en Viñetas desde o Atlántico 2017.

A día de hoy, dirige e imparte clase en la Escuela Profesional de Banda Diseñada e Ilustración O Garaxe Hermético y vemos / leemos las viñetas que sigue publicando en El Correo Gallego mientras trabaja en su próximo libro.

Hola Kiko, ¿cómo estás?, ¿cómo llevas el trabajo en estos comienzos del 2024?

Como autónomo que soy con muchos frentes abiertos, más de los que me gustaría. Estoy terminando las ilustraciones de un libro de Fina Casalderrey, maquetando un par de novedades de cómic de mi editorial Retranca, que saldrán a comienzos de 2024, ideando la campaña publicitaria del Entroido de Pontevedra que cumple 40 años, preparando el 2º trimestre del Curso Profesional de Cómic en O Garaxe Hermético, continuando con mi trabajo diario como humorista gráfico en El Correo Gallego y sacando tiempo para avanzar en la fase final de la novela gráfica en la que llevo trabajando desde hace 12 años, Bajo la sombra de las piedras flotantes. Y preparando la declaración trimestral, ya ves, ¡un no parar!

Me gustaría saber cómo fueron los inicios en la profesión… ¿Qué te motivó a iniciarte en este camino?

K. Desde mi más tierna infancia, he tenido una clara convicción de que el cómic es el arte que más me apasiona. Su complejidad radica en la necesidad de escribir, dibujar, colorear, iluminar, enmarcar escenas, narrar gráficamente y jugar con el tiempo narrativo. Es un desafío abrumador dedicarse al cómic, ya que implica adquirir un extenso conocimiento y lograr que todas estas facetas funcionen de manera armoniosa en un libro.

Lo que me fascina del propio medio es la capacidad de contar una historia y transportar al lector a otros lugares y mundos utilizando tan solo un lápiz y un papel. Durante mi infancia, mis preferencias se inclinaban hacia los bloques, las pinturas, las acuarelas y los cómics, en contraste con los escasos juguetes que poseía. De hecho, dedicaba tiempo minucioso a estudiar las escasas fotografías de estudios de dibujantes que aparecían en las revistas, con el objetivo de adquirir los utensilios de trabajo de los verdaderos profesionales (en una época donde no existía internet ni redes sociales).

Desafié a mis padres solicitando que me compraran plumillas, acuarelas líquidas Vallejo (las mismas que usaba Jan, el dibujante de Superlópez) y papeles Caballo para entintar o SM/LT para acuarela. Fueron utensilios bastante inusuales que volvieron locos a mis padres, quienes se embarcaron en la búsqueda de estos elementos para un niño de tan solo 8 años.

AGOSTO, Kiko da Silva

Prácticamente naciste con el deseo de hacer esto… ¿Cuáles son tus referentes?Los referentes van cambiando con el paso de los años, pero el poso de todas las lecturas perdura.

Me interesa todo tipo de cómic, leo mucho, pero también leo novelas, ensayos, veo cine, series… todo lo que sea narrativa me atrae. Pero voy a mojarme algo más y te diré los que considero los autores que siempre tengo presentes: la escuela Bruguera porque me crie con ella desde niño, Goscinny, Uderzo, Hergé, Franquin, Bill Watterson, McCay, Heriman, Alberto Breccia, Moebius, Hugo Pratt, Miguelanxo Prado, Guarnido & Canales, Munuera, Teresa Valero, Ana Miralles, Antonio Altarriba, Sergio García, Carlos Portela & Fernando Iglesias, Amelie Fléchais, Yslaire, Pau, Rumiko Takahasbi, Miyazaki, Naoki Urasawa… estos son a los que vuelvo constantemente.

¿Qué ha significado Kalandraka a nivel personal?

Yo llegué al mundo de la ilustración porque en Galicia era imposible publicar cómic de manera profesional a finales delos 90 cuando empecé a trabajar. La gente de Kalandraka me dio la oportunidad de hacer un trabajo de ilustración muy distinto a lo que se podía hacer en aquellos tiempos. La mayoría de las editoriales rechazaban a los autores que veníamos del mundo del cómic, y los libros se hacían con muchas limitaciones técnicas, con bitonos y con técnicas fáciles de reproducir como la acuarela, el gouache o el acrílico.

En Kalandraka me permitieron trabajar con los tiempos que yo creía necesario para hacer bien mi trabajo y con una libertad técnica absoluta. Por eso decidí experimentar en cada libro. De niño me encantaban las animaciones de stop motion Polacas, realizadas con materiales reciclados. De hecho, me tiré toda la infancia pensando que los hacía un señor llamado Koniec porque cuando terminaba siempre aparecía esa palabra antes de los créditos (algo así como el Disney Polaco), pero ya de adulto descubrí que significaba FIN.

Vivir de las artes gráficas… ¿Es posible?

Sí, rotundamente. No es fácil pero sí posible. Yo llevo pagando autónomos como autor de cómic e ilustrador desde que empecé a trabajar de manera profesional a finales de los 90. Y no he parado nunca. Pero los trabajos creativos son muy sacrificados porque tienes que estar creando y enfrentándote al mercado, a los lectores continuamente. Con el paso de los años entiendes que la experiencia te hace conocedor de tu oficio, de lo bueno y de lo malo, y eso puede hacer que si no tienes una necesidad creativa acabes desistiendo y buscando ganarte la vida de otra cosa.

En esta sociedad se enseñan muy mal las artes, se consideran algo poco útil, aunque es todo lo contrario. Imagínate estar toda la pandemia del COVID sin poder leer libros, cómics y sin ver películas, series o sin escuchar música… ¡Acabaríamos locos! El arte no puede enseñarse de la misma manera que las matemáticas o las ciencias sociales… el arte no puede valorarse con una nota numérica, es absurdo.

"En esta sociedad se enseñan muy mal las artes, se consideran algo poco útil, aunque es todo lo contrario. Imagínate estar toda la pandemia del COVID sin poder leer libros, cómics y sin ver películas, series o sin escuchar música… ¡Acabaríamos locos! El arte no puede enseñarse de la misma manera que las matemáticas o las ciencias sociales… el arte no puede valorarse con una nota numérica, es absurdo"

Cuando empecé a trabajar en esto todo mi entorno estaba seguro que no lo conseguiría. Hoy en día aun siendo algo complejo, es mucho más fácil trabajar, la existencia de internet ha abierto el campo de posibilidades para publicar en cualquier lugar del mundo. En los 90 para publicar tenías que irte fuera, y tener contactos para poder acceder al mundo profesional. Hoy puedes conseguir eso con tener presencia en internet y enviar tu portfolio por email a una editorial.

Yo estudié Bellas Artes, era lo que me decían los profesores que tenía que hacer. Pero realmente no tenía absolutamente nada que ver con el oficio al que me quería dedicar. El cómic y la ilustración estaban muy mal vistos en la carrera, y si decías que te querías dedicar al cómic te decían (vale, pero en la facultad mejor que no se te note). Había profesores que me prohibían dibujar en sus clases porque consideraban que era la manera de quitarme el "vicio" de la estética del cómic. Incluso hubo alguno que me afirmaba que dibujábamos todos igual (yo salía de la facultad pensando: coño, entonces… ¿Todos dibujamos igual que Moebius?, ¿que Corben?, ¿que Miguelanxo Prado?, ¿que Toriyama?… ¡Qué absurdo!). Una evidencia de que el desconocimiento del 9º Arte era absoluto y que lo juzgaban desde la visión franquista de que el cómic es algo para la etapa infantil que debía desaparecer en la edad adulta.

Dedicarse al mundo del cómic y la ilustración es difícil porque para poder aprender el oficio te lo tienen que enseñar gente que viva de ello. Y te tienen que enseñar todo, la parte plástica, literaria y narrativa, la parte técnica y tecnológica, pero también la parte reflexiva y analítica del medio. Pero sobre todo lo que no te enseñan nunca, la parte económica y fiscal del oficio. Si no sabes cómo tienes que darte de alta de autónomo, cómo funcionan las editoriales, cómo se hacen las facturas, los derechos de autor, los contratos… Cómo organizarte para llegar a tiempo a las entregas… si no sabes la parte "fea" del oficio, ya puedes ser el mejor autor del mundo que nunca conseguirás hacerlo un negocio rentable.

"Cuando empecé a trabajar en esto todo mi entorno estaba seguro que no lo conseguiría"

Pedras Extersteine, Kiko da Silva

Una posibilidad dentro del oficio es la de realizar libros ilustrados, cómics… Pero ¿cómo de funcional es, según tu experiencia, el mercado editorial gallego?

El mercado editorial gallego es, aunque mucha gente no lo tenga presente, un mercado aún incipiente.

La edición de álbumes ilustrados que tanto revolucionó el mercado del libro gallego llegó en 1998 con Kalandraka. El mercado literario era, y aún es muy dependiente de las lecturas escolares, y el cómic está empezando a entrar dentro de los planes editoriales generalistas desde que fundamos varios autores a principios de la década del 2000 distintas editoras especializadas como Retranca (2007), Demo (2008) o la desparecida El Patito Editorial (2007).

Para entender la realidad del cómic en Galicia y en España no se puede echar la culpa a unos o a otros, hay que pensar que estamos todos en el mismo barco y que nuestros intereses tienen muchos puntos en común. Todo autor quiere que su cómic se venda muchísimo, esté en todas las librerías y la prensa, los críticos y los lectores hablen de él, pero no nos podemos olvidar que el Editor quiere exactamente lo mismo.

Creo que queda mucho por hacer, lo más fundamental es pensar que la literatura en gallego es universal. No sólo tenemos que editar en gallego para Galicia. Hai que intentar producir obra en gallego y venderla en los mercados internacionales para generar unos pagos dignos a los autores. En el mercado gallego la mayoría de los escritores no cobran adelantos, pero muchas veces las editoriales les hacen firmar contratos que se quedan con los derechos internacionales. Es muy injusto, si quieren quedarse con esa parte del pastel, que arriesguen y que paguen la producción de la obra. Lo más absurdo es que muchas veces esas editoriales que tienen los derechos en otras lenguas no los venden en las ferias internacionales y si el autor se mueve se quedan igual con un porcentaje sin haber hecho ni trabajo ni inversión alguna. No es justo.

Hay, además, que ser muy sinceros con los lectores/as… Un autor/a que quiera vivir de escribir, ilustrar o crear cómics en Galicia, tiene que hacer más cosas que escribir y dibujar. Hay que impartir charlas, talleres, publicar en prensa, en revistas o hacer trabajos por encargo. Siempre ha sido así, pero no quita de que el trabajo de creación personal tenga que remunerarse mejor. No tiene sentido que un autor con una trayectoria tenga que seguir ganando premios para que le sea mínimamente rentable trabajar en una obra.

Las instituciones tienen que ayudar a las editoriales gallegas a apostar para que hacer literatura, cómic, álbumes ilustrados o poesía en galego sea tan competitivo como lo es hacer cine. Sé que son mercados muy distintos, pero si apostasen con la misma seriedad que lo hacen en el sector del cine, el mundo del libro gallego sería mucho más conocido a nivel internacional, talento tenemos de sobra, sólo hay que ver los premios nacionales de los últimos años.

Una de las cosas que echo en falta es que no haya becas de creación para autores/as de cómic (hubo un intento en el bipartito, pero la resolución que hizo el PP fue un auténtico despropósito y se las cargaron).

Hacer cómic es algo complejo como ya he comentado, y lento. Crear un libro puede variar de año y medio o tres dependiendo de la cantidad de páginas que éste tenga… por eso muchas veces los autores nos vemos obligados a "comprarnos" tiempo con otros trabajos creativos para poder crear proyectos personales.

Para que la gente entienda la situación, un autor de cómics o de literatura cobra en el mejor de los casos un 10% de PVP (sin IVA) del libro. Esto supone que si un libro cuesta 12 euros los autores cobramos 1,15 euros por cada libro vendido. Las tiradas en gallego raramente superan los 1000 ejemplares. Y las ventas se liquidan por lo general anualmente. Si un autor no cobra adelanto tardaría el tiempo en crear la obra más un año, para cobrar -si consigue vender toda la tirada (algo poco habitual)- 1150 euros.

"Hai que intentar producir obra en gallego y venderla en los mercados internacionales para generar unos pagos dignos a los autores. En el mercado gallego la mayoría de los escritores no cobran adelantos, pero muchas veces las editoriales les hacen firmar contratos que se quedan con los derechos internacionales. Es muy injusto"

Llevas toda la vida dedicándote a la creación, realizas proyectos constantemente y entregas al menos una viñeta cada día para publicar… ¿Cómo haces para mantener la creatividad? ¿Has pasado o pasas por bloqueos creativos?

Ejercitar el cerebro es una gimnasia más. Cuanto más lo usas más ideas surgen. Trabajar de manera diaria en prensa desde que empecé a trabajar como autor integral me lo ha demostrado. Se pueden tener ideas todos los días, estés bien, mal o regular. Siempre podrás inventar algo, probablemente no siempre será una genialidad, pero este oficio exige eso, constancia.

Una de las cosas que me han interesado desde que empecé a leer sobre procesos creativos es cómo surgen las ideas, cómo funciona nuestro cerebro y cómo generamos mecanismos mentales propicios para llegar a tener buenas ideas.

Tener ideas no es más (ni menos) que conseguir juntar pequeñas piezas que por sí solas no nos emocionan, ni nos hacen pensar, pero colocadas de una determinada manera pueden llegar a cambiarnos la percepción del mundo.

Mi manera para tener ideas es alimentar el cerebro, leer mucho, ver cine, pasear por la naturaleza, anotar las cosas que veo y escucho, interesarme por cosas que desconozco. Se habla mucho de que el artista juega, y es verdad, pero lo hacemos con un propósito que tiene que ver con la ciencia, con descubrir lugares nuevos, incluso en aquellos que ya han sido transitados anteriormente a nosotros.

La creatividad es lo que nos hace humanos. Es lo que nos ha hecho evolucionar y llegar a la conquista del espacio… sin creatividad la humanidad no tendría ningún interés como especie.

Decía Nikola Tesla: "Mi cerebro es solo un receptor, en el Universo hay un núcleo del que obtenemos conocimiento, fuerza e inspiración."

O autor, Kiko da Silva.

Fundaste en el 2012 O Garaxe Hermético, es la primera Escuela Profesional de Banda Deseñada e Ilustración de Galicia y en 2012 ganó el premio Ourense de Banda Deseñada á mellor iniciativa. ¿De dónde vino la decisión de crear la escuela?, ¿ha sido / es complicado sacar adelante un proyecto de estas características? ¿Cuáles son los objetivos?

Creé O Garaxe Hermético en el año 2012, tras acudir a unas jornadas profesionales de Cómic que organizó Miguelanxo Prado en o Consello da Cultura galega en noviembre de 2011, titulada "Arte + narrativa gráfica", porque al regreso de éstas escuché a unos alumnos de Bellas Artes quejarse de las mismas cosas que me quejaba yo cuando estudiaba la carrera.

Tengo una máxima en la vida, sólo me quejo de las cosas 3 veces, a la tercera la hago. Es una manera de quejarme menos y hacer más. Y Por eso desde ese día empecé a buscar un local, y a visitar escuelas de distintos lugares de Europa (Barcelona, Madrid, Italia, Francia…), y buscar un equipo de profesionales que quisiesen y fueran capaces de enseñar su experiencia profesional a las nuevas generaciones de autores de cómic. Actualmente en el Curso Profesional de Cómic, dan clases Miguelanxo Prado, Fernando Iglesias (Kohell), Miguel Porto, Fernando Llor, Zaida Novoa, Fonso Barreiro y yo.

Desde el primer momento tenía claro que O Garaxe Hermético no era sólo una escuela, era un proyecto creativo de país, y que teníamos que ser capaces de cambiar el mercado generando autores que alimentasen a las editoriales con obra nuevas de cómic. Era un proceso lento, empecé generando con mi editorial que los alumnos publicasen, y luego poco a poco he ido provocando y buscando que las editoriales generalistas y algunas instituciones sensibilizadas se uniesen.

En nuestra escuela no existen las notas numéricas, hacemos una simulación de la realidad. Los alumnos reciben clases teóricas y prácticas de escritura de guion, de entintado, de técnicas tradicionales, de dibujo de cómic, narrativa gráfica, de técnicas digitales, de historia del cómic y derechos de autor y fiscalidad. Luego los profesores les hacemos encargos con fechas de entrega y objetivos a cumplir, si lo entregan a tiempo y cumplen los objetivos emiten una factura y se les paga en "Kikoins", la moneda propia de O Garaxe Hermético, que diseñó uno de los profesores Kohell, con la cara de todos los maestros que impartimos clases.

Al final de cada trimestre los alumnos hacen la declaración de hacienda, y si les da para vivir, está aprobados, si no suspensos, ¡la vida misma!

Es una metodología de enseñanza dirigida a la vida, a lo que importa. Y… ¿qué es lo más gratificante de ser profesor de arte y de dirigir tu propio taller?

Es más gratificante enseñar que dirigir una escuela, la enseñanza te mantiene siempre en un proceso de búsqueda, de análisis que enriquece mucho tu trabajo personal. Ahora, 12 años después de empezar a dar clases diariamente a aspirantes a autores de cómic e ilustración creo que soy mejor autor. Dar clase te obliga a resolver y a pensar en problemas que normalmente un autor evita, bien porque no sea el campo que normalmente utiliza para crear su obra, bien porque tienes que reflexionar por qué haces algo de una determinada manera y no de otra.

Dirigir la escuela es algo mucho más duro, pesado y poco gratificante. Tengo que dirigir a un equipo de 8 personas, hacer cuadrar horarios, cubrir bajas, gestionar protocolos en la pandemia, apagar incendios cuando hay problemas entre el alumnado, comerme un montón de papeleo de gestión económica y lidiar con los seguros cuando se inunda la escuela o hay problemas comunitarios.

Sin lugar a dudas, lo que hace que no haya tirado la toalla es poder dar una seguridad laboral a los autores que imparten clases en la escuela y lo más bonito: sentir la ilusión del alumnado cuando editan sus primeras obras y ver cómo año a año consiguen mejorar y empezar a adentrarse en el mercado del cómic.

Algún día me gustaría poder contar la historia de O Garaxe Hermético, creo que daría para una novela gráfica interesante.

¿Proyectos como O Garaxe Hermético reciben todo el apoyo necesario?

No. O Garaxe Hermético no ha tenido apoyo institucional, más bien todo lo contrario.

La escuela nació de mis humildes ahorros como autor de cómic y muchas horas de trabajo extra. He estado trabajando un año entero sin cobrar para poder poner en marcha el proyecto y poder pagar lo justo a los profesores.

No he conseguido ninguna subvención ni Estatal ni de ámbito gallego. La única vez que vinieron del Estado a la escuela, ha sido para intentar cerrarla. Ayuda ninguna. De hecho, llevo 12 años pidiendo que mis alumnos/as no tengan que pagar el 21 % de IVA, me parece algo totalmente injusto, que por ser unos estudios no reglados mis alumnos/as tengan que pagar un 21% de IVA sólo porque el Estado cree que lo que hacemos no es enseñar una profesión.

Existía la manera de hacer esto como Estudios reglados, sí, pero es un despropósito… tendíamos que impartir una programación absurda, en la que hay más horas de clase de fotografía (sic) que de guion. Los profesores tendrían que tener títulos universitarios para poder impartir clases (Miguelanxo Prado, por ejemplo, siendo Premio Nacional no podría, nunca acabó la carrera de Arquitectura), y lo más absurdo obligarían a los alumnos/as a hacer prácticas!!! ¿En dónde señores políticos? ¡Si los autores de cómic somos autores y trabajamos en nuestros domicilios la gran mayoría!

Pero en este país, las empresas culturales no existimos. Si generas empleo y fabricas coches, te dan ayudas a punta pala para que mantengas la fábrica abierta y no te marches. Si tienes una empresa cultural te dicen que montes una asociación sin ánimo de lucro para poder optar a las ayudas y subvenciones. ¡No vayan a hacer viable que la gente viva de hacer arte!

Eso sí, para pagar IVA es una empresa como otra cualquiera, pero luego a nivel laboral la consideran una escuela, todo muy lógico.

Fíjate que lo que he pedido es una rebaja del IVA para mis alumnos, no pido nada para mí… pero ni eso!

"No he conseguido ninguna subvención ni Estatal ni de ámbito gallego. La única vez que vinieron del Estado a la escuela, ha sido para intentar cerrarla"

Tengo entendido que O Garaxe Hermético premia en cada generación el mejor proyecto de final de carrera con la publicación en la editorial Retranca. Es una oportunidad para las personas que están comenzando en este mundo y que reciben constantemente el mensaje de que ser artista es imposible o, al menos, un camino tremendamente complicado… ¿Crees que es así?

En el mundo del cómic publicar es algo fundamental. Tengo claro que en este sector tener un título vale cero. Lo importante es que sepas hacer bien tu trabajo, que entregues a tiempo y sepas cómo funciona el mundillo editorial.

Por eso desde el primer año supe que teníamos que provocar que nuestros alumnos publicasen y por eso creé el Premio de Fin de Curso, que consiste en un contrato editorial en galego con Retranca.

También tenemos el aliciente de las Plumas de Oro y de Plata de O Garaxe Hermético, para los alumnos de 1º y 2º curso, que consiste en una pluma parquer con el logotipo de la escuela y el nombre del alumno/a grabado. Y además, el que tenga la pluma de oro también recibe la matrícula del siguiente curso gratis.

Desde hace 4 años hemos llegado también a un acuerdo con Edicións Xerais de Galicia, y hemos creado el Premio de BD "O Garaxe Hemético", para alumnos/as y exalumnos/as de la escuela. Así provocamos que hubiese una colección de cómic infantil y juvenil en gallego de creación propia, con los mejores proyectos generados desde las aulas de nuestra escuela profesional.

También hemos generado libros de cómic por encargo para el ayuntamiento de Pontevedra, o la diputación… y también están empezando a publicar libros de cómic creados por nuestros alumnos la editorial Galaxia, que acaba de inaugurar una colección de cómic.

Siempre tuve claro que esto era posible, que sólo teníamos que formar bien a las nuevas generaciones y provocar que generasen obra suficiente para provocar que las editoriales abriesen colecciones de cómic.

Te hago la misma pregunta que hice, en su momento, al escritor Javier Peña: ¿Qué posibilidades crees que tiene un buen o una buena artista de sobresalir en el mercado?… ¿Crees que para sobresalir o para ganar un premio son importantes factores ajenos a la calidad del trabajo, como la suerte o ser un personaje público?

El supuesto éxito en los trabajos creativos depende en parte del azar. Hay obras que en su momento no funcionaron o recibieron malas críticas que hoy día son considerados clásicos indiscutibles. Y hay también millones de obras premiadas y con buenas críticas de las que ya nadie se acuerda.

Para mí lo más importante es ser honesto con lo que estás creando. Intentar hacer el mejor trabajo que puedes con todo lo que sabes en cada momento. Los lectores notan cuando un autor está intentando venderles una historia que ni él mismo se cree, y cuando realmente el autor está emocionado contando algo que también él mismo está descubriendo a medida que lo crea.

Mi actitud es divertirme cuando creo, si me divierto creo que se va a notar, lo que ya no está en mi mano es el resto, con lo cual es mejor no pensar en ello.

¿Cómo ves el panorama de los premios de Cómic en Galicia y a nivel estatal?

Hai bastantes premios para noveles y para profesionales a nivel estatal, pero creo que debería haber más ayudas a la creación y menos premios. El concepto premio supone siempre un vencedor y muchos vencidos… y eso desanima a muchos creadores/as buenos. En el concepto becas, se puede repartir mejor el dinero público y generar así más obras de autores autóctonos en condiciones económicas que el mercado Estatal no permite.

"Debería haber más ayudas a la creación y menos premios. El concepto premio supone siempre un vencedor y muchos vencidos… y eso desanima a muchos creadores/as buenos"

¿Tardará en salir a la luz un nuevo libro o proyecto?

Estoy en la fase final del proyecto más largo que he realizado nunca. Se titula Bajo la sombra de las piedras flotantes, lo publicará Norma en castellano y Xerais en galego.

Mi enfoque gráfico para este libro marca un cambio radical respecto a lo que mis lectores están acostumbrados a ver. Hasta ahora, mi trayectoria como historietista ha estado ligada a las oportunidades laborales que se me han presentado, especialmente en España, donde las propuestas bien remuneradas suelen estar ligadas al humor gráfico, cómic infantil o ilustración. Fue así como dirigí mi carrera hacia esas opciones. Sin embargo, mis primeros trabajos amateur, aquellos cómics que publiqué y que me valieron la victoria en concursos, ya apuntaban hacia este estilo de historieta más adulta.

Mi destreza para alternar entre diversas técnicas sin dificultad me atrae, y por eso, en ocasiones, de manera inconsciente, tiendo a complicarme algo la vida. Este libro se erige como un desafío crucial para mí, no solo por la tarea titánica de concluir las 170 páginas de la Novela Gráfica, sino también por alcanzar el nivel de acabado y ritmo narrativo que yo visualizaba mientras la escribía.

En este cómic, el dibujo adquiere una importancia equivalente a la trama, ya que muchas de las situaciones narradas y los lugares donde ocurren deben sumergir al lector en un ambiente donde realidad y ficción se dan la mano. Solo puedo lograr esto recreando las viñetas con un toque de realismo mágico. Aunque el dibujo pueda captar inicialmente más atención, considero que lo verdaderamente distintivo es la historia que estoy narrando. Me he sumergido en una profunda investigación para escribirla, incorporando hechos históricos reales que se entrelazan con tramas ficticias.

El libro además contará con música creada por el compositor catalán Roger Subirana. No será un libro de cómic al uso, la intención es crear una experiencia inmersiva. Una manera diferente de leer cómic, justo aportando algo que el cómic en sí mismo no tiene… ¡sonidos!

¿Tienes en mente algún ámbito artístico que te gustaría experimentar?

Me gustaría hacer animación tradicional, es algo que siempre me ha interesado. Pero es mucho más costoso y complicado de realizar, pero es un arte que me gustaría poder explorar. Aunque me impone mucho respeto.

Por último, ¿qué le pides al 2024?

Tiempo. Es curioso como a medida que vamos cumpliendo años la sensación de que el tiempo corre más rápido aumenta. Quiero hacer muchos libros más de cómic, y el tiempo va más rápido que yo produciendo páginas.

Y paz. Me angustia tener que hacer viñetas de matanzas de civiles y niños. Nunca pensé en que acabaría haciendo viñetas de temas que estudiaba de adolescente en los libros de historia.

O autor, Kiko da Silva.

Espero la publicación de Bajo la sombra de las piedras flotantes, ¡que tiene muy buena pinta!…

Que encuentres tiempo y paz en este nuevo año.