Ribeira, enclavada en el extremo más occidental de la península do Barbanza, es un destino donde la naturaleza, el arte y la tradición se entrelazan en una perfecta armonía. Este municipio coruñés, bañado por las aguas del Atlántico y de la ría de Arousa, constituye un verdadero escaparate de la riqueza patrimonial y cultural de Galicia.

Declarada de Interés Turístico, Ribeira es mucho más que un simple destino de paso: es un lugar único que invita al viajero a adentrarse en la historia viva de una tierra que ha sabido conservar su esencia a lo largo del tiempo. La localidad ribeirense es todo un paraíso natural y un santuario cultural, donde la historia más antigua de Galicia se revela en su forma más auténtica.

Más allá de las famosas dunas de Corrubedo o el Castro da Cidá, uno de los tesoros más singulares de Ribeira se esconde en el corazón de la parroquia de Carreira. El Parque Periurbano de San Roque conforma un espacio verde de más de 175.000 metros cuadrados que cautivan al visitante tanto por su belleza natural como por el homenaje en vivo que allí otorgan a la cultura gallega. En esta suerte de museo al aire libre se han recreado con esmero distintos elementos históricos y etnográficos ribeirenses que permiten descubrir, paso a paso, las raíces más profundas de esta región.

Un refugio de paz y conocimiento donde los paisajes naturales de Ribeira se mezclan con la historia para ofrecer una experiencia que conecta al viajero con la Galicia más genuina. Réplicas de castros, pallozas, petroglifos y dólmenes ornamentan este impresionante recinto que reproduce algunos de los hallazgos más significativos de este rincón de la península do Barbanza.

Un lugar para conectar con la historia

Parque Periurbano de San Roque. Barbanza Arousa Ribeira

El Parque Periurbano de San Roque constituye una de las paradas obligatorias al paso de cualquier viajero por el municipio coruñés de Ribeira. Enmarcado en una de las laderas del monte da Cidá, este enorme espacio verde atesora entre sus límites una importante muestra de la historia de Galicia.

En un agradable paseo por las entrañas de este parque, los usuarios podrán descubrir un sinnúmero de elementos típicos de la cultura, el patrimonio y la historia gallega, en una narrativa visual que se extiende desde la Prehistoria hasta los tiempos más modernos. Además, toda la zona se encuentra dotada de paneles informativos que facilitan a los visitantes la comprensión de todos y cada unos de los monumentos históricos expuestos al aire libre. 

Como decíamos, lo más curioso de este recinto es que en él conviven réplicas de construcciones que hunden sus raíces en la historia más antigua, como el caso del pequeño poblado castrexo, el dolmen o los megalitos, y construcciones cuya época de esplendor apenas nos traslada un par de décadas o siglos atrás en el tiempo, entre ellas un palomar, un cobertizo, un lavadero y hasta un bonito anfiteatro al aire libre.

Dolmen del Parque Periurbano de San Roque. Barbanza Arousa Ribeira

En ambos casos, lo que está claro es que en sus más de 175.000 metros cuadrados de espacios verdes, el Parque Periurbano de San Roque esconde todo tipo de elementos que llaman la atención del visitante bajo la antenta mirada de la naturaleza, pues el complejo y sus instalaciones se encuentran envueltos por un frondoso bosque en el que se conservan ejemplares muy diversos, tanto autóctonos de la geografía gallega como de otras comunidades autónomas. 

Merece la pena recordar que este interesante enclave ribeirense también acoge el Centro de Interpretración Arqueológica, un espacio didáctico donde se llevan a cabo todo tipo de exposiciones abiertas al público y el cual también se encuentra dotado con instalaciones para la investigación. Además, el reciento cuenta asimismo con aseos, cafeterería, un merendero, una caseta preparada para barbacoas y un área recreativa para que los usuarios puedan disfrutar de una completa jornada descifrando la historia de Ribeira. 

Un mirador único a la ría de Arousa

Mirador de San Roque. Barbanza Arousa Ribeira

Al margen de su riqueza histórica, el Parque Periurbano de San Roque guarda entre sus límites otro tesoro natural que también merece la pena ser descubierto: uno de los miradores con más encanto de Ribeira. A diferencia de otras balconadas más abiertas o elevadas en la península do Barbanza ―como el impresionante Mirador de Pedra da Rá, ubicado a menos de un kilómetro del recinto―, el mirador de San Roque ofrece una perspectiva única de este rincón de las Rías Baixas, mucho más cercana al corazón de la villa y la ría de Arousa

El mirador de San Roque se encuentra situado a los pies de una fascinante réplica de un dolmen, en un espacio en forma de semicírculo que, casi como si de una obra de arte se tratase, enmarca la vista en una suerte de ventana abierta al paisaje urbano y costero de Ribeira: con el pulso de la ciudad retratado en un primer plano y la serenidad de la ría de Arousa como telón de fondo.

Lo mejor de todo es que llegar hasta este enclave ribeirense es tan sencillo como placentero, pues el mirador cuenta con varias entradas y un fácil acceso a pie desde el centro de la localidad. La realidad es que, con cada paso, el visitante logrará sumergirse en la historia y naturaleza de esta joya oculta en las entrañas de Ribeira.