Luis Piedrahita (A Coruña, 1977) escogió su casa y ciudad de origen para celebrar el Encuentro Mundial de Humorismo (EMHU) sin dudarlo. El EMHU, que se celebra todos los años en la ciudad herculina y ya va por su cuarta edición, reúne a los artistas humorísticos más reconocidos mundialmente con Piedrahita como director artístico, además de cómico.

Conocido por sus intervenciones de ilusionismo en el programa de El Hormiguero en Antena 3 o por sus shows de comedia, el humorista habla del éxito rotundo que ha tenido el evento en estos cuatro años de celebración en el que le han acompañado sobre el escenario artistas como Leo Harlem y Goyo Jiménez.

Este año, Piedrahita estará el 3 de mayo en la Libraría Santos Ochoa presentando el libro Pérdidas de Risa de Sílvia Abril, evento con entrada libre. El coruñés, además participará en otras dos citas el día 4: la mesa redonda O negocio do humor en la Sede Afundación y la gala Humoris Causa en el Palacio de la Ópera.

¿Cómo ves la acogida que está teniendo el EMHU para este año?

A mí me sorprende lo volcada que está la ciudad con el Encuentro Mundial de Humorismo, cómo desaparecen las entradas en cuanto salen a la venta, cómo se llenan los espectáculos, y, sobre todo, la aceptación que tiene. Esto te lo digo teniendo en cuenta lo que ha sucedido años pasados, pero este año también se nota en la demanda de invitaciones para las actividades gratuitas, en las que simplemente tienen que retirar invitación, o las mesas redondas, e incluso se apuntan también a las exposiciones. Se interesan por ver algo más acerca de cómo se hace el humor y no tanto por ver el humor ya hecho. Es muy gratificante observar que la ciudad se está volcando en todas estas acciones. Todo eso está teniendo una una aceptación tremenda, y nos encanta.

Además, en vuestra segunda edición tuvisteis que cancelar por la pandemia. Sin embargo, eso no os ha impedido continuar vuestro éxito tres años más.

Recuerdo el comportamiento heroico que tuvo la gente en A Coruña. Tuvimos que cancelar el EMHU con un montón de entradas vendidas y, aunque yo soy más artista que productor, dije "no, no, no, aquí lo que hay que hacer es devolver el dinero a todo el mundo, nada de un vale". Esa es la típica cosa que quiere hacer un productor, pero no un artista. La gente, sin embargo, no quería el dinero por miedo a quedarse sin entrada. Entonces planteamos que el que quisiera el dinero se le devolvería y, quien no, se le guardaría su pase para el año siguiente. La gente aguantó las entradas un año en su casa y luego se pudo hacer el EMHU en condiciones. Al final resultó ser un súper éxito.

Además, para aquella gente que repite año tras año, no tiene nada que ver una edición con otra, ¿verdad?

La idea es traer cada año a A Coruña los eventos humorísticos más importantes del país, e incluso yo te diría del humorismo en habla hispana en todo el mundo. Siempre que podemos traemos o Alejandro Dolina o a Juan Barraza, además de algún representante del "Stand Up Comedy". Alejandro Dolina es también novelista y tiene un programa radiofónico relacionado con el humor y con el arte o la literatura. Aquí vienen escritores, pintores… Con las exposiciones que siempre hay de humor gráfico que ha habido en las ediciones anteriores. Este año no hemos traído exposición de humor gráfico, pero sí en las anteriores. Goyo Jiménez o Leo Harlem son referentes mundiales y vienen para esta.

¿Es fácil convencer a los humoristas de que vengan?

Todo el mundo que viene quiere repetir. Tú le dices a cualquier comediante o artista que esto se trata de estar una semana en la ciudad herculina, y todo el mundo viene a quedarse por lo menos esos siete días. Y es que es el planazo: A Coruña es una ciudad en la que todo el mundo quiere estar, pero es posible que no haya estado. No es Barcelona que ya se la conoce todo el mundo, o Madrid. Aquí todos los que vienen, vuelven encantados.

¿Qué tiene A Coruña que les haga volver?

Todos vuelven enamorados. Los tratamos muy bien y comen también muy bien. Es muy fácil convencer a los artistas.

Como parte de la dirección artística, ¿te encargas tú de la elección de los participantes?

No decido yo solo quienes vienen, es entre todo el equipo. Luego no es tan fácil como que yo defino quiénes vienen, porque claro: este no puede, el otro tiene la agenda ocupada… Pero entre todo el equipo hacemos una especie de research, una búsqueda de cuáles son los espectáculos y los eventos humorísticos más potentes que ha habido. Han estado La vida moderna cuando era su máximo apogeo, Estirando el chicle, cuando ganaron todos los premios y vinieron a dar el espectáculo, viene ahora Juan Dávila, cuando es también su momento más alto…

También hay artistas menos conocidos

Claro, no solo eso, mirando los humoristas, los artistas y las propuestas que hay, volando más bajo el radar, observamos que hay otros que no son tan conocidos como Jordi Moltó o Miguel Noguera. Estaba entre las propuestas Ricky Blanco, aunque por motivos de salud no pudo venir Es este humorismo más underground. El hecho de ser desconocido no significa que no sea un espectáculo de calidad.

Luís Piedrahita en una imagen tomada por Diego Marítnez.

¿Qué diferencia hay entre el público gallego y el público que se pueden encontrar estos artistas por otras partes de España?

No te creas que mucha. O sea, no hay una especie de mito de que el público de España, que es una zona muy pequeñita, tiene una grandísima variedad de sensibilidad artística. Yo creo que Goyo gusta igual en el norte que en el sur. Es más, no creo que varíe mucho su texto. En mi caso, que es el que mejor conozco, yo hago mi texto exactamente igual en Barcelona, Cádiz, Salamanca, Burgos, Castellón o A Coruña. Es el mismo texto y funciona exactamente igual. A lo mejor en Andalucía hay un humor más de fiesta y en Galicia es un poquito más oscuro, lo que se llama retranca. Eso no está tanto en el espectador como en el artista. El espectador está ahí para disfrutar y no se le pueden delegar responsabilidades que no le tocan.

O sea que quien decide es el artista, no el espectador.

Es el que tiene una propuesta, aquel en cuyos hombros descansa la responsabilidad del espectáculo. El público tiene que ir a disfrutar, a entender la propuesta, divertirse con ella, compartirla, y acompañarlo si le gusta o desconectar si no le gusta.

Corrígeme si me equivoco, ¿tus gafas y tu pelo son tu sello personal?

Fíjate, yo jamás me he preocupado por eso, jamás me he preocupado por mi imagen y mi look. Cuando elegí este pelo un poco sin peinar fue por quitarme trabajo. Si me salía de la ducha, agitaba un poco la cabecilla y se quedaba el pelo en ese estado. Ahora me lo he cortado un poco porque porque ya no me sentía tan cómodo con el pelo así, tan largo, pero es cierto que es algo a lo que jamás le he dedicado un minuto de pensamiento.

¿Y las gafas?

Mira, cuando perdí mis terceras gafas, mi padre me dijo: "Las próximas te las compras tú". Yo no tenía dinero para la montura, pero sí para los cristales, entonces me compré unos cristales y le puse una montura de mi padre que andaba por casa. Esas gafas las tuve durante un montón de años. Ya luego, cuando las tuve que cambiar, lo hice por unas más o menos parecidas. En resumen, ni la miopía ni el peinado lo he elegido yo.

¿De dónde viene Piedrahita? ¿Es tu apellido?

Sí. Los Piedrahita estamos en A Coruña desde hace mucho tiempo. No sé realmente a dónde se remontan las primeras generaciones. Mi bisabuelo nació en Toledo, pero mi abuelo nació en A Coruña. Bueno, ahora dudo si mi abuelo nació en Toledo o en A Coruña y se vino desde muy jovencito.

¿Tú te sientes coruñés a pesar de llevar tantos años viviendo en Madrid?

Claro, yo soy de A Coruña.