El molino es, junto con el hórreo o el cruceiro, uno de los elementos etnográficos más representativos del rural de Galicia. Existen cuatro tipos de modelos fundamentales: los de agua, viento, mareas y sangre, estos últimos movidos por tracción animal.

En el caso de los primeros, los molinos de agua son los más comunes y numerosos dentro del territorio gallego, ocupando los márgenes de cientos de ríos y regatos que se extienden desde la costa al interior de las cuatro provincias. En la cara opuesta de la moneda, las aceas o aceñas de mareas constituyen una auténtica rara avis en la región, pues son muy pocos los ejemplos que se conservan de este tipo de molino. 

Ahora bien, de lo que sí puede presumir Galicia es de albergar entre sus límites una de las aceñas de mareas más grandes de España. Se trata del Muíño do Pozo do Cachón, enmarcado en el corazón de la parroquia muradana de Serres, en plena ría de Muros e Noia. A diferencia de los molinos tradicionales, estas estructuras utilizaban la energía de las mareas como fuerza motriz para hacer funcionar sus engranajes.

Además, al situarse junto a la desembocadura del río Valdexeira, el curso del pequeño regato también contribuye al funcionamiento de esta histórica edificación muradana que parece flotar sobre las aguas. Un auténtico tesoro etnográfico y patrimonial del siglo XIX que llegó a tener ocho propietarios y que incluso fue utilizado como casa de baños medicinales con tratamientos de algas y aguas marinas. 

Breve historia de una joya etnográfica en Muros

Vista completa del Muiño de Mareas do Pozo do Cachón Wikipedia Muros

El molino de Pozo do Cachón fue erigido en el primer cuarto del siglo XIX, en un entorno espectacular de la ensenada de Muros. Esta excepcional y obra de la ingeniería industrial de la época se ha convertido a día de hoy en uno de los molinos de marea más importantes de Galicia e incluso de Europa, tanto por sus enormes dimensiones como por su excelente estado de conservación.

Su construcción a orillas del mar obedece a la creciente demanda de harina de maíz en aquellos tiempos. La realidad es que el incremento del cultivo de este cereal y la disminución del caudal de los ríos de la zona durante la temporada estival motivaron a D. Ignacio Pérez Bazarra a llevar a cabo la construcción del Muíño de Mareas de Pozo do Cachón. 

Con unos 22,5 metros de largo y otros 7 de ancho, la estructura rectangular y alargada que da forma al Pozo do Cachón consta de cuatro molinos que permitieron transformar durante décadas más de 200 kilos de grano de harina en apenas una hora. Además, su enorme dique de más de 230 metros de longitud permitía almacenar grandes cantidades de agua de las mareas y el río, lo que aseguraba el funcionamiento del mismo durante varias horas seguidas al día.

Este molino de mareas muradano también presenta un espacio anexo construido a finales del siglo XIX, el cual funcionó como almacén, aserrado y, posteriormente, también como casa de baños. Dicho rincón termal era conocido como los Baños de Santa Rita y estaba destinado a la curación de enfermedades reumáticas con algas y aguamarina.  

A lo largo de su existencia, el molino de mareas de San Xoán de Serres llegó a alternar distintas etapas de abandono y pleno rendimiento hasta que cayó en total desuso durante la segunda mitad del siglo XX. No sería ya hasta el año 1986 que el concello de Muros se haría con la propiedad para comenzar en 1990 una importante rehabilitación de la mano del arquitecto madrileño Jesús Anaya Díaz.

Por desgracia, en el mismo año que finalizaron las obras, una fuerte riada destruyó parte del molino y uno de los puentes, obligando a iniciar de nuevo un proceso de recuperación que se prolongaría hasta 1999. En el presente, el edificio presume de una nueva vida como Centro Cívico y Cultural.

Una cápsula de la historia y el tiempo

El molino de mareas de Muros con la marea alta Wikipedia Muros

El interior del molino del Pozo do Cachón acoge en estos momentos el Centro de Interpretación de Muíños da Costa da Morte, actuando al mismo tiempo como un importante resguardo del patrimonio etnográfico de Galicia.

En la zona anexa del edificio se encuentra una sala de exposiciones temporales y un espacio dedicado a los restos arqueológicos hallados en la localidad de Muros, entre ellas la conocida como Cista de Bicos de Lago, procedente de la necrópolis de la parroquia de Abelleira, un yacimiento prehistórico de la Edad de Bronce.

En los alrededores del molino también se ha creado una bonita y agradable zona de recreo con paseos y un pequeño auditorio, unida al molino a través de una pasarela que salva la anchura del dique.