Las peripecias arriesgadas de las reporteras más kamikazes de la televisión. Así se presenta al público Microdramas, el primer libro de María Lamela y Marina Valdés, dos de los rostros femeninos más conocidos y queridos de la televisión por su gran profesionalidad y reconocido carisma.
Reporteras y ahora también autoras de Microdramas, María y Marina presentarán hoy su primer libro en compañía del periodista Quique Morales en Vazva Coffee de A Coruña (Avenida de Pedro Barrié de la Maza, 14) a las 19:00 horas. Y de cara a esa presentación, desde Quincemil hemos tenido el placer de hablar un rato con estas dos mujeres encantadoras sobre este nuevo proyecto que promete convertirse en una de las lecturas más divertidas del verano.
¿En qué momento decidís emprender este proyecto de escribir un libro?
Marina: A veces las oportunidades vienen dadas, y fue el caso de escribir un libro a cuatro manos. Fue durante una fiesta de la casa, con nocturnidad y alevosía. Coincidimos hablando con alguien de la editorial que, al oír nuestras historias locas, nos dijo "vosotras tenéis que escribir un libro". Al día siguiente recibí la llamada de la editorial, y pensaba que era una broma de María. Pero no.
María: estuvimos un mes pinchándonos sin sangrar en sentido metafórico. Desde la editorial nos lo dejaron claro desde el minuto 1: tenéis las historias, el contenido, ahora solo hay que plasmarlo. Agradezco cada día tener una profesión y un estilo de vida ligado a ella que nos hace vivir tantas aventuras. Es un poco bestia hacer casi una biografía con 31 y 32 años pero es que nuestro día a día ha llenado las páginas de este libro. Marina y yo tenemos un imán para que nos pase de todo: nos dedicamos a contar historias y por el camino nos pasan las verdaderas historias.
¿La idea de escribir un libro es reciente o en alguna ocasión anterior ya os lo habías llegado a plantear?
María: desde pequeña he tenido una obsesión: escribir cuentos. Con 6 años los escribía personalizados en cumpleaños de amigos y familia con ilustraciones de cosecha propia. En el cole, empecé a tomármelo más en serio y me presentaba a todos los concursos de literatura. Mi fuerte siempre ha sido la imaginación, con tintes de ciencia ficción (aunque tengo que reconocer que en este libro nuestra realidad supera cualquier trilogía con cyborgs incluidos) Como soy una apasionada del dibujo, también hacía cómics con guiones alternativos de mis dibujos animados favoritos. ¡Imagínate cuantas veces he soñado con esto!
Marina: Siempre me ha gustado escribir, desde pequeña. Mi abuela y mis profesores me incitaban constantemente a hacerlo. Cuando pasaba por los escaparates de las librerías soñaba con un libro con mi nombre. Pero cuando empecé la carrera de periodismo, paradójicamente, dejé de lado esta afición, así que tener la oportunidad de escribir un libro ha sido también una forma de reencontrarme con esa parte de mí misma. Y no sé cómo no lo había retomado antes. Es liberador y terapéutico.
¿Cómo ha sido el proceso de darle vida a casi 300 páginas de historias a cuatro manos?
Marina: Complicado en algunos sentidos, porque si de normal escribir un libro es difícil, a cuatro manos también lo es el doble. Es un ejercicio de humildad en el que tienes que estar constantemente dispuesta a aceptar las críticas de tu compañera y lograr llegar a un punto común. Pero también es un proceso muy enriquecedor: es genial ver cómo al final el libro tiene lo mejor de las dos. Por ejemplo, María es más creativa y se encargó de perfilar mejor los personajes comunes. Yo, que soy más organizada, le di más caña a la estructura y a ver cómo podíamos entrelazar las historias de las dos. Todo con la ayuda de nuestras editoras, claro, que te guían en este camino. Sobre todo ha sido tremendamente divertido ver lo mucho que compartimos y descubrir las historias ajenas como propias. A la hora de abrirse también te empodera ser dos: las miserias y las vergüenzas compartidas dan menos vértigo.
María: Tengo que reconocer que ha sido increíblemente fácil trabajar con Marina en este sentido. Para mí lo más complicado han sido los tiempos. Las entregas eran mensuales y llegar a todas trabajando en un programa de actualidad diario y con una vida más frenética que las maracas de Machín… ha sido otra gran aventura.
¿Qué se siente al recibir el libro, en físico, y ver que todas esas historias son ya una realidad al alcance de las y los lectores?
María: Da mucho vértigo porque sabes que lo que has escrito ahí se queda. Sea mejor o peor, con o sin vergüenzas. Es irrevocable. Lo miras y piensas: esto lo habría escrito de otra manera o, ¿para qué he contado esto? Y así, la duda metódica de Descartes por bandera. Pero luego, observas el libro, lo hueles, te lo encuentras en la Casa del Libro colocado en la estantería de autores contemporáneos, tus amigos te llaman para contarte lo mucho que les está gustando, incluso te escribe gente que no conoces para decirte que se siente identificada con todo lo que te pasa y te traslada sus propios Microdramas. Ahí sabes que todo ha merecido la pena.
Marina: Es muy gratificante, la verdad. Y lo mejor sin duda es recibir el feedback de la gente que lo lee. Este libro particularmente es especial no solo por ser el primero sino por ser nuestras historias, en mayor parte reales, aunque sea una novela ficcionada. Eso le da un apego emocional importante.
