Diplomado en Educación Musical, Escuredo es feliz encima de los escenarios y compartiendo horas en las aulas, junto a ilusionados nuevos talentos que aparecen en forma de alumnos y con los que desarrolla su labor docente impartiendo clases de interpretación, movimiento expresivo y desarrollo personal. 

Ahora el público que vaya a ver “Recortes, caneos e outras formas de driblar” comprobarán que Christian da lo mejor de sí mismo a la obra teatral en la que se invita a los espectadores a un viaje por las pasiones futbolísticas a través del humor y la música.

Tras semanas de éxito rotundo de taquilla en Compostela, el elenco de Recortes (de la pluma de Nacho Carretero) conformado por Xosé Antonio Touriñán Manuel Cortés, Isabel Garrido, Xoan Fórneas y Sergio Zearreta girará por la geografía gallega.

Hoy charlamos en Quincemil con Escuredo sobre teatro, vida y pasiones.

Christian, ¿Estás contento con la acogida que está teniendo Recortes

Muy contento. La acogida ha sido maravillosa. De hecho en Santiago tuvimos que ampliar función los sábados, colgando soldout los sábados y domingos. Te puedes imaginar que eso da muchísimo impulso y subidón. Además es una obra en la que sentimos especialmente la calidez que da el público. No voy a hacer ningún spoiler pero hay un momento en concreto donde estamos muy muy cerca de los espectadores y eso, vivirlo tras la pandemia es doblemente satisfactorio.

De nuevo, no me hagas spoiler pero dime qué es Recortes..

La obra se llama Recortes porque vamos recortando con la tijera diferentes temas y por el concepto futbolístico de ir regateando por diversos estilos y géneros, desde el drama a la comedia pasando por el musical o el teatro de documento. 

Parte del elenco de "Recortes". Fotografía: @aigiboga

Como espectadora me ha sorprendido lo entregado que está el público durante la función.

Es cierto, es así. Por un lado nosotros incitamos a que estén participando de una u otra forma, bailando, gritando… . Y por otro a mi me gusta decir que dentro de la obra hay un termómetro social. Esto quiere decir que ves como reacciona el público ante ciertos temas que le proponemos. Hay temas a los que llegan desde la comedia y se topan con el drama y ahí ves como se quedan descolocados, fuera de juego… 

A mi en esta obra me pasa de todo, me frustro, me enfado, me emociono y eso lo utilizas. Absorbes todo lo que te está pasando en cada escena para transmitirlo.

¿Y cómo llegaste a este proyecto?

Podría decir que fue cuestión de suerte pero no me gusta hablar de suerte. Creo que más bien fue una casualidad. Yo acababa de llegar de trabajar en México y en Madrid ya se habían cerrado todos los casting de musicales, que por cierto ha habido un boom tremendo. El día que aterricé en España vi la convocatoria que hacia el CDG y que terminaba al día siguiente, así que mandé la solicitud y pude hacer la prueba. Tengo que decir que me hacía una ilusión inmensa trabajar con Tito Asorey, con el que siempre comentaba que teníamos que hacer algo juntos.

Otra de las cosas que traspasa el escenario es el buen rollo que tenéis entre todos los intérpretes

Es que trabajar con ellos es una maravilla. Los conocía pero no había trabajado tanto tiempo, tantas horas y es un gusto. Es un equipazo.

Se trata de una compañía pequeña pero hay un buen rollo tremendo. Somos de generaciones diferentes pero hay mucha conexión.

Y además trabajar en tu tierra tiene que suponer un plus…

Por supuesto, estoy encantado en Galicia. Parece que cuando te has ido a Madrid a trabajar ya no quieres volver, como si te diese pereza. Y para nada, yo siempre vengo encantado, ya sea para trabajar como docente, colaborando en programas como cuando me llaman para hacer algo en Luar o en proyectos de índole teatral. 

Yo estoy acostumbrado a textos que ya habían sido éxitos y no hay ese permiso de poder hacerlo tan tuyo como en este caso. Soy un actor que aunque me den un texto cerrado me gusta aportar algo mío, llegar a acuerdos. 

En este caso trabajamos de una forma libre. Nace de un ensayo periodístico que se hace dramaturgia y esa es una forma atípica de trabajar que permite a los actores aportar mucho más de ellos mismos a los personajes.

@chescuredo

Tengo entendido que eras un niño con una clara vocación artística

Desde muy pequeñito andaba subido por los escenarios en todo lo que podía de manera amateur, en el cole cuando había algo de teatro… .  Hay una parte de sueño que ha ido creciendo a medida que lo vas viendo. Un terapeuta me dijo una vez que hay cosas que hasta que no las ves, hasta que no te ves haciéndolas, no te ves merecedor de ellas. 

Siempre dije que quería ser o artista o profesor y mira, soy las dos cosas. Empecé cantando y luego me di cuenta de que lo quería era estudiar para ser actor. Con 10 años imitaba profesiones, fantaseaba con esa interpretación, con esos diferentes roles. 

No fui un niño de mucha televisión, disfrutaba mucho en la calle, en las fiestas, en el teatrillo que armaba en casa, haciendo de profesor… . Incluso imitaba al cura de mi parroquia y utilizaba un almanaque que tenía  mi abuelo a modo de biblia y utilizaba como cáliz los trofeos que había por casa.

El apoyo de mi familia ha sido y es fundamental para mi, esa gran confianza que depositaron en mi camino profesional. Vieron que tenía herramientas, que era lo que quería, que me formaba y que me lo tomaba muy en serio porque era muy feliz estudiando lo que estaba estudiando. 

@chescuredo

En Recortes cantas, bailas… ¿Te cuidas de una forma especial?

Yo creo que de la misma forma que cuidas tu voz o tu corte de pelo cuidas el físico que te requiere en este caso la obra de teatro que estoy haciendo. Hago mucho deporte y me cuido para tener energía y encontrarme bien y porque creo que forma parte de mi compromiso con el proyecto. Es una obra en la que tenemos mucho grito y tu voz necesita estar muy descansada para dar lo mejor.

Ahora giraréis con este proyecto y… ¿Algo más entre manos?

Puedo adelantarte que estaré en el reencuentro de la serie de TVG, O Faro, algo que me hace especial ilusión y también hay alguna cosilla pequeña en cine pero son cosas que no cuento hasta que las empiezo a hacer.