Filmin y Movistar+ son las plataformas que han anunciado que la premiada película (recientemente se ha hecho con nueve Premios Goya) ‘As Bestas’ estará disponible próximamente para sus usuarios. Hasta ahora solo podía verse en la gran pantalla y este film inspirado en el crimen de Santoalla, un caso real ocurrido en 2010, y protagonizado por Luis Zahera y Diego Anido, este viernes, 10 de marzo ya se podrá visionar en Filmin, tal y como aparece anunciado en la web.
A Movistar+ llegará en abierto el 7 abril de 2023, aunque desde el 10 de marzo es posible alquilarla para verla con más antelación. ‘As Bestas’ narra la historia de una pareja francesa que se muda a una aldea del rural gallego, donde inicialmente llevan una vida tranquila hasta que se inicia un conflicto con los hermanos Anta, interpretados por Anido y Zahera.
La historia real se remonta a 1997, cuando Martin Verfondern, un holandés de origen alemán, se asienta junto a su esposa Margo Pool en la remota aldea ouresana de Santoalla. En aquel recóndito lugar solo había dos casas, en una vivía la pareja y en la otra la familia Rodríguez. Esta estaba formada por Manuel O Gafas, el padre, Jovita, la madre y sus dos hijos, Juan Carlos y Julio.
Al principio, la convivencia entre ambas familias era buena, pero todo cambió a raíz de una disputa por un asunto de dinero relacionado con la propiedad del monte comunal y la venta de unos pinos. Así empezó una tensa relación con sus vecinos que llevó al holandés a colocar cámaras en su casa cuando empezó a temer por su vida, como recoge el interesante documental Santoalla que se puede ver en Prime Video.
Una mañana del 19 de enero de 2010, Martin salió en su Chevrolet Blazer para hacer unas compras. Aquel día desaparecería para siempre y nunca jamás regresaría a casa. La última vez que lo vieron había parado en un bar que frecuentaba para consultar internet. Durante meses lo buscaron por tierra, mar y aire sin ninguna pista, llegando a parecer que sería imposible encontrarlo. En 2014, a 12 kilómetros de su domicilio, las autoridades localizaban su coche parcialmente quemado y junto a él también hallaron el cráneo del holandés. Cuando denunció su situación en los medios, Martin Verfondern advirtió que lo mataría Juan Carlos, uno de los dos hijos de la familia que padecía una discapacidad mental y se comportaba como un niño.
Aquel 19 de enero, Juan Carlos cogió una escopeta y disparó a través de la ventanilla del Chevrolet de su vecino causándole la muerte. Su hermano Julio fue el encargado de ocultar el cadáver que permaneció desaparecido durante cuatro años. Las autoridades habían investigado a la familia, que negaba el crimen, aunque la viuda de Verfondern siempre tuvo claro que eran los culpables.
Julio Rodríguez fue declarado culpable de ser cómplice, pero la ley le eximió de responsabilidad penal por parentesco en el delito de encubrimiento. Por su parte, Juan Carlos Rodríguez fue condenado a 10 años y medio de prisión, aunque en 2019 ya empezó a gozar de permisos que le permitían pasar algún fin de semana con su familia. En Santoalla continúa viviendo hoy en día Margo Pool y es la única vecina.