Comenzó tan joven a dibujar los animales que veía desde su casa, en Couzadoiro, en el municipio de Ortigueira (A Coruña), que no recuerda ni cuántos años tenía. Pronto, a los 12, creó sus primeros cómics y ya nunca dejó de hacerlo.
Cristian Fojón Caruncho, de 26 años, recibirá mañana sábado, a las 19:00 horas en el Teatro Colón de A Coruña, el Premio ‘Castelao’ de Banda Diseñada en la categoría Lix (literatura infantil y juvenil) por su obra ‘O día de San Martiño’ gracias a la convocatoria de Premios de la Cultura de la Diputación de A Coruña.
Como él mismo reconoce, a la tercera va la vencida y tras tres intentos esta vez se ha hecho con el galardón ‘Castelao’, "uno de los más importantes a nivel cultural de Galicia". El premio llegó, además, "con un jurado formado por dibujantes a los que yo admiro desde pequeño, así que me hace especial ilusión".
‘O día de San Martiño’ se publicará este 2024. Ganó el concurso el pasado verano tras presentar el guion completo de la obra y las 20 primeras páginas terminadas, y en este tiempo se ha dedicado a terminarlo.
Narra dos historias. La primera sobre un chico del rural que cuando va a proceder a la matanza del cerdo en su propia casa se tiene que enfrentar a su amigo de la infancia, que tras abandonar la aldea regresa como cherif y quiere evitar que dicho acto se cometa sin pagar los impuestos correspondientes.
A la vez, varios cerdos bravos bandoleros roban patatas en las fincas de los vecinos, una historia que le sirve a Cristian para hablar del futuro del rural y, de paso, lanzar cierta crítica social.
Será su tercer trabajo, después de que en 2019 publicara el cómic ‘Grandarroiba’, que narra la vida de un hombre solitario que vive en los montes de Couzadoiro, y en 2022 el álbum ilustrado ‘Saínza. A punkiereteira’, con textos de María Canosa. En este tiempo también ha colaborado en libros colectivos, ha autoeditado varias obras y es autor de varios carteles de festivales, como el del popular Festival de Ortigueira 2019.
Otra de las ocupaciones de este ilustrador formado principalmente en Coruña y Valencia es la de impartir talleres de creación de cómics en colegios e institutos que lo solicitan. Recientemente lo ha hecho en Fene, Ortigueira, San Sadurniño y Neda, y reconoce que es una actividad que disfruta mucho "porque es fácil llegar a los niños a través del cómic. Cuando se dan cuenta de que pueden contar historias a través del dibujo se animan muchísimo, es un hábito muy satisfactorio y divertido".
Ortigueira, sus vecinos y sus paisajes están muy presentes en su obra. "Aquí me siento muy querido por todos, la vecindad se entiende casi como una extensión de la familia y me sale de dentro hablar de estos lugares y de sus habitantes. Tenemos mucha historia y merece que se conozca".