Esta tarde estaréis en A Coruña pero no será vuestra primera presentación. ¿Qué tal ha ido la acogida hasta ahora?
Marina: Ha sido mágico. No esperábamos en absoluto que la firma en la Feria del libro fuese a ser tan especial, y mucho menos la presentación de Valencia. Aparecieron allí todos mis personajes en carne y hueso, algunos hasta cerraron capítulos del libro en vivo y en directo. Fue como asistir a una prolongación del libro, un Microdramas volumen 2.
María: Ha sido una maravilla poder formar parte de la Feria del Libro, rodeadas de toda nuestra familia y amigos. Sin duda entra dentro de los momentos más mágicos que he vivido en mi vida. La presentación en Valencia ha sido súper especial también: me metí de lleno en la familia de Marina, me acogieron como una más, viví todas sus historias a través de los personajes que iban apareciendo en carne y hueso durante la presentación como si la adaptación cinematográfica del libro se estuviera grabando delante de nuestros ojos.
María, aunque eres de Vilalba creo que parte de tu vida ha estado ligada a A Coruña. ¿Cómo esperas que os reciba el público lector allí?
María: A Coruña es mi ciudad favorita y donde me encantaría vivir algún día. Tiene todo lo que me gusta para ser feliz. Cada uno de estos Microdramas representa mi forma de ser y de vivir así que qué mejor escenario que esta ciudad para vivir los Microdramas futuros. Mientras tanto, los presentes los van a disfrutar mucho. De hecho, hay muchas historias con coruñeses implicados. No digo más.
En vuestras palabras: ¿Qué nos vamos a encontrar en Microdramas?
María: Una tragicomedia de libro. El día a día de dos reporteras con una clara predilección por lo salvaje y que se ven abocadas a historias diarias siempre en la delgada línea de peligro, entre la buena y la mala suerte. Como nosotras la definimos: la buena mala suerte. Porque una serie de catastróficas coincidencias acaba siempre con el mejor de los resultados. Y si no es el mejor, seguro que es el más divertido.
Marina: Dramas del primer mundo que nos ocurren en el trabajo y fuera de él que podrían ser los de cualquier persona en su día a día pero con una dosis extra de locura y surrealismo que, en el mayor de los casos, es muy fiel a la verdad. Se trata de reírse de nosotras mismas y convertir la tragedia en pura comedia.
Sin spoilers pero adelantándonos un poco… ¿Cuál es vuestra anécdota favorita de las que contáis?
Marina: En mi caso el primer día que presenté el programa, que ilustra muy bien lo caótico que puede ser el mundo de la tele por muy organizado y que parezca desde fuera. En lo personal, la historia de mi boda, que fue un macrodrama en toda regla pero que acabó con una preboda sin novio, una no boda en sábado y una celebración en domingo. No adelanto más.
María: la historia de mi infancia es la más curiosa y riquiña, donde os describo el minifundio galego en el que me crie y os hablo de cómo era el día a día siendo la única niña en una aldea de 30 habitantes y de colegio unitario. Y el más surrealista a nivel profesional cuando me fui de cobertura a Rusia y acabé encontrando un brazo de una persona en el armario de nuestro intermediario durante la cobertura.
Entiendo que vuestra relación, María-Marina, es muy especial. ¿Cómo empezó y cómo ha evolucionado hasta la actualidad?
Marina: Creo que desde el principio nos dimos cuenta de que siendo muy diferentes teníamos muchas cosas en común, o como digo en el libro, carecemos de muchas cosas en común, y eso nos hace complementarnos y entendernos muy bien. Ahora que sus historias son mías y las mías son suyas, creo que estamos conectadas de una forma muy especial para siempre. Una hermandad de puño y letra.
María: Somos dos personas separadas al nacer en las antípodas geográficas y con costumbres, contexto e historia muy diferente pero que se acaban conectando en la redacción de laSexta y se sorprenden cada día de las cosas que comparten. Ha sido increíble que esta cadena nos uniera como dupla televisiva y que acabáramos siendo también literaria. De broma decimos que ya somos un dueto artístico. La unión de estas Thelma y Louis de marca blanca hace la fuerza.
¿Qué tenéis en común y qué os diferencia a la una de la otra?
Marina: Carecemos en común del carnet de conducir, de un sentido del orden y realista del tiempo. Las dos somos alocadas, pero en esta pareja artística el contrapunto que pone un poco de cordura y organización, por primera vez en mi vida, soy yo.
María: jajaj si tenías que sentar la cabeza alguna vez en la vida que sea por mí. Me congratula. Ser dos libras entre libros sin carnet une mucho. Por las mañanas Marina me manda el horóscopo y nos alegramos, sorprendemos o mosqueamos juntas de lo que nos dice Esperanza Gracia.
Supongo que a las peripecias del trabajo en televisión ahora se sumarán las que vengan con el libro… ¿Tenéis ya vuestra próxima aventura juntas planeada?
Marina: Tenemos un verano por delante para presentar el programa juntas en el que seguro que cada día es una historia, y en algún momento tendremos que sacarnos el carnet de conducir. Ojalá que de todo eso salga un microdramas volumen 2.
María: Sí, el segundo debería empezar en la autoescuela matriculándonos. Abogo por que se titule "Microdramas en Cuenca: cómo sacarte el carnet en 2 semanas y no morir en el intento